[resumen.cl] Un estudio recientemente publicado propone 8 medidas urgentes y que deben ser aplicadas de manera simultánea para restaurar la salud de los océanos ante las amenazas del cambio climático, la contaminación y distintas formas de explotación industrial como la sobrepesca o las próximas iniciativas de minería submarina. El estudio además advierte de las consecuencias para la humanidad y el planeta en caso de inacción o retraso de estas medidas.
Nuevos descubrimientos han constatado el deteriorado estado de los océanos de forma mucho más clara que antes. Hoy se reconoce que la crisis de los océanos es urgente y central para el bienestar de la vida en la Tierra y de la humanidad. Las pasadas y actuales actividades antropogénicas, es decir generadas por las sociedades humanas, están dañando de manera acelerada al principal soporte de vida en el planeta para las generaciones actuales y futuras.
El estudio constata que la humanidad está siendo testigo del incremento en la temperatura de los oceános, las perturbaciones, la acidificación, las invasiones biológicas, la excesiva carga de nutrientes y la reducción de los niveles de oxígeno.
El estudio fue realizado por investigadores de la Universidad de Plymouth son convocados por el programa Internacional del Estado de los Océanos (IPSO) sintetizaron los hallazgos de 131 estudios en cambio oceánico, y 120 de estas en los últimos 5 años)
El estudio detalla las siguientes 8 acciones prioritarias para evitar un desastre ecológico en el océano global
1- Abordar el cambio climático implementando políticas para limitar el aumento de las temperaturas a 1,5°C para el año 2100, pero preparándose para un aumento de hasta 2 y 3°C.
Esto ante el hecho que el calentamiento oceánico se está acelerando, aumentando la temperatura un 40% más rápido en promedio que lo que el panel de Naciones Unidas estimó hace 5 años.
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El calentamiento de la capa superior del océano, una consecuencia del cambio climático antropogénico, también está cambiando el clima global de las olas.
Mientras tanto, el hielo de los océanos Glacial Ártico y Glacial Antártico se está fundiendo más rápido de lo que los científicos anticiparon y el subsecuente aumento del nivel de los mares causará impactos catastróficos en todas las zonas costeras alrededor del mundo.
Uno de los autores del estudio, Jason Hall-Spencer de la Escuela de Ciencias Biológicas y Marinas señaló al portal phys.org que como experto en cambio climático y acidificación de los océanos su aporte ha sido: "destacar que las emisiones de dióxido de carbono no solamente están generando extinciones masivas en arrecifes de coral a causa de las olas de calor, sino que también están reduciendo la cantidad de oxígeno que permite la vida en el agua y haciéndola más corrosiva para organismos con conchas o esqueletos como arrecifes de coral en aguas profundas".
De hecho, el incremento de las tasas de acidificación y el calentamiento debido al incremento de los niveles de CO2 junto a la evidencia de que el océano se está volviendo menos productivo se configuran como amenazas catastróficas.
2- Asegurar un robusto y exhaustivo Tratado de Alta Mar con una Conferencia de las Partes y un Comité Científico.
Ahora, la naciones están negociando el primer tratado de conservación marina a escala global.La conferencia estaba planificada para reunirse en 4 sesiones: la primera en septiembre de 2018, la segunda entre marzo y abril de 2019; la tercera este 19 y el 30 de agosto mientras que la cuarta sería en la primera mitad de 2020.
En mayo había sido publicado el borrador del proyecto de texto de un acuerdo en el marco de la la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (CDM, o también CONVEMAR o CNUDM o UNCLOS por sus siglas en inglés). Este acuerdo está relacionado a la conservación y el uso sustentable de la diversidad biológica marina de las zonas situadas fuera de la jurisdicciones nacionales.
El tratado ha sido llamado por algunos ambientalistas como «El Acuerdo de París de alta mar» debido al alto nivel de las discusiones y a su relevancia para la conservación biológica mundial.
3- Hacer cumplir y reforzar las normas existentes para las áreas marinas protegidas y en particular para proteger totalmente las reservas marinas, y extender su alcance para proteger completamente al menos un 30% del océano.
Según un artículo publicado en Science en abril pasado, un grupo de investigación reveló los resultados de un esfuerzo de mapeo global para diseñar nuevas reservas marinas cuyo objetivo sería proteger ecosistemas clave en alta mar.
Otros grupos están trabajando en mapas usando modelos para evaluar el potencial de las reservas para alcanzar objetivos clave de conservación como proteger las zonas de alimentación o la adaptación de la vida marina a un océano en calentamiento, todo en relación con sus costos económicos.
Sin embargo, algunas visiones científicas indican que aunque se estuviera protegiendo el 30% de las áreas marinas tampoco se estaría protegiendo adecuadamente a muchas especies, esto debido a sus amplios rangos de distribución geográfica.
Otros grupos científico estarían tomando una aproximación similar, previendo escenarios de cobertura oceánica entre un 10% y un 30%.
Otro equipo propondría una división del océano entero en bloques de 50 kilómetros y los clasificarían por su valor de conservación.
Esto debería incluir la representación de todos los hábitats en alta mar. La creación de reservas también debería asegurar un manejo efectivo para prevenir efectos adversos significativos para el 100% del resto del océano que no estará protegido.
4- Adoptar una pausa precautoria para la minería submarina
Esta pausa permitirá ganar tiempo para obtener suficiente conocimiento y comprensión del medio marino para tomar decisiones informadas y de manejo efectivo.
Junto con desencadenar efectos potencialmente devastadores para organismos del fondo marino, la minería submarina puede generar perturbaciones en los reservorios de carbono en los sedimentos del fondo marino, reduciendo la capacidad de los océanos de absorber dióxido de carbono y mitigar los efectos de una emergencia climática.
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Cabe recordar que hasta ahora, 29 licencias de exploración han sido entregadas en áreas de interés comercial para actividad minera en un estimado mayor a 4 millones de kilómetros cuadrados.
5- Terminar con la sobrepesca y las prácticas pesqueras destructivas, incluyendo pesca ilegal, irregular y no reportada.
El mundo se dirige hacia un escenario alimentario crítico mientras la población humana se proyecta que alcance las 10 mil millones de personas en las próximas décadas. De esta forma, el suministro de alimentos marinos silvestres se configura como un pilar fundamental para la seguridad alimentaria global, tanto como fuente directa de proteínas y también a modo de micronutrientes que requiere la acuicultura.
Las capturas de pesquerías silvestres alcanzaron un máximo en 1996 con cerca de 130 millones de toneladas y han estado declinando a un ritmo cercano a 1 millón de toneladas cada año desde entonces, según un estudio previo de 2016 el cual mostró que las capturas eran cerca de un 50% más altas de lo que se pensaba anteriormente.
El presente estudio señala que hay un fuerte consenso de que a pesar de todos los esfuerzos, el manejo actual de las pesquerías globales no es suficientemente efectivo para asegurar la sustentabilidad de los recursos ni para limitar de manera suficiente el daño ambiental.
El estudio señala que una necesidad principal es reforzar y potenciar las regulaciones existentes, refinar y expandir los avances tecnológicos, además de usar la tecnología existente para rastrear los métodos de pesca y asegurarse que sean sustentables.
El calentamiento de los océanos además reduce la mezcla de las aguas, disminuyendo el contenido de oxígeno disuelto, lo cual implica que los peces crecerán más lento o alcanzarán menores tamaños, según había reportado un estudio previo de 2018.
6- Reducir radicalmente la contaminación marina
La contaminación con residuos químicos industriales y la contaminación con plástico son fuente de preocupación a nivel mundial. Además, la eutrofización, es decir la excesiva carga de nutrientes como nitratos y fosfatos de forma natural y/o antropogénica, afecta a cuerpos de agua continentales o marinos.
Para asegurarse de una efectiva mitigación de la contaminación, el estudio señala que es necesario realizar un manejo efectivo de las aguas residuales en las cuencas hidrográficas y comunidades costeras. Esto requiere de tecnología que reduzca los factores eutrofizadores así como los contaminantes químicos.
Además, se requiere reducir la contaminación por nutrientes. La contaminación por nitrógeno y fósforo ha tenido un impacto global en los océanos. Estos nutrientes provenientes de actividades antropogénicas en los continentes generan afloramientos algales que luego al morir, en su proceso de decaimiento pueden modificar radicalmente la alcalinidad oceánica, induciendo floraciones de algas nocivas (FAN) y cambiando las estructuras ecológicas de las comunidades costeras y pelágicas.
Un estudio previo de 2008 había constatado que las zonas muertas en los océanos costeros se han extendido de manera exponencial desde la década de 1960 y tienen graves consecuencias para el funcionamiento del ecosistema. La formación de zonas muertas ha aumentado debido al incremento de la producción primera y la eutrofización costera mundial que ha sido impulsada por la escorrentía de fertilizantes a través de los ríos y por la quema de combustibles fósiles. Este aumento de la producción primaria ha resultado en una acumulación de materia orgánica en forma de partículas, fomentando la actividad microbiana y el consumo de oxígeno disuelto en aguas del fondo marino.
Otro estudio previo de 2018 advirtió que el contenido de oxígeno de las aguas costeras y del océano abierto han disminuido durante al menos medio siglo, en gran parte debido a actividades antropogénicas que han aumentado las temperaturas globales y los nutrientes que son descargados en las aguas costeras. Estos cambios han acelerado el consumo de oxígeno mediante respiración microbiana, han reducido la solubilidad del oxígeno en el agua y han reducido la tasa de reabastecimiento de oxígeno desde la atmósfera al interior del océano, con una amplia serie de consecuencias biológicas y ecológicas.
Algunos de estos ejemplos son los afloramientos masivos de alga Sargazo (Sargassum) en el Mar Caribe y el Golfo de México, además de afloramientos nocivos en de marea roja en todo el mundo, y el incremento de la formación de zonas marinas muertas en Barbados y China.
El presente estudio propone reconocer las características de los contaminantes químicos marinos, incluidos los productos de uso personal, residuos farmacéuticos y antibióticos, químicos anti-incrustación (anti-fouling) y pesticidas. Algunos de estos químicos son persistentes en el ambiente y pueden ser transferidos a través de las redes alimentarias.
Para mitigar esta problemática el estudio apunta a restringir los químicos contaminantes descargados al mar por la actividad industrial, recalcando que la industria debe asumir el costo de certificar que sus productos no están causando inaceptables niveles de daño al océano.
Además, el estudio propone innovar y reemplazar los plásticos "de un solo uso" con alternativas biodegradables y no contaminantes. No tan solo restringir el uso de plásticos de un solo uso por la población sino que presionar a las empresas para el desarrollo de otros productos no plásticos.
7- Promover mecanismos financieros para el manejo oceánico y la protección marina.
El estudio señala que las actividades marinas que tienen impactos negativos requieren la aplicación de impuestos suficientes para internalizar suficientemente las externalidades, el costo de los bienes comunes.
Estos impuestos o aranceles podrían incentivar a una transición a actividades de menor impacto y encauzar un mejor comportamiento del sector. Mientras que los fondos recaudados podrían ayudar a implementar estas 8 acciones propuestas.
Además el estudio propone la creación de fondos globales y estructuras de seguros para la protección arrecifes de coral, montes submarinos, zonas de alta mar o del fondo marino, entre otros ecosistemas.
Junto a esto, el estudio propone el establecimiento de asociaciones público-privadas para una infraestructura de recolección datos oceánicos a nivel global.
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Ante el hecho reconocido de que hay mucho desconocimiento acerca de aspectos clave de los oćeanos, sus ecosistemas y especies, el estudio propone:
- Extender la exploración del océano mundial, mapeando y observando con particular énfasis en la recopilación de datos biológicos.
- Asegurarse de realizar adecuadas observaciones de largo plazo, ya que hay varias iniciativas que han sufrido recortes.
- Expandir la red de observación mediante boyas Argo potenciando sistemas integrados de observación de los océanos.
- Usar los avances tecnológicos para mejorar la coherencia y sistematicidad de la recopilación de datos.
Además el estudio propone mejorar la transparencia de los datos recopilados, muchas veces por el sector privado o gobiernos.
Consecuencias catastróficas ante la inacción o la realización de medidas inadecuadas
La crisis climática impactará fuertemente los océanos en las próximas décadas y centurias. Una alarmante tendencia en la declinación de los niveles de oxígeno en el océano el cual está combinado con contaminantes químicos está incrementando las áreas con hipoxia o anoxia. Cabe recordar que varios de estos procesos pueden llegar a ser irreversibles, particularmente a grandes escalas de procesos océanicos y ecológicos.
Es importante destacar el hecho de que cada cambio puede representar una pérdida para la humanidad de recursos para futuras generaciones, además de pérdida de funciones ecosistémicas, producción de oxígeno y especies.
El artículo señala que mientras más realizamos acciones inadecuadas, más se cierra el camino hacia la recuperación y hacia una mejor salud del océano y la posibilidad de que estos entreguen mayores beneficios para la humanidad en el futuro.
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Todas estas problemáticas se mantienen y empeoran la situación justo en un contexto donde corporaciones y Estados se están apurando para asegurar sus derechos de explotación en el fondo oceánico (petróleo, gas y minería submarina) sobre áreas lejanas y grandes profundidades, con sistemas regulatorios pobremente equipados para coordinar actividades y considerar potenciales impactos de una manera sistemática.
[caption id="attachment_64745" align="alignnone" width="900"] Industrias junto a la bahía de San Vicente en la Provincia de Concepción.[/caption]
Los investigadores señalan que la especie humana está en una coyuntura crítica y llaman con suma urgencia a aplicar al menos estas 8 medidas prioritarias que deben ser establecidas de manera simultánea y cuanto antes para ayudar a evitar un potencial desastre ecológico en el océano global.