[resumen.cl] A las 01:30 de la madrugada de este jueves 13 de agosto ingresó al hospital militar Hernán Ramírez Rurange, general en retiro y ex jefe de la DINE con una bala de un revolver calibre 32 en el cráneo. El criminal se suicidó tras haber sido condenado hace pocos días por el asesinato de Eugenio Berríos, el químico de la DINA en 1995. Falleció por la gravedad de las heridas a las 03:20 horas.
Ramírez Rurange fue condenado a 10 años y un día de cárcel por su responsabilidad como autor en un delito de secuestro y 10 años y un día por el delito de asociación ilícita, sin beneficios por la segunda sala de la Corte Suprema este martes 11 de agosto por el crimen del ex químico de la DINA Eugenio Berríos.
El siniestro Berríos era el químico encargado de la fabricación del temido gas sarín y otros tóxicos utilizados por la DINA para atentar contra los opositores a la dictadura y a todos quienes se opusieran a sus bestiales métodos. Fue secuestrado por una serie de personajes de las FFAA, dentro de ellos Ramírez Rurange en el 91. El cadáver del químico fue encontrado en una playa de Uruguay con impactos de bala en la cabeza.
Berríos Sagredo fue considerado un sujeto peligroso no solo por las armas químicas que fabricaba, sino también por la información que manejaba y que resulta peligroso para quienes hasta la actualidad se benefician de los mentados “pactos de silencio”.
El propio Ramírez Rurange declaró a la justicia que fue Pinochet quien le ordenó directamente sacar del país a Berríos. Cuando esto ocurría, el propio dictador encargaba al ex auditor general del Ejército, Fernando Torres Silva realizar la “Operación Silencio” que consistió en sacar a las bestias de los organismos de inteligencia, que pudieran ser requeridos por la justicia, fuera del país. Torres Silva fue procesado el 21 de noviembre de 2000 como encubridor del homicidio del presidente de la ANEF, Tucapel Jiménez, asesinato perpetrado por miembros de la CNI en febrero de 1982. Torres Silva ha sido la muestra de como la justicia militar se ha abocado a proporcionar impunidad a los crímenes de terrorismo de estado cometidos en Dictadura.
Humberto Oviedo, General del Ejército confirmó hace unos días que en la actualidad hay 36 efectivos del ejército vinculados a la CNI que aún trabajan en la institución.
El suicidio de Ramírez Rurange se da en medio de cuestionamientos al gobierno y las FFAA por permitir cárceles lujosas para violadores de DDHH, por no derogar la justicia militar y avalar el silencio de las instituciones armadas que han permitido la impunidad de criminales de lesa humanidad y el bloqueo al acceso a la información de los mismos.