Freirina Rebelde, el documental acerca de la lucha de un pueblo contra Agrosuper, será transmitido por Resumen
En Cultura
Freirina Rebelde[/caption]
Freirina Rebelde nos muestra la lucha del pueblo de esta comuna durante el año 2012, hasta conseguir la retirada de la chanchera que había sido emplazada ahí años antes por la empresa Agrosuper, controlada hasta entonces por Gonzalo Vial, Fernando Barros Tocornal, entre otros. Según relatan las y los vecinos, el año 2011 comenzaron a sentir el hedor y sufrir las consecuencias de la insalubridad propia de estas industrias. Nauseas, vómitos e infecciones, además del pestilente olor fueron algunas de las afecciones que la población sufrió hasta mayo de 2012 cuando emprendieron un proceso de movilización que les permitió conseguir la suspensión temporal de las faenas en el recinto, hasta que en noviembre del mismo año la autoridad sanitaria levantó tal medida permitiendo reanudar las operaciones. No obstante, luego de la incesante protesta vecinal, el centro fue clausurado en diciembre. Cinco años más tarde, en 2017, la empresa resolvió sacar los equipos y maquinarias de ahí para trasladarlos hacia otras instalaciones similares de su propiedad.
Todo ello no fue gratuito. La comunidad de Freirina tuvo que enfrentar a la fuerza policial y sufrir costos provocados por la política represiva y criminalizadora implementada por todos los gobiernos postdictatoriales. Un vecino quedó con daño ocular después de sufrir el impacto de un perdigón en su ojo disparado por un efectivo de Carabineros, vecinos y vecinas sufrieron detenciones, golpizas y agresiones sexuales por parte de tales funcionarios. La guardia privada contratada por los propietarios de Agrosuper atacaron a integrantes de la comunidad en completa impunidad, evidenciando el infame contubernio entre el poder político y el empresarial.
Freirina Rebelde constituye un valioso testimonio al momento de pensar en el devenir de este momento de lucha por mejorar las condiciones de vida de las mayorías del país, refrendando un aprendizaje que la comunidad ha incorporado en décadas de conflictos: que sólo su capacidad organizativa y el poder de sus acciones de protesta son lo determinante en la mejora de sus condiciones de vida y en la conquista de sus anhelos de justicia. Lo que haga la clase política y las autoridades de turno será siempre expresión de la intensidad y masividad de la movilización.