“Exigimos una expropiación justa, basta de usuras”
Ayer jueves un vecino fue expulsado de su casa por carabineros, acción que sus pares rechazaron esta mañana marchando por las calles tomecinas, interrumpiendo el normal funcionamiento de las arterias principales de la comuna. El objetivo demostrar su rotundo rechazo a la dictatorial y usurera expropiación de sus viviendas por parte del SERVIU.
Son 18 familias del sector Avenida LaTorre que hace unos meses han sido amenazadas por una expropiación injusta y que este 22 de mayo según el SERVIU se debería concretizar su desalojo. María Garrido nos explica “Nosotros lo que queremos es que nos paguen lo justo, es decir, que con este dinero podamos acceder a una casa igual o mejor a lo que tenemos” asimismo agrega que son migajas lo que les propone el SERVIU “nos están obligando a aceptar 1.8 UF por metro cuadrado, en cambio el metro cuadrado de los edificios Santa Beatriz se paga a 16 UF(departamentos que se están construyendo al lado de las viviendas de estos vecinos)”
Igualmente una vecina nos cuenta que “donde vivimos es privilegiado, ya que es el centro de Tomé, cercano a hospitales, transporte, servicios comerciales y recintos educacionales, irnos al cerro sería aislarnos”
La última propuesta por parte del SERVIU fue lo que originó que los vecinos decidieran visibilizar su conflicto, porque fue nuevamente una burla. Les ofrecían el pago de sus metros cuadrados y terreno lo que oscilaban en un total de 15 millones de pesos y ellos aumentaban 3 millones de pesos más, es decir, los pobladores recibirían 18 millones aproximadamente por sus viviendas.
Pero no son solo los propietarios los que están lidiando con esta injusta expropiación, hay un grupo de vecinos que arrienda terrenos en este sector a Ferrocarriles que igualmente se encuentran a la deriva. Marisela Flores, nos explica que ellos son 4 familias que se encuentran en los terrenos de ferrocarriles en situación de arrendatarios y que han determinado resistir el desalojo, porque exigen lo pactado con el SERVIU: un subsidio de arriendo. Éste fue prometido en diciembre del 2011, pero hasta el día de hoy no reciben nada.
Asimismo nos cuenta que la mayoría de sus vecinos se han ido, porque por una parte creían que efectivamente el SERVIU les entregaría el subsidio de arriendo y también no resistieron las constantes presiones por parte la institución estatal, la intimidación de echarlos con carabineros, y los ruidos de las máquinas que amenazaban la demolición de sus casas.
Marisela finalmente afirma que ella seguirá viviendo en su casa hasta que el subsidio de arriendo sea efectivo, ya que no tiene para pagar un arriendo de más de 100 mil pesos (que es lo que están pidiendo en Tomé), pues su marido solo recibe sueldo mínimo (182 mil pesos)
En relación a las autoridades tanto municipales como del gobierno, los vecinos los señalan como parte del problema y que en definitiva velan solo por los intereses de los empresarios que han visto en estos terrenos costeros un próspero negocio inmobiliario y turístico.
Los vecinos están decididos a recibir un pago que les permita acceder a viviendas adecuadas por lo que no descartan nuevas movilizaciones, pero esta vez en Concepción y en dependencias del SERVIU regional.
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