Fenats Bío Bío: Los Hospitales son de todos los chilenos

En Salud

altLas condiciones de los hospitales de la región, como centros de atención y lugares de trabajo, eran ya preocupantes en los gobiernos de la Concertación. Trabajadores del Hospital Guillermo Grant Benavente nos señalaron el periodo anterior, como una etapa de resistencia de los trabajadores a la privatización del derecho básico.

Tras el 27 de Febrero, las condiciones se tornaron aún más adversas para los trabajadores. Jorge Figueroa, presidente de la Fenats (Federación Nacional de Trabajadores de la Salud) regional, nos comenta que hay 800 trabajadores damnificados, de ellos, 255 se ecuentran en una situación grave y 107 lo perdieron todo. Además de ello, deben lidiar con las políticas del nuevo gobierno.

A concesionar que el mundo se va a acabar

El gobierno central frente a la reconstrucción de los hospitales destruídos, por falta de recursos estatales, ha planteado como solución mesiánica la concesión de 18 hospitales. Según el ministro de salud, Jaime Mañalich, en declaración del 13 de Abril, hay disposición del gobierno en concesionar su “construcción y administración”. Concesión siginificaría un paso más en la privatización, pues además de la externalización de servicios – desvinculación de trabajadores de planta por trabajadores subcontratados por menores sueldos y beneficios- impulsada por los gobiernos concertacionistas, se pretende licitar, para la adjudicación de empresas privadas, su construcción y administración (donde hay gran cantidad de trabajadores públicos).

Para la Fenats Regional, eso constituiría un error, pues se le entregan oportunidades al sector privado cuando lo que se debe hacer es fortalecer lo público. En su declaración señalan “mil camas ya fueron licitadas y adjudicadas al sector privado por un valor de $350.000 diarios cada una de ellas, en circunstancias que dentro de nuestra red hospitalaria existen centenares de camas cerradas por faltas de recursos y personal”

Para Figueroa, hablar de concesión en la salud pública, equivale a hablar de un local comercial “donde cada concesionario ofrece sus productos”. Una solución mucho más adecuada, para la Fenats regional, sería cobrar un verdadero royalty minero o pedir un préstamo del extranjero, como lo que se hizo el 85. Pero, concesionar, de ninguna forma, pues significa entregar la salud pública al negocio privado, cuya prioridad no es la salud de las personas, sino el lucro. “Ello se ve reflejado, por ejemplo, en la colusión en los precios de los medicamentos por parte de las farmacias, que no tuvieron ningún respeto por las personas que consumen fármacos por una cuestión de vida o muerte”.

Según Jorge, “un empresario si se hace cargo por ejemplo, de rayos y observa que le llegan solo radiografías de cadera y no scanner, su prioridad va a ser utilizar el scanner porque ahí va a ganar más plata. ¿Qué lógica de salud hay en esa acción?”

El traspaso a los municipios

Otro peligro para la salud pública, en la región, es el traspaso del Cesfam Víctor Manuel Fernández y el Cesfam Violeta Parra a sus respectivas municipalidades. Según Jorge, el financiamiento que reciben directamente del gobierno central, permite que estos Cesfam tengan especialidades y equipos para odontología o psiquiatría, lo que choca frente a la precariedad del presupuesto entregado por los municipios al resto de los Cesfam. “La municipalización es un traspaso ciego, porque es el Alcalde el que decide quién se queda y quién se va, sin que necesariamente sepa algo de salud. Por otra parte, se desfinacia aún más la Salud. Por ejemplo, el Cesfam Violeta Parra tiene un presupuesto de 5 mil millones en el año, si pasa al municipio tiene que compartir un presupuesto de 3 mil millones, con 7 Cesfam más.”

Cabe mencionar la crisis finaciera que viven los Municipios. El Alcalde de Concepción, Patricio Kuhn (oficialista), frente a la crisis que vive su municipio, tras la gestión de Jaqueline Van Rysselberghe,  tuvo la idea de vender patrimonio público. También el caso de los profesores que demandaron a la municipalidad por no pago de deudas. O el caso del propio abogado de la Municipalidad que la denunció por no haber cancelado el arriendo del lugar en que se asienta una institución municipal. ¿Qué sentido tendría traspasar el Cesfam V. M. Fernández a una Municipalidad en ruinas?
Como nos señala Jorge “los desastres de la municipalización se pueden ver en las condiciones en que está la educación y en la precariedad de sus Cesfam. Es totalmente contradictorio que el gobierno central se desvincule aún más de la salud traspasándoselo a municipios que no pueden manternerlos económica, administrativa ni profesionalmente.”

Los Centros Comunitario de Salud.


Tras este hermoso nombre hay un verdadero peligro. La propuesta del gobierno de turno son los  Centros comunitarios de salud. Estos hospitales funcionarían con financiamiento municipal-privado, pero serían concesionados, lo que significaría que distintas contratistas funcionarían en un hospital. Un verdadero impulso al negocio privado, en la salud pública.

Para Jorge, la Salud Pública logra funcionar de alguna forma, por la resistencia a las políticas privatizadoras, que han impulsado sus trabajadores. Gracias a ello, se han logrado manterner varios trabajadores de planta, frente a la subcontratción de personal impuesta por el gobierno y la precariedad laboral a que ésta conlleva a quienes tienen en sus manos la salud de la mayor parte de la población. Incluso, muchas mejoras al sistema han ocurrido por sus movilizaciones.

La política de subcotratación elimina el freno que por largos años han tenido el lucro con uno de los derechos básicos: el sindicato. “Yo quiero recordar- nos señala Jorge- , que los hospitales públicos que tenemos en estos momentos, son de todos los chilenos. De todo el mundo que coloca su dinero ahí, para que pudiese construirse y funcionar. Entonces no puede haber un gobierno que traspase eso a los privados o hacer lo que quiera con ellos. Deben existir los plebiscitos, las consultas a las personas para saber lo que va a ocurrir con su patrimonio, y no imposiciones de los que gobiernan.”

Para la Fenats entregar la salud a los privados significa el fin de la organización de los trabajadores y la salud pública.

Las instituciones públicas de salud atienden al 80% de la población. Las ISAPRE sólo el 20%.

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