[resumen.cl] El centro Cultural por la Memoria La Monche nació el año 2014 en el contexto de la edición del libro “Voces transgresoras a 40 años del Golpe” que compiló distintos testimonios de violencias políticas sexuales vividas por mujeres en el período de dictadura militar. Desde ese año, el Centro ha convocado y participado en distintas actividades, como charlas, exposiciones, murales y marchas, haciendo visible la experiencia de las mujeres en Concepción en tal época. Hoy, el Centro Cultural La Monche preparara una obra de teatro documental con la misma temática.
En el marco de todas estas acciones político culturales, se realizó un mural en el sector de Lorenzo Arenas, el que la mañana del 13 de febrero apareció tapado por la frase “Jesús es el Señor”. Ante ello, el Centro Cultural, expresó su repudio a esta acción de motivación religiosa, la cual expresa el rol retardatario cumplido por diversas religiones ante la lucha de las mujeres por la conquista de garantías como su autonomía respecto al hombre y su derecho a abortar.
A continuación exponemos la comunicación de Mildra Kuruf del Centro Cultural por la Memoria La Monche a propósito de esta situación:
El 2016 se inicia una creación artística que visibiliza a las mujeres que sufrieron violencia política sexual en tiempos de dictadura proceso colectivo y autogestionado que duró 4 meses, y dio origen a una muestra fotográfica instalada en el sector de Lorenzo Arenas de Concepción en el marco del 11 de septiembre. El año recién pasado se reinstala este mural, el 25 de noviembre en conmemoración del día internacional de la No violencia hacia las mujeres.
El día de ayer, 13 de febrero de 2017 amaneció la pared pintada de blanco blanca con el escrito “Jesús es el Señor” acto que catalogamos de violento, misógino y que vulnera a los derechos humanos de las mujeres. Es una instancia fascista, con cero conciencia de lo que significa borrar una creación artística de manifestación cultural política dejando en claro cómo estas ideas religiosas maltratan a las mujeres siendo cómplices de todas las violencias que las mujeres hemos sufrido.
