Estudio confirma que la población infantil expuesta a fumigaciones con agrotóxicos tiene daño genético en Paraguay

[resumen.cl] Un estudio analizó las células de 43 niños y niñas de entre 5 y 10 años en Paraguay, encontrando un significativo daño atribuible a las fumigaciones con plaguicidas. Otro estudio realizado en el norte de Argentina había demostrado el impacto del ampliamente utilizado herbicida glifosato en la pérdida de biodiversidad vegetal en la selva del Chaco. Un anterior estudio realizado en Chile había revelado la presencia de pesticidas peligrosos en hortalizas de las regiones Metropolitana, Valparaíso y Coquimbo. Mientras que varios estudios realizados en la región del Maule han encontrado restos de pesticidas en la orina de niños y niñas expuestas a zonas donde se realizan fumigaciones con agrotóxicos, destacando la presencia de compuestos prohibidos en el país por su alta toxicidad.    El equipo investigador en Paraguay había tomado muestras en 2016 en la comunidad de San Juan en el Departamento de Canindeyú, una zona que se encuentra rodeada por monocultivos de soja y donde están expuestos a fumigaciones con variedades de agrotóxicos, entre ellas el glifosato. Estas muestras fueron comparadas con otras muestras tomadas en la comunidad de Sargento Báez, en el Departamento de Cordillera, una zona donde no se usan agrotóxicos. Los resultados arrojaron diferencias entre ambas zonas, estando las células de los niños de la comunidad de San Juan significativamente más dañadas, lo cual es atribuible a la exposición permanente a los agrotóxicos. “Los niños son una población muy vulnerable, encontramos mayor genotoxicidad y citotoxicicdad en las células de los niños que están expuestos a plaguicidas” indicó la Dra Benítez Leite al medio E'a agregando que “Puede no pasar nada y la célula puede repararse, o puede mutar a enfermedades que afecten el neurodesarrollo, cáncer, parkinson o también puede producir en otras generaciones abortos espontáneos y malformaciones, si los daños afectan las células germinales, óvulos o espermatozoides” por lo tanto “hay tres generaciones en riesgo por el uso de plaguicidas”.   También puedes ver: Publican recopilación de 830 artículos científicos que prueban la toxicidad del herbicida Glifosato   Según había indicado el informe "Con la Soja al Cuello" de 2018, el Paraguay había importado 52.067 toneladas de agrotóxicos durante 2017, equivalentes a un 6,2% de los agrotóxicos a nivel mundial. Estos fueron aplicados en más de 3,6 millones de hectáreas sembradas con cultivos transgénicos en el país vecino. Las fumigaciones con glifosato contribuyen a la pérdida de biodiversidad en la selva del Chaco Cabe recordar que la agricultura basada en cereales transgénicos se ha expandido en Argentina en áreas anteriormente ocupadas por la selva del Chaco. Un estudio de 2017 había evaluado los efectos del glifosato en plantas nativas no objetivo de este herbicida en la selva del Chaco en Argentina. Aunque el glifosato es el herbicida más ampliamente utilizado en el mundo, evidencia creciente indica que causa severos efectos ecotoxicológicos en organismos que no son objetivo de las fumigaciones, tales como plantas nativas. El objetivo de los investigadores era precisamente determinar los efectos del glifosato en 23 especies de plantas nativas presentes en los bosques remanentes del Chaco, inmersos entre predios agrícolas. Los resultados mostraron un gradiente de sensitividad al glifosato, en el cual algunas de las especies estudiadas fueron muy sensibles al glifosato y sus plántulas murieron con el 25% de la tasa de aplicación de campo recomendada, mientras que otras especies pudieron ser clasificadas como tolerantes al herbicida. De esta forma, el estudio concluyó que los bosques relictos del Chaco pueden ser fuertemente afectados por la aplicación de glifosato en los cultivos. Efectos letales y subletales del glifosato en plantas no objetivo de fumigaciones podrían promover ambos la pérdida de biodiversidad en la selva nativa inmersa en los agrosistemas.     