Un fantasma recorre Europa, es el fantasma de una nueva guerra total. De Paris a Berlín, de Londres a Bruselas, la reacción en cadena de los gobiernos, apertrechados detrás de la mentira para cubrir ocho años de mirar para el lado, ocho años de silencio, ocho años donde miles de personas fueron asesinadas por el ejercito ucraniano por la única razón de vivir en regiones históricamente cercanas a Rusia, hablar su lengua y convivir en paz, por la cercanía de parientes, tíos, abuelas o primos.
Por Angel Sanhueza
Esta nueva etapa de la historia comenzó con el golpe de estado de la plaza Maidán en la capital de Ucrania, hace ya 10 años, entre noviembre de 2013 y febrero 2014. Un golpe de estado, que no dice su nombre, contra un gobierno, guste o no, elegido democráticamente pero, no del gusto de Washington, de Bruselas, ni de las principales capitales Europea.
Durante meses, las manifestaciones apoyadas por norteamericanos y europeos mantuvieron el clima de descontento que terminaría con el gobierno del presidente, Viktor Yanúkovich, al tiempo que los retratos de Stepan Banderas, colaborador activo de la Alemania Nazi durante la segunda guerra mundial, eran llevados como estandartes por los manifestantes. Una foto gigante de Banderas adornaba la municipalidad de Kiev y su rostro reproducido en miles de pancartas era pegoteado en los muros de la capital ucraniana, llegándose, en 2016 a bautizar una calle de la ciudad de Kiev con su nombre.
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En la visita del actual presidente Zelenski, a Canadá en 2023, fue invitado Yaroslav Hunka un excombatiente de las Waffen-SS quien fue homenajeado por el parlamento canadiense, ante el estupor generalizado de victimas del holocausto y del Centro Simón Wiesenthal…
Hoy, aquellas escenas parecen olvidadas y todos se preparan para la guerra. El presidente Francés Emmanuel Macron a abierto los fuegos prometiendo una fuerza de 2 mil hombres para llevarlos al frente de batalla, luego de sus declaraciones, todas las capitales europeas reaccionaron señalando que por ningún motivo enviarían tropas a Ucrania. Es de público conocimiento que desde el principio de la “operación especial rusa”, como la denomina Moscú, hay agentes y especialistas de la OTAN en el terreno asesorando al cada vez “fatigado” ejercito de Ucrania. Pero la declaración de presidente francés tubo el efecto no esperado, al ver las reacciones de las capitales europeas y sus aliados, que si bien envía armas y pertrechos desde los inicios del conflicto, no están en absoluto de acuerdo con el envío de tropas…
El presidente francés ya tiene acostumbrados a los franceses y aliados, de prometer y decir una cosa, para terminar haciendo otra, como dicen en Francia, “las declaraciones comprometen a quienes las escuchan”. La comunicación es una especialidad de Macron, aun cuando, no olvidemos es un banquero a la base, y una nueva reculada no cambia nada a sus prácticas de gobernar… Así de los tambores de guerra se pasa a 2 mil asesores, eventualmente, no combatientes… y se continua con el fructífero negocio militar .
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Millares de dólares y de euros han ido a parar a las arcas de los hacedores de guerras, porque finalmente “una buena guerra”, sobre todo no declarada, necesita armamentos y Thales un armero francés instalado en Irlanda reconoce que durante 2023 sus pedidos se han elevado por sobre los 16 mil millones de euros, (información France Info, 21 marzo 2023)… otros guardan celosamente las cifras, pero la danza se cuanta por millares.
Para nadie, ligeramente informado, es un misterio que finalmente el objeto de la guerra entre un occidente, bien disminuido, Europa, la OTAN y algunos más y Rusia esconde lo inaceptable para ellos, el desarrollo del multimperalismo, y de un espacio económico que rompe con la hegemonía unipolar de los.
Estados Unidos y de sus aliados europeos Que el fortalecimiento de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudafrica) con el ingreso, en 2023, de Arabia Saudita, Irán, Egipto, Emiratos Árabes Unidos y Etiopía, representan un potencial económico de casi la mitad de la población mundial, instancia en la cual ni Europa ni los Estados Unidos y sus aliados están representados, además de ser, algunos de los recién llegados, países claves a la hora de fijar los precios de las materias petroleras y de gas en el futuro próximo.
Pero los vientos de guerra resuenan y esto hace particularmente interesante las declaraciones de unos y otros. Por un lado la sistemática campaña que señala que Putin, porque la guerra no es con Rusia, la comunicación siempre al día en esos detalles, no se va a detener en Ucrania y que seguirá exigiendo nuevos territorios y que la seguridad de Europa depende que “Putin no gane la guerra”, “no debe ganar la guerra”, como lo ha declarado en reiteradas oportunidades Emmanuel Macron…
Sin embargo, todos saben que una potencia nuclear no puede perder una guerra, pero siguen las apuestas y los aprestos, porque entre medio hay mucho dinero que ganar… Es la misma razón por la cual los Europeos convencieron a Zelenski, cuando todo estaba listo para firmar un plan de paz y acabar con los hostilidades, tres meses después que estas habían comenzado, (2022) que debía continuar y que Europa y la Otan lo iban a apoyar “hasta el último ucraniano”… Hoy la realidad de la guerra se impone con su carga de muertos y heridos… y nadie cree que Ucrania pueda ganar nada. Sin embargo, hay nuevas dependencias a realizar y fortalecer, nuevas relaciones económicas a construir, mientras no todo esté amarrado y bien amarrado, la sangría del pueblo ucraniano y ruso, con jóvenes y menos jóvenes muriendo para satisfacer intereses que los sobrepasan largamente, continuará y las falsedades o medias verdades, continuarán…
Biden había prometido que Nord Strem no debía funcionar, lo explosionaron junto a los noruegos y los países que debían investigar el atentado se declararon sin responsabilidad para ello… Finalmente el canciller Alemán Olaf Scholz acusa a Rusia de cortar unilateralmente las provisiones de gas y petróleo y de otros productos… quizás un antiguo recuerdo de una época en Alemania, cuando un ministro de la propaganda señalaba que “una mentira repetida mil veces se convierte en verdad”.
Lo concreto y real hoy es que son las compañías norteamericanas que inundan el mercado europeo de gas y petróleo, más caro por supuesto, reemplazando parte del crudo y el gas barato que venía de Rusia. Por otro lado cada cual se las arregla para seguir comprando, bajo cuerda, petróleo y gas ruso… Así va la guerra, sus misterios e intereses económicos.
Desde la noche de los tiempos las guerras han sido de conquista, por territorios, materias primas y dinero… Hoy, y hay que señalarlo, la guerra desde ese punto de vista no la ha comenzado Rusia… En su último libro Emmanuel Todd, “La derrota de occidente”, el historiador, sociólogo y demógrafo francés nos explica, con antecedentes concretos el porqué Rusia no puede iniciar guerras de expansión… a Saber 17 millones de metros cuadrados de territorio, el país más extenso del mundo y apenas 147 millones de habitantes… imposible en esas condiciones de reponer las perdidas humanas del frente de batalla, menos aún cuando la Otan en Europa con un territorio más pequeño cuenta con mas de 800 millones de habitantes.
Desde Sun Tzu hasta Clausewits y tantos otros, esas condiciones materiales hacen imposible cualquier veleidad guerrera de parte de Rusia… Desde la antigüedad las guerras se han hecho cuando se pueden ganar o al menos no perder el territorio y las condiciones desde las cuales se parte. Sin embargo, las antiguas y no tan antiguas potencias coloniales y los viejos imperialismo, gastados y seniles, se aferran a un capitalismo que va mutando, que siempre ha cambiado para recomponer sus capacidades de apropiar nueva plusvalía y seguir sometiendo a los pueblos, y que ya ha encontrado los nuevos paladines para continuar, en nuevas condiciones, con la súper explotación y la depredación de los recursos del planeta.