Nicole Villanueva O. / resumen.cl

La intervención dio lugar en primera instancia a una cueca interpretada por Patricia Chavarría y Gina, las mujeres bailaron “La cueca sola” alzando sus pañuelos rojos en señal de denuncia en nombre de aquellas compañeras ejecutadas y desaparecidas por la dictadura. A continuación, vendaron sus ojos como expresión de aquello que la dictadura pretendió hacer, acallarlas y cegarlas: hoy sacaron sus vendas para decir que no hay olvido ni perdón, el Estado tiene una deuda pendiente, no más impunidad para los violadores y torturadores. En el lugar estuvo presente también, acompañando la lucha, la Coordinadora de ex presos políticos.

Ester Hernández Cid, presidenta del Centro Cultural comenta que el motivo de la funa es denunciar el horroroso atropello que ejerció la dictadura militar, que hoy se encuentra impune, debido a que el Estado no califica como delito la violencia política sexual y por tanto no hay castigo. Además, las afectadas no pueden presentar demandas fácilmente, debido a la dificultad que les significa el proceso. Por ello decidieron realizar una funa al Estado, que no se ha encargado de crear políticas y leyes que protejan a las víctimas, además de hacer un llamado a la sociedad para que visibilice dicho flagelo, en nombre de todas y todos sus compañeros secuestrados y asesinados.

La Comisión Nacional sobre política y tortura de 2003 acogió el testimonio de 3,399 mujeres víctimas de violencia sexual en dictadura, 316 de ellas fueron violadas, muchas de ellas estando embarazadas. Los actos de tortura y abuso ocasionaron el aborto de 20 mujeres, además 13 de ellas informaron que fueron embarazadas por quienes las capturaron. Solo 6 de esos embarazos llegaron a término, sin embargo, el Estado de Chile a lo largo de los años no ha castigado justamente a los culpables de estos horrorosos delitos sexuales. Es necesario que este apunte a la reparación y recuperación de la memoria, a la sanación de las víctimas resistentes y sobrevivientes a la dictadura militar, así como sus familias.

La violencia sexual fue una política de Estado ejercida en contra de las mujeres, utilizada como arma de tortura y humillación, afectando de esta forma la dignidad y honor, el derecho a la vida y libertad de miles de mujeres Chilenas. La dictadura las quiso doblegar y aniquilarlas, legitimaron los abusos, no obstante, aquellas sobrevivientes alzan la voz, 43 años después, para decir que la impunidad no es opción.

Es por esto que hoy, la comunidad “La Monche” decidió salir a las calles de Concepción a exigir políticas públicas para la recuperación de la memoria, para denunciar la falta de visibilidad a la violencia ejercida contra las mujeres, ayer y hoy. Porque en Chile la violencia por parte de agentes del Estado sigue presente, está en las protestas, marchas, detenciones, de niñas, jóvenes y mujeres que han sido maltratadas por Fuerzas Especiales de Carabineros.

Finalmente, las ex prisioneras sacaron sus vendas y las amarraron, tomaron sus manos y gritaron fuertemente “dignidad, memoria, unidad, justicia e igualdad: Mujeres resistentes, activas y combatientes”. Desde el presente ellas siguen resistiendo y denunciando, combatiendo desde sus diferentes espacios, recuperando la memoria y acompañándose mutuamente, luchando y resistiendo a un sistema que las oprime día a día. Con coraje y unidad exigen justicia y dignidad, y bajo la consigna de no olvidar, desde la unidad y amor buscan reconstruir para que en Chile esto nunca más vuelva a ocurrir.