Explotación de “tierras raras” en Penco: La contaminación tras las tecnologías limpias

En Penco
La primera semana de enero la empresa BioLantánidos informó a la prensa de su iniciativa en Penco de explotar lantánidos -tierras raras- desde sus cerros. Los lantánidos son metales blandos utilizados en la fabricación de aparatos tecnológicos como cámaras digitales, teléfonos inteligentes, televisores LED, láseres, electroimanes, memorias de computadoras, paneles fotovoltaicos, baterías recargables, aviones no tripulados o drones, sistemas de guías de misiles, etc. cuyo mayor exportador es China que concentra más de la mitad de la producción de tierras raras.   Según informa su portal de internet, “China concentra entre el 90% y 95% de la producción de Lantánidos a nivel mundial. No obstante, por medio del proyecto BioLantánidos Chile podría destacarse en la industria como mercado proveedor.” aclara también que “actualmente estos elementos son de suma importancia debido a que diariamente son usados en la fabricación de aparatos tecnológicos como notebooks, tablets, teléfonos inteligentes, equipos láser y tecnología de aviación, entre otros.”   Los lantánidos juegan un rol central en los procesos de producción de productos “eficientes” y no contaminantes, como por ejemplo la tecnología LED. Paradojalmente, es el proceso de producción de los metales que componen los productos de tecnologías “no contaminantes” lo que generaría mayor contaminación. Como señala la Agencia Reuters, refiriéndose a las minas de estos metales al interior de Mongolia en China, “El intento de China por contar con un futuro más ecológico en base a minerales de tierras raras parece estar a un mundo de distancia de Ren Limin -trabajador de una mina-, quien echa terrones de estos materiales en un cobertizo lleno de gases y químicos” El reportaje agrega que “Cerca de la ciudad de Baotou, donde el Grupo Baotou Steel Rare-Earth procesa los metales a gran escala, habitantes del lugar dijeron que las toxinas resultantes estaban envenenando el agua, el aire, los cultivos y a los niños. Al menos un funcionario ha respaldado dicha afirmación. "Si tomamos en cuenta los recursos y los costos ambientales, el progreso de la inusual industria de las tierras ha tenido un enorme costo para la sociedad", escribió en un estudio publicado el año pasado Su Wenqing, un funcionario de la industria de tierras raras de Baotou.”   Citando al gobierno chino, La Gran Época señala que “los metales pesados de la minería dañaron el suelo y causado “fuerte contaminación de aguas tanto superficiales como subterráneas y de las tierras de cultivo”. Agrega también que en algunas áreas, “la excesiva minería de tierras raras ha resultado en desprendimientos de tierras, ríos obstruidos, emergencias de contaminación ambiental, e incluso mayores accidentes y desastres, causando gran daño a la seguridad y salud del pueblo, y el ambiente ecológico”.   El auge de la producción de tierras raras fuera de las fronteras chinas se da principalmente por 2 razones: el aumento de precio debido a que la mayor parte del consumo se vuelca hacia la misma China y precisamente, por el desastre medioambiental producido por la explotación de los metales en el gigante asiático. Según informa Salvador Capote de la Agencia latinoamericana de informaciones “El costo medioambiental es también alto, por cada tonelada de tierras raras que se extrae se pierden 300 metros cuadrados de suelo y se producen alrededor de 12,000 metros cúbicos de residuos que contienen compuestos altamente tóxicos. Además, vienen acompañadas casi siempre de elementos radioactivos contaminantes, como el torio.” Es importante contar con estos antecedentes en un país donde la institucionalidad y las leyes ambientales son fuertemente cuestionadas por no detener proyectos a los que las comunidades locales se oponen. En particular en la Región del Biobío, precisamente en la Bahía de Concepción, en Coronel y la zona de Arauco contamos con el funcionamiento de gran parte de la industria contaminante del país, llegando a quedar dentro de la definición de zona de sacrificio. Si bien el proyecto de BioLantidos se propone un proyecto alejado de estas prácticas, no es antojadizo dudar de un proyecto que en papel parece limpio si hay antecedentes que demuestran otra realidad. En un país donde el extractivismo minero ha causado estragos contaminando el suelo y los cursos de agua poniendo en riesgo la sobrevivencia de la población, es un deber.   Dentro de los inversionistas del proyecto BioLantanidos, de Minería Activa se encuentra Larraín Vial S.A., el mismo grupo financiero involucrado en el escándalo del Caso Cascadas, aún en investigación por posible vulneración de las leyes del mercado de valores.     Foto: http://spanish.china.org.cn
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