Por Daniel Mathews para resumen.cl
Según el informe de Amnistía Internacional el 2014 no fue un buen año para los Estados Unidos en el terreno de los derechos humanos. Cada vez es más evidente que el Premio Nobel por la Paz le queda grande al presidente Obama. Él mismo tuvo que reconocer que tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 (11-S) se había empleado la tortura al amparo de un programa de detenciones secretas autorizado por su predecesor y gestionado por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) en Guantánamo, territorio cubano ocupado ilegalmente.
En realidad no lo reconoció por voluntad. Resulta que, como dice el refrán, no hay plazo que no se cumpla. Y en este caso le toco la hora al informe sobre detención secreta e interrogatorio de la CIA, operativo entre 2002 y 2008. El resumen, de 500 páginas, se publicó el 9 de diciembre, y contenía algunos datos nuevos tanto sobre el programa como sobre la tortura y otras violaciones de derechos humanos cometidas durante su vigencia.
Ese reconocimiento no fue parte de una política de corrección del problema. Al finalizar 2014, había 127 hombres recluidos en Guantánamo, la mayoría sin cargos ni juicio. En muchos casos estos detenidos han sido secuestrados usando violencia extrema desde sus países de origen. Amnistía Internacional cita el caso del ciudadano libio Nazih Abdul Hamed al Ruqai, también conocido como Abu Anas al Libi. El abogado de Abu al Libi alegó ante el tribunal en 2014 que el secuestro se había llevado a cabo “empleando una fuerza física extrema y brutal” y que, tras arrastrar al sospechoso fuera de su automóvil y “dispararle con armas tipo Taser”, las fuerzas estadounidenses le habían vendado los ojos y lo habían “inmovilizado, atado y amordazado”.
Tampoco hay voluntad de castigar estos crímenes. Obama guardo absoluto silencio en lo que respecta a rendición de cuentas por los responsables y la reparación, lo que reflejaba la persistente negativa de Estados Unidos a cumplir con sus obligaciones internacionales sobre estas cuestiones. Tampoco hizo ninguna referencia a la desaparición forzada, delito de derecho internacional al que fueron sometidos, en algunos casos durante años, la mayoría de los detenidos en el marco del programa secreto, si no todos.
Ante esta actitud las Naciones Unidas llamó a comparecencia al país que se considera a si mismo “guardián de la democracia”. En abril, el Comité de Derechos Humanos “criticó” a los EEUU por diversas cuestiones, entre ellas la falta de rendición de cuentas por los abusos cometidos en el contexto de la lucha contra el terrorismo, la reclusión en régimen de aislamiento en las prisiones, las diferencias raciales en el sistema de justicia penal, los homicidios selectivos llevados a cabo con aeronaves no tripuladas (drones), el uso excesivo de la fuerza por parte de funcionarios encargados.
Hay que hacer ver que si bien es cierto que una “crítica” no es mucho en verdad tratándose de los Estados Unidos tiene un significado mayor. Las Naciones Unidas han sido diseñadas de tal manera que no dañen a las 5 grandes potencias que la constituyeron sino que sirva para que ellas manejen la política mundial. Los Estados Unidos no solo son una de estas potencias sino que es la cede de la ONU y su mayor financista.
Pero no sólo hay inmunidad para los torturadores de Guantánamo. Al menos 35 personas murieron en 18 estados tras recibir descargas de armas Taser a manos de la policía, con lo que el total de fallecidos en estas circunstancias desde 2001 se elevó a 602. La mayoría de las personas que murieron tras sufrir la descarga de una Taser no iban armadas ni parecían representar una amenaza grave cuando se recurrió al uso de esa arma.
Un caso emblemático por la cantidad de protestas que se produjeron es el de Michael Brown El 9 de agosto, el agente de policía Darren Wilson mató a tiros en Ferguson, Misuri, al joven afroamericano desarmado de 18 años Michael Brown. Este hecho desencadenó meses de protestas en Ferguson y sus alrededores. Se empleó material antidisturbios pesado y armas y material de uso militar para controlar las manifestaciones e intimidar a manifestantes que ejercían su derecho de reunión pacífica, y aunque el uso de balas de goma, gas lacrimógeno y otras tácticas de dispersión agresivas no estaba justificado, hubo manifestantes y periodistas que resultaron heridos a consecuencia de ello. Si bien es cierto que cuando Amnistía Internacional emitió su informe se estaba enjuiciando a Darren Wilson hoy sabemos que ha sido declarado inocente.
Dos temas más que preocupan a Amnistía Internacional en el caso de los Estados Unidos es la aplicación de la pena de muerte y el encarcelamiento de menores de edad. Como sabemos AI se opone a la pena de muerte en todos los casos porque no es una pena que busque corregir al infractor sino una venganza social. Además muchas veces se han visto fallos con errores judiciales. En el caso de prisión nadie le devuelve los años sufridos pero por lo menos se puede indemnizar. En el caso de muerte no hay resurrección posible. Treinta y tres hombres y dos mujeres fueron ejecutados durante 2014. Si se sumaban estas ejecuciones a las de 38 hombres y una mujer en 2013, la cifra total de personas ejecutadas desde que, en 1976, la Corte Suprema de Estados Unidos aprobara las nuevas leyes sobre la pena capital se elevó a 1.394.
En lo que respecta a los niños hay dos situaciones igualmente graves. Por un lado siguieron dictándose penas de cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional contra encausados que eran menores de 18 años en el momento del delito. Por otro durante el 2014, más de 50.000 migrantes menores no acompañados, algunos de tan sólo cinco años, fueron detenidos al cruzar la frontera sur de Estados Unidos. La Patrulla Fronteriza de Estados Unidos recluyó a niños no acompañados durante días o semanas en centros insalubres y sin acceso a asistencia letrada, sin intérpretes ni atención médica apropiada.
Esa es la “democracia” gringa ¿Qué les parece?