ETA reafirma de modo aplastante el abandono de la lucha armada

La militancia de ETA respalda de forma aplastante la renovación estratégica operada en el «movimiento de liberación» desde 2009, y se reafirma en las decisiones tomadas por su organización. Entre ellas destaca el abandono de la lucha armada, a lo que confiere «carácter estratégico», más allá de un eventual esquema negociador. Así se recoge en una comunicación interna («Barne komunikazio orokorra») firmada por su Comité Ejecutivo.


Confirmar su adhesión a la renovación estratégica del «movimiento de liberación» iniciada en 2009; resaltar que el marco general y criterios de dicha reordenación estratégica no se encuentran, en ningún caso, en cuestión; y adelantar que para el desarrollo del proceso vasco habrá que dar pasos de calado son algunos de los criterios que recoge el documento «Barne komuninazio orokorra» de ETA, datado el pasado mes de diciembre y que está firmado por su Comité Ejecutivo.

Este documento -que, según las filtraciones de la Guardia Civil, habría sido incautado en la operación que llevó a la detención y encarcelamiento de ocho interlocutores de EPPK, y al que ha tenido acceso también GARA- ha sido utilizado estos días para poner en duda las intenciones de ETA respecto al proceso abierto.

Sin embargo, dicho documento recoge el resultado de las votaciones entre la militancia de ETA, en las que más del 80% apoya las decisiones tomadas estos años y solo el 4,2% vota en contra de la ponencia presentada en el marco del proceso de reflexión interna llevado a cabo durante meses y recientemente concluido.

La comunicación de diciembre iría dirigida al conjunto de la militancia de la organización, aunque también en otras ocasiones ETA ha difundido sus escritos, a fin de compartir e incidir con sus reflexiones, a otras personas y agentes, más allá de sus propias estructuras.

Protagonismo de la ciudadanía

Pese a las especulaciones aparecidas en los últimos días sobre las pretensiones de ETA, esta «comunicación interna de carácter general» reconoce que la decisión de abandonar la lucha armada tiene carácter estratégico, más allá de un esquema meramente negociador. En ese contexto, y en consonancia con lo decidido en el proceso de reflexión interna, da cuenta de la decisión de no crear estructura militar alguna.

Su función queda dirigida al objetivo político de que «las iniciativas de ETA respondan al reto general de llevar a término el proceso de cambio y transición a realizar en Euskal Herria».

Reclamar esa vocación política ha sido utilizado en la filtración de documento a determinados medios de comunicación -en concreto, a «El Mundo»- para lanzar la idea de que ETA pretende «autoasignarse» -se utiliza entrecomillados que no aparecen en la comunicación- la orientación de la izquierda abertzale. Si bien es cierto que ETA hace una reflexión sobre la estrategia de futuro, destaca que en su análisis reitera que debe primar el protagonismo de la ciudadanía y de los agentes vascos.

Fuentes de la izquierda abertzale consultadas por GARA consideran que, con el tratamiento ofrecido a este documento, el PP quiere insistir en su estrategia de recrear situaciones ya superadas, para intentar justificar así su actitud de boicot al proceso. Esas mismas fuentes recuerdan que ETA tiene quehaceres pendientes desde el punto de vista político, como, por ejemplo, la relación que debe entablar con Foro Social y que se ha ido posponiendo por el retraso en la constitución de la comisión de este último, por lo que resultan lógicas las referencias por parte de ETA a sus estructuras de carácter político.

Resulta chocante que se destaque de forma negativa ese aspecto y se minimice la decisión de ETA de no dedicar esfuerzos a levantar estructuras militares.

«El bloqueo busca desactivar el proceso, hay que huir de esa trampa»

El documento interno de ETA en cuestión al que ha tenido acceso GARA constituye una reflexión de carácter general, con un balance del desarrollo de los últimos años, por una parte, y una lectura sobre la estrategia que impulsa la nueva fase política, por otra. Junto a ello aparece un último apartado que se refiere al resultado del proceso de debate interno de la organización armada.

A la hora de hacer una lectura de la evolución de estos últimos años, ETA parte de que la renovación de la estrategia de la izquierda abertzale y las decisiones tomadas, «entre ellas la decisión histórica de la Organización», han abierto una nueva situación política en Euskal Herria.

Destaca, asimismo, la crisis «profunda e integral» del Estado español, así como la actitud obstruccionista de «las sucursales que las fuerzas estatales tienen en Euskal Herria», de las que afirma que buscarán impedir el proceso de transición intentando sujetar a su lado «a la burguesía vasca y al autonomismo».

Lamenta en ese sentido la posición mantenida por el PNV hasta la fecha por haber seguido la estela del Estado (cabe apuntar que el documento es anterior a los últimos acontecimientos, como la manifestación de Bilbo del pasado sábado). En cualquier caso, ETA entiende que el partido que lideran Andoni Ortuzar e Iñigo Urkullu se encuentra también condicionado por el deseo y aspiraciones del pueblo vasco, por lo que, en este momento en el que observa que se está achicando el espacio para posiciones intermedias, «resulta fundamental que las fuerzas independentistas desarrollen una estrategia eficaz» de modo que la decantación estratégica pueda ser, finalmente, favorable a Euskal Herria.

Denuncia también el documento de ETA que París se ha unido a Madrid en el ataque al proceso de búsqueda de solución al conflicto, y, por contra, valora muy positivamente la posición favorable al mismo de las fuerzas de Ipar Euskal Herria, tanto de las de adscripción exclusivamente vasca como francesa.

El análisis de la coyuntura actual se completa con apuntes sobre la situación económica, acerca del agotamiento del modelo político-institucional en Euskal Herria y en torno la renovada pujanza del derecho a decidir, además de repasar el desarrollo de la nueva estrategia y la propia actividad de la izquierda abertzale.

Destaca los «sustanciales avances» en el cambio de la correlación de fuerzas, pero se muestra consciente de que hay que redoblar esfuerzos: «El bloqueo e involución de los estados y determinados agentes políticos nos puede llevar al trance de desactivación del proceso -expone-. Hay que huir de esa trampa y poner todas las fuerzas a favor del proceso como pueblo, que tenga como objetivo conformar la mayoría vasca», considera acto seguido la organización vasca.

Desde ahí, la comunicación de ETA pasa a hacer una reflexión sobre la estrategia hacia el futuro, al objeto de llevar a cabo la transición a un nuevo marco.

En este contexto, entiende que en Euskal Herria «hay que andar el camino del proceso como pueblo» y basarlo en decisiones unilaterales, ya que «la palabra y decisión de Euskal Herria constituye el eje que caracteriza el proceso de cambio», en alusión directa al derecho a decidir.

En términos generales, para ETA, «superar el conflicto es una prioridad, pero también hay que dar pasos prácticos en la vía independentista».

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