También puedes ver: Revelan alarmante relación entre fungicidas y declive de abejorros y abejas     Estudio evalúa residuos de pesticidas en hortalizas y riesgo humano a la salud en evaluación de áreas agrícolas en el norte-centro de Chile. Para investigar las concentraciones de residuos de pesticidas y el potencial riesgo a la salud humana, un estudio recolectó 118 muestras de hortalizas desde áreas agrícolas en las regiones Metropolitana de Santiago, de Valparaíso y de Coquimbo entre 2014 y 2015. El estudio reveló la presencia de residuos de los pesticidas mencionados anteriormente solos o combinados en hojas de hortalizas. Además, 65% de las muestran contenían 2 o más ingredientes activos. Los fungicidas y los insecticidas fueron los tipos de pesticidas más comúnmente detectados. Los resultados indicaron que el 27% de las muestras totales contenían restos de pesticidas por sobre el límite máximo de residuos de cada ingrediente activo. La máxima ingesta diaria obtenida para CS2 (disulfuro de carbono) fue de 0,57 mg/kg, el valor para metamidofos fue de 0,007 mg/kg, para azoxystrobin fue de 0,06 mg/kg y para cipermetrina fue de 0,05 mg/kg, las cuales fueron más altas que la ingesta diaria considerada aceptable. Sin embargo, el estudio concluyó que los habitantes de las áreas agrícolas en el centro-norte de Chile no están expuestos a grandes riesgos de salud a través del consumo de hortalizas con la excepción del metamidofos. Por ello, el estudio advirtió que estos altos niveles de metamidofos detectados en hortalizas podrían ser considerados un potencial riesgo crónico de salud. El estudio concluyó que es recomendable modificar la gestión del control de plagas para reducir el uso de productos que contienen metamidofos, debido a sus potenciales efectos en la salud humana.   Alertan sobre impactos en la salud de pesticidas en la región del Maule Los pesticidas organofosforados con amplio uso en la agroindustria exportadora y la industria forestal y un escaso control para uso residencial son altamente tóxicos aunque se degradan relativamente rápido en el ambiente. Una serie de estudios había evaluado la presencia de estos pesticidas en niños de escuelas rurales y periurbanas además de trabajadores/as expuestas, las principales vías de exposición y los efectos nocivos la salud a estos tóxicos en la región del Maule. Un estudio publicado en 2016 había evaluado la exposición a plaguicidas organofosforados y el desempeño neuropsicológico y motor de trabajadores y trabajadoras agrícolas y no agrícolas en la Región del Maule. El estudio analizó datos de 93 trabajadores agrícolas expuestos administrando una batería de 4 pruebas neuropsicológicas además de un examen físico neuromotor. Los resultados arrojaron que los trabajadores agrícola expuestos tuvieron un menor desempeño en mediciones tales como la escala de inteligencia de Wechsler para Adultos, en comprensión verbal, en velocidad de procesamiento, en sensibilidad discriminativa ajustada por años de educación o edad en comparación con los controles. Este estudio confirma que la exposición a plaguicidas organofosforados produce desempeño disminuido, especialmente en la velocidad de procesamiento y el coeficiente intelectual total. Ante esto, el equipo de investigación sugirió el desarrollo de políticas en materia de control venta y uso de plaguicidas organofosforados y de intervenciones en la población expuesta respecto a medidas de seguridad.   También puedes ver: Costos de la agroexportación: Niños intoxicados por plaguicidas altamente peligrosos en Maule   Otro estudio publicado en 2016 tuvo por objetivo evaluar las características de la exposición a pesticidas organofosforados y su estado de salud en trabajadores/as agrícolas de la región del Maule. Los resultados indicaron que el principal problema de salud para el grupo expuesto fue el envenenamiento previo con pesticidas. Un 56% de los trabajadores agrícolas reportaron síntomas consistentes con envenenamiento agudo con pesticidas organofosforados. El estudio señala que el uso de protección personal y respiratoria protegen contra estos síntomas. De los aplicadores de pesticidas, el 47% reportó el uso de clorpirifós. El estudio concluyó que las regulaciones sobre el uso y aplicación de pesticidas deben fortalecerse, en conjunto con la capacitación a trabajadores para mejorar el uso del equipamiento de protección personal. Además, el equipo de investigación detectó la presencia de un compuesto prohibido para su venta en Chile: el Paratión. El pasado mes de junio, la investigadora y vicerrectora de Investigación y Postgrado UCM, María Teresa Muñoz, quien es precisamente la primera autora de estos estudios, señaló a Cooperativa que: "Lo que más nos preocupó es que apareció en la orina de los niños un plaguicida prohibido en Chile desde el año 2000 denominado Paratión, el cual es altamente peligroso y tóxico para la salud y el medio ambiente, porque tiene comprobados efectos cancerígenos y neurotóxicos, no estando permitida su venta en Chile"   También puedes ver: Estudio alerta catastrófica disminución de insectos voladores     Algunos registros de intoxicaciones en actividades laborales. En 2016 en la zona, al menos 63 personas se intoxicaron con pesticidas, según había informado Diario El Centro en base a datos de la Seremi de Salud del Maule. Mientras tanto, en 2014 las intoxicaciones habían alcanzado los 84 casos y en 2015 alcanzaron 56 intoxicaciones. Los reportes señalan que la mayor parte de estas intoxicaciones fueron por exposición laboral, aunque también se registraron casos accidentales no laborales. Según había alertado la Red de Acción en Plaguicidas de Chile (RAP-Chile), entre enero y diciembre de 2017 se notificó un total de 672 casos de intoxicación aguda por plaguicidas (IAP) a la Red de Vigilancia Epidemiológica de Intoxicaciones Agudas por Plaguicidas, REVEP, del Ministerio de Salud. Las intoxicaciones incluyen casos confirmados de todas las edades y tipo de intoxicación. Entre los meses de enero y junio del año 2017 se notificaron a la REVEP cuatro muertos por plaguicidas. Entre enero y junio de 2018 se notificaron dos muertos, uno en la región de la Araucanía y otro en el Maule y un total de 228 casos de Intoxicación Aguda por Plaguicidas (IAP). A los casos de IAP notificados entre enero y junio de 2018, se agregaron tres brotes: una intoxicación masiva ocurrida el 7 de septiembre de 2018 en la localidad de Panquehue, en las cercanías de San Felipe, Región de Valparaíso, con cerca de 62 personas intoxicadas en su mayoría menores de un liceo y de un jardín infantil y otras 106 personas fueron evacuadas como resultado de una nube tóxica. En octubre ocurrieron dos incidentes con plaguicidas, uno en la escuela Senderos de Culitrín de Paine, Región Metropolitana de Santiago, intoxicación que dio origen a dos sumarios, uno al colegio y un segundo a la Agrícola Rayenco. Otra intoxicación masiva, ocurrió el día miércoles 10 de octubre de 2018 en un predio de manzanas para exportación vecino a la escuela, afectando a 36 personas, especialmente a niños y docentes de la escuela Odessa de Río Claro, en la región del Maule. Cabe destacar que las intoxicaciones agudas se concentran entre los meses de septiembre a marzo, período de mayor utilización de plaguicidas en el sector agrícola. Desde 2015, había entrado en vigencia el Decreto Supremo N°158 referido al Reglamento sobre Condiciones para la Seguridad Sanitaria de las Personas en la Aplicación Terrestre de Plaguicidas Agrícolas. Pamela Mejías, encargada de Salud Ocupacional de la Seremi a El Centro: “En este decreto se ve cómo se regula la seguridad de la aplicación terrestre de plaguicidas agrícolas, reglamento que viene desde el año pasado, en el cual se exige que se resguarde la franja de seguridad, los periodos de reentrada, de carencia, entre otros puntos. Esto era algo que no estaba regulado porque había para la aplicación aérea pero no para la terrestre. No había nada para que protegiese por ejemplo a los trabajadores de un predio colindante al que se está aplicando plaguicida”, indicó la profesional. Sin embargo, en amplias zonas geográficas tanto en las zonas norte, centro y sur de Chile, así como en toda América Latina donde impera el modo de producción agroindustrial, es altamente probable que se continúen realizando aplicaciones con agrotóxicos fuera de las escuálidas normas establecidas, y utilizando compuestos prohibidos por su alta toxicidad. Múltiples denuncias en varios países así lo indican. De acuerdo con la Lista de PAN de Plaguicidas Altamente Peligrosos, hay registrados en Chile 28 principios activos que pueden causar cáncer.Según la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos, EPA hay 25 plaguicidas cancerígenos: 1,3 dicloropropeno, carbarilo, clorotalonil, diuron, epoxiconazole, etoprofós, fenoxicarb, folpet, imazalilo, isopirazam, isoxaflutole, kresotim-metil, mancozeb, mepanipirim, metam sodio, metiram, orizalin, oxifluorfen, permetrina, pririmicarb, procimidona, propargita, spirodiclofeno, tetraconazole, tiofanato metilo. Y tres plaguicidas clasificados como “probablemente cancerígenos” para humanos según la Agencia Internacional de Investigaciones del Cáncer, IARC: glifosato, malatión y diazinon.   Fotografía principal: telemetro.com
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