La tan anunciada "contraofensiva" de Ucrania no dado los resultados que la OTAN esperaba. Por ello es que el presidente de EEUU, Joseph Biden, pretende el envío de bombas de racimo como apoyo a estas operaciones, armamento que considerado particularmente cruel y se encuentra prohibido por tratados internacionales, los que ni Estados Unidos ni Rusia han querido firmar.
Por Alejandro Baeza
Estados Unidos tomó la decisión de suministrar bombas de racimo a Ucrania, según adelantó la agencia Associated Press. Se espera que sea durante esta jornada que se haga oficial el anuncio de este envío dentro de un paquete de ayuda militar de unos $800 millones de dólares para la llamada "contraofensiva".
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Este tipo de armamentos se consideran especialmente crueles por sus enromes daños colaterales que afectan en gran medida a población civil, por lo que están prohibidas por el más de un centenar de países firmantes de la Convención de Municiones de Racimo del 2008, entre los que no están Rusia, Ucrania ni Estados Unidos. Además, desde el país angloamericano acusa al Kremlin que ya las está ocupando en esta invasión.
¿Qué son las bombas de racimo?
Las bombas de racimo, de fragmentación, de dispersión o submunición, es una bomba de caída libre o lanzada de tierra o mar que contiene dentro otras "pequeñas bombas" o submuniciones que se dispersan sin control alguno por un área difícilmente determinada.
Por ello es que pone en enorme riesgo a potenciales víctimas civiles, especialmente porque parte de las bombas quedan con frecuencia sin detonar de inmediato después de ser diseminadas y representan un peligro para la población que puede durar décadas.
Según el Comité Internacional de la Cruz Roja, tienen un alto porcentaje que no explotan, de hasta el 40%. Además, por su forma y sus colores brillantes, que pueden recordar a una lata de bebida o una pelota, atraen especialmente a niños, niñas y adolescentes que, como demuestran los datos, son las principales víctimas. Según el Cluster Munition Monitor, alrededor del 40% de las víctimas de las bombas de racimo en todo el mundo son menores de edad.
*Imagen: Fuerza Aérea de EEUU | Wikimedia