[resumen.cl] Este martes en Concepción, así como en diversas ciudades del país, se realizó la primera marcha por el fin al negocio de la educación de 2017. Ésta fue convocada por la Confederación de Estudiantes de Chile [CONFECH] con el propósito de visibilizar el descontento de la comunidad estudiantil y la sociedad en general respecto al proyecto de Ley de Reforma a la Educación Superior firmado por Bachelet en julio de 2016. A la marcha se adhirió el Colegio de Profesores y en Concepción, docentes de algunas comunas de la provincia, marcharon junto con los estudiantes, así como también trabajadores agrupados en la Coordinadora No Más AFP.

La CONFECH ha afirmado que el proyecto de ley no integra las exigencias que el movimiento social planteó el 2011, pues persiste el financiamiento de la educación a través del endeudamiento y las subvenciones [becas de gratuidad y otras asignaciones]. A través de estos mecanismos, los propietarios de bancos e instituciones de educación superior podrán seguir lucrando. Más aun, el proyecto de ley sólo contempla la penalización del lucro para el caso de dueños de universidades, sin establecer sanciones para los controladores de Institutos Profesionales o Centros de Formación Técnica. Junto con ello, se mantiene el viciado sistema de acreditaciones, además no se exige que los controladores rindan cuentas a la comunidad sobre el uso de los recursos y menos que ésta pueda deliberar de manera vinculante sobre su uso.

En cuanto a la formación académica, los estudiantes reclaman la inexistencia de un plan de fortalecimiento que empiece por ejecutar acciones de investigación e intervención social al servicio de la comunidad y que revierta las condiciones de precariedad laboral a la cual están sometidos los nuevos investigadores y profesores. También se critica el hecho que la reubicación de los estudiantes estafados en Universidades como Del Mar, han sido reubicados en otras instituciones privadas, las cuales han hecho pingües negocios, con el pago de sus aranceles sin entregar preparación académica adecuada.

En Concepción, la marcha acabó en la Plaza Independencia donde estudiantes secundarios y universitarios interrumpieron la Avenida O'higgins en protesta por el despotismo mostrado por el Gobierno y la clase política al defender el negocio de la venta de títulos técnicos y profesionales. Luego de recibir las embestidas de Fuerzas Especiales de Carabineros se trasladaron hasta el sector de Plaza Perú y las inmediaciones de la Universidad de Concepción, donde guardias privados se encontraban apostados en puntos fijos en torno a la Laguna y el casino de Los Patos.

Resumen presenció violentas detenciones realizadas personal de civil al interior del campus. Un manifestante fue reducido por civiles e ingresado al interior del edificio de la antigua morgue de la universidad. Los enfrentamientos se desarrollaron en calle Chacabuco en torno a la Facultad de Ciencias Biológicas (El Arco), y al estacionamiento frente a Rectoría en las calles Edmundo Larenas con Víctor Lamas. Al cierre de esta nota la cantidad de jóvenes detenidos no está aun determinada.

Tendenciosamente, las empresas del rubro comunicacional han puesto el énfasis en las repercusiones materiales de la movilización, soslayando los gravísimos motivos de ésta y creando artificiosamente una disposición criminalizadora hacia la protesta. La prensa empresarial busca engañar al no reconocer que la voluntad de las mayorías del país ha sido ninguneada por los políticos de carrera e insiste en condenar a quienes se resisten a resignarse. Ante ello, la comunidad no puede engañarse, no puede sentirse culpable de actuar para revertir esta situación, ni culpar a quienes denuncian y rechazan esta arbitrariedad que se instala como una nueva mofa.