Este miércoles, profesores y profesoras de diversas comunas de la provincia de Concepción, Arauco y Bío Bío marcharon por el centro penquista en una columna de unas 6 mil personas. El gremio docente, a nivel nacional, ha iniciado un paro por hoy y mañana para presionar al gobierno a dar respuesta satisfactoria a las demandas planteadas a comienzos del año escolar, tales como:
-la titularidad de profesores a contrata,
-un reajuste salario mínimo docente,
-bono de incentivo al retiro para profesores mayores,
-el fin al agobio laboral, lo que implica la reformulación de la evluación docente, el fin al SIMCE, el establecimiento un 50% de horas contratadas para el trabajo de preparación de clases y el tiempo restante destinado a su realización,
-y el pago de la deuda histórica a docentes que trabajaban en el periódo de municipalización del sistema escolar y que en este proceso no se le reconoció el aumento salarial conquistado con difíciles luchas en plena Dictadura.
La presente paralización se decidió luego de no recibir de parte del ministro Eyzaguirre, atención a sus exigencias, al contrario, una actitud indiferente expresada en su salida de viaje en momentos que los trabajadores de la educación buscan interlocutores para dialogar. Irrisoriamente, a través del portal del Ministerio de Educación se despachan, desde Finlandia, declaraciones del titular de la cartera como que "hay que mejorar mucho la formación de los docentes, el prestigio y su salario".
A pesar de que el Colegio de Profesores ha convocado a iniciar una paralización indefinida el lunes 10 de Noviembre, en Tomé se encuentran en paro indefinido desde el 22 de octubre y en Lirquén los docentes de la escuela Vipla y del liceo Ríos de Chile han iniciado esta medida desde ayer. En cuanto a la marcha, ésta concluyó en la plaza de Tribunales con mensajes de los voceros comunales y la participación de artistas como El Canela, quien payó en homenaje a los trabajadores de la educación.
La mejora en las condiciones laborales de los profesores y, en particular, la conquista de estas demandas es fundamental para el mejoramiento de los procesos pedagógicos y sus resultados. Al eludirlas, la clase política demuestra su completo desinterés en ello o su intención que las escuelas y liceos del país sigan siendo un espacio más de frustración, reproducción de mano de obra barata y de pobreza.