La noticia llegó vía mail. Desde Alemania, Ariosto Müller Alarcón comunicaba el fallecimiento del periodista penquista, Carlos Alvaro Rojas Aguayo. Su deceso causó pesar entre sus colegas de la zona que lo conocieron y compartieron vivencias laborales y de vida con él.

Alvaro Rojas vivía en la localidad de Esslingen, Sttutgart, en el sur de Alemania, junto a su esposa Elke. Tenía 73 años, cinco hijos y dos nietos, y una numerosa familia chilena, a la cual visitaba cada vez que venía al país.

Uno de sus hermanos, Francisco, escribió en la página Facebook del Colegio de Periodistas, el día 9 de septiembre: “Mi hermano, Carlos Alvaro Rojas Aguayo, ha muerto…”

Alvaro estudió en la Universidad de Concepción donde compartió aprendizajes e ideales, según relata su hermano Francisco: “No claudicó jamás en sus convicciones y  su profundo amor por Chile. Su legado al periodismo nacional tiene hitos importantes como la dirección de la toma del diario El Sur de Concepción en 1971 exigiendo derechos laborales y libertad de prensa en Chile“, relata.  Eso ocurrió el 22 de octubre de 1971.

Del mismo modo, recuerda su participación en la creación de medios de prensa del cordón industrial Cerrillos de Concepción, durante el gobierno de la Unidad Popular. 

Tras el golpe militar del 11 de septiembre de 1973, fue detenido y permaneció en el centro de detención de la Isla Quiriquina, en Talcahuano. Partió al exilio, pero en Alemania, donde se estableció, siguió pendiente de lo que ocurría en su país  y es así como colaboró en la edición de la Revista Análisis, en el exterior, cuando sufrió la censura por parte de la dictadura militar. 

Asimismo, organizó el Primer Encuentro de Periodistas Chilenos en el exterior y fue un fuerte defensor de la libertad de prensa y los derechos de los periodista, a través de la generación de una serie de medios informativos.

En 1996, editó el periódico digital www.elchileno.cl “Chile en el mundo, el mundo en Chile”, es su eslogan. 

“Alvaro-dice su hermano Francisco- un intelectual de su época, republicano, marxista y multidisciplinario. Perteneció a la generación de los inclaudicables y de una visión democrática bolivariana. Con profundo dolor y pena por su ausencia presente escribo estas palabras. Mi hermano mayor fue un ejemplo de ciudadano consecuente que supo mantener sus valores y convicciones de manera ejemplar“.

Este lunes 15, sus restos fueron incinerados y se indicó que sus cenizas serían traídas próximamente a Chile.

Fuente:  http://www.tribunadelbiobio.cl/portal/index.php?option=com_content&task=view&id=8853&Itemid=100