En lo que podría ser denominado como un nuevo capítulo de la espectacular película dirigida por Luis Chamorro, este lunes en el tribunal de Collipulli se desarrolló una audiencia para revisar la prisión preventiva del werken de Wente Winkul Mapu, Daniel Melinao.
En ella, el fantasioso fiscal antimapuche, junto con pedir más plazo para investigar la muerte del sargento Hugo Albornoz, ampliaba también la formalización del dirigente mapuche de Chequenco.
Aunque en lo primero no le fue tan bien y el plazo se cierra inexorablemente el próximo 25 de julio; lo que llama la atención es la reformalización de Daniel Melinao. Y es que Chamorro ahora no sólo lo acusa de “coautor” de la muerte de Albornoz, sino que además le achaca las lesiones graves y menos graves a otros dos uniformados que habrían sido heridos ese mismo día. Claro que el informe del Servicio Médico Legal acerca de las lesiones de los policías fue pedido recién el pasado 25 de mayo, es decir a más de un año del hecho.
Recordemos que, respecto de la herida mortal que recibió el carabinero, la institución informó profusamente que habría ocurrido en un camino, donde habrían sido emboscados, en tanto que la comunidad ha dicho que el incidente ocurrió en el patio de una casa, alejado de cualquier ruta y en medio de incidentes provocados por la irrupción de varios grupos de policías por distintos sectores de la comunidad. Esta tesis fue seguida y corroborada por los peritajes realizados por la PDI.
Proceso irregular
A la falta de pruebas concretas y a la escasa prolijidad con que se ha llevado el proceso, se debe sumar que el fiscal Chamorro se encuentra en calidad de persecutor y víctima al mismo tiempo, dado que él habría estado a cargo del operativo que allanó violentamente la comunidad el día del incidente.