Sophie Chapelle / Basta! Traducción Susana Merino para Rebelión.
Un nuevo fracaso de la Comisión europea. Le ha sido imposible lograr, este 6 de junio, que los Estados miembros autoricen en Europa de nuevo y provisoriamente el glifosato. Producto emblema de la multinacional Monsanto, el glifosato forma parte de cerca de 750 productos entre los cuales está el herbicida Roundup, promocionado como insumo clave del modelo agrícola predominante (1). La autorización para la producción de glifosato expira el próximo 30 de junio. De modo que de no mediar otra decisión el glifosato pasaría a estar prohibido en el país a partir del 1 de julio próximo.
El fracaso de dicha votación se produce luego de dos reuniones precedentes, el 8 y el 19 de mayo, en el transcurso de las cuales la Comisión prorrogaría la autorización por 15 años más y luego por nueve. Luego de fracasar en el intento de lograr una mayoría calificada, Bruselas había apelado por una autorización por dieciocho meses mientras la Agencia Europea de Productos Químicos (ECHA), a cargo de la reglamentación europea para las sustancias sintéticas, realizaba una nueva experiencia. Pero ha sido una nueva afrenta para la Comisión europea que el 6 de junio no pudiera lograr la necesaria mayoría calificada.
La abstención francesa ha sido criticada
Se abstuvieron siete Estados miembros: Francia, Alemania, Italia, Grecia, Luxemburgo, Austria y Portugal. Malta ha sido el único país que se opuso claramente mientras otros veinte países –representantes del 52 % de la población de la Unión, menor del umbral requerido (2)- votaron favorablemente. La abstención de Francia no ha pasado desapercibida puesto que la ministra de Medio Ambiente, Segolêne Royal, había anticipado el 1 de junio en París que “no votaría la propuesta de Bruselas”.
“¿Cómo es posible que las ministras francesas Segolène Royal y Marisol Touraine osaran afirmar ante los medios que Francia se opondría a la autorización del glifosato mientras según nuestras últimas informaciones los expertos del comité enviados por Francia se han abstenido?, pregunta el diputado ecologista Michel Rivasi. “En el Gobierno francés el tema divide a los ministerios de Agricultura y de Medio Ambiente”, señala el diario Le Monde. “Segolêne Royal, ministra de Medio Ambiente, Energía y Mar, se había comprometido firmemente a no votar favorablemente una nueva prórroga para el glifosato. Sin votar en contra”.
Una posición que hace eco a su pomposo anuncio de junio de 2015 de prohibir el Roundup sin realmente hacerlo. Mucho más recientemente, el 12 de febrero de 2016, Segolène Royal había solicitado a la Agencia de Seguridad Sanitaria (ANSES) que retirara la autorización de comercializar herbicidas que contuvieran glifosato junto a otros coadyuvantes tales como “aminas grasas de sebo”. Pero seleccionando algunos coadyuvantes la ministra de Ecología solo regula una parte del problema. Efectivamente existen muchos otros coadyuvantes. Monsanto, por ejemplo, no utiliza “aminas grasas de sebo”.
Fuerte movilización ciudadana
¿La movilización de ciudadanos y ecologistas desempeña algún papel en este informe de sucesivas votaciones? Un pedido para la prohibición del glifosato en Europa iniciado por Foodwacht, la Liga contra el Cáncer y Generaciones futuras, ha reunido ya 155.000 firmas. “Teniendo en cuenta la amenaza que significa para la salud no se trata de tergiversar, han reaccionado las tres organizaciones en un comunicado conjunto del 6 de junio. Es necesario proteger la salud de los ciudadanos y aplicar estrictamente el principio de precaución expresado en nuestros textos europeos y en consecuencia no renