Exclusivo: Video muestra cómo patrulla de la Armada atropelló y mató a manifestante en Talcahuano el 21 de octubre

Fiscalía sólo acusa "imprudencia" en el atropello de la Armada Por RESUMEN e INTERFERENCIA En el registro audiovisual, grabado por cámaras de una empresa pesquera, se ve cómo el vehículo persigue a alta velocidad a varias personas, matando de forma instantánea a Manuel Rebolledo Navarrete. El uniformado se encuentra sólo con arraigo nacional y firma quincenal. También puedes leer: ARCHIVO | Infantes de marina matan a un manifestante en Talcahuano A fines de febrero, en una entrevista con T13 Radio, el ministro de Defensa, Alberto Espina, respaldó el comportamiento de las Fuerzas Armadas durante la contingencia del ‘Estallido Social’, asegurando que "las FF.AA. no tuvieron casos de violación a los Derechos Humanos, y cumplieron rigurosamente los protocolos de reglas del uso de la fuerza". Si bien esta afirmación fue rápidamente refutada por organismos nacionales como el INDH e internacionales como Amnistía Internacional, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Human Rights Watch, entre otras, Espina no reculó en su afirmación. Ahora un nuevo antecedente aparece en la mesa: un video –obtenido por RESUMEN e INTERFERENCIA– da cuentas de la intencionalidad de la Armada en el atropello de una persona, la que murió inmediatamente. Durante la tarde del 21 de octubre en Talcahuano, dos días después del inicio de las protestas populares en el Biobío, un camión militar con efectivos de la Armada en su interior atropelló y dio muerte a Manuel Alejandro Rebolledo Navarrete, también conocido entre sus cercanos de la población Libertad como ‘El Polera’. El Ministerio Público –a cargo del fiscal jefe de Talcahuano, Julián Muñoz–, al día siguiente formalizó al infante de marina encargado de conducir el vehículo. El sujeto, identificado como Leonardo Esteban Medina Caamaño, fue acusado por cuasidelito de homicidio, por lo que la Fiscalía se limitó a solicitar la medida cautelar de arraigo nacional y firma quincenal, puesto que este delito, que sólo arriesga una pena máxima de tres años y un día de cárcel, podía ser cumplido en libertad por los nulos antecedentes previos del uniformado. Posteriormente el contralmirante Carlos Huber -quien se encontraba a cargo de la zona en estado de emergencia en el Biobío- señaló a BioBioChile que “él (Medina Caamaño) no tiene ningún problema de volver a sus funciones. Cuenta con todo mi respaldo de poder seguir mientras dure la investigación”. Por lo mismo, se da a entender que hasta el día de hoy Medina Caamaño se encontraría en funciones. Todo esto causó la indignación de amigos y familiares de Manuel Rebolledo, puesto que la decisión de Fiscalía, amparada por la jueza Mariangela Mayela Thiele Cantero del Juzgado de Garantía de Talcahuano, a lo menos, parecía apresurada. El registro que da cuenta del asesinato Medina Caamaño, el infante de marina que conducía el vehículo con que se dio muerte a Manuel Rebolledo, declaró en la audiencia del 22 de octubre: “Mi teniente me señala que tuviera cuidado, ya que venían tres individuos por mi costado, por mi lado derecho. Dos de esos corren por detrás del camión. Uno de ellos por delante. Frené, esta persona resbaló. No lo vi más. El camión, una vez que frené, siguió deslizándose como unos metros. Al detenerse bajé enseguida a ver a la persona, vi que estaba en la parte posterior derecha del camión boca abajo. Lo giré, le tomé el pulso, tenía pulso, le saque la capucha que llevaba puesta. Aprecié que tenía sangre en el lado izquierdo de su cara y en el oído. Se llama a la ambulancia, y luego se desarrolla el procedimiento tendiente a resguardar a la víctima que lamentablemente falleció”, según el antecedente publicado por The Clinic. Sin embargo, el registro al cual accedió RESUMEN e INTERFERENCIA, muestra que el relato del marino imputado no es preciso. Un video grabado desde el acceso de camiones de una empresa pesquera muestra –según su hora registrada– que a las 18:30 horas de ese 21 de octubre habían pobladores manifestándose en la avenida Gran Bretaña del sector. Minutos después se observa cómo personas ingresan a las instalaciones de la empresa. Tan solo 6 minutos después se ve que comienzan a huir del lugar. Un grupo de tres personas queda rezagado y cerca de las 18:44 se observa a un camión de la Infantería de Marina aproximándose a toda velocidad. Al verlo, Manuel Rebolledo y el grupo retrocede para intentar huir hacia la población. Sin embargo, el camión toma curso directo para interceptarlos, saliéndose de la calle e ingresando al sitio eriazo por donde escapaban. Manuel se tropezó y el camión lo arrolló de inmediato. Los otros pobladores se salvaron por pocos metros de ser atropellados y continuaron huyendo del lugar. El camión venía cargado con tropas que se bajaron a rodear el malogrado cadáver de Manuel. Su cabeza fue aplastada y perdió masa encefálica. Luego llegaría una ambulancia y Carabineros al lugar, constatándose su muerte. El caso y la Marina La resolución de este caso podría tener como precedente lo ocurrido con Jorge ‘Neco’ Mora, barrista que resultó muerto tras ser atropellado por un camión de Carabineros en las afueras del Estadio Monumental. En esa oportunidad, el INDH se querelló por la muerte del hincha, pero fue excluido del proceso al establecerse que el caso se trataba de un cuasidelito de homicidio, donde la institución nacional a cargo de la defensoría de los Derechos Humanos queda fuera. En esta oportunidad, de confirmarse en la audiencia de este jueves dicha figura legal, podría ocurrir lo mismo. En paralelo, uno de los hechos más preocupantes en el Biobío, es que durante los más recientes estados de excepción constitucional, la infantería de Marina lleva dos crímenes en la zona. El 10 de marzo de 2010, poco después del terremoto del 27F, el poblador de Hualpén, David Riquelme Ruiz, fue asesinado cuando la Provincia de Concepción estaba bajo estado de catástrofe y toque de queda. David Riquelme había ido a comprar cigarros junto a un amigo cuando los encontró una patrulla de Infantería de Marina. Los tiraron al suelo y los empezaron a golpear, los subieron a un vehículo mientras los seguían golpeando con dirección a Lenga. La golpiza continuó y cuando los fueron a devolver los tiraron en una cancha de fútbol. Los marinos abandonaron el lugar y David murió poco después producto de los golpes. Este asesinato ocurrido hace 10 años, junto al de Manuel Rebolledo de este pasado 2019, son una preocupante muestra de la preparación de las Fuerzas Armadas que aún operan con la lógica del enemigo interno, es decir: atacar a su propio pueblo cuando se les dé la orden de salir a las calles. RESUMEN e INTERFERENCIA contactaron a la Fiscalía del Biobío, Armada y Ministerio de Defensa, pero quedaron de responder durante los próximos días.
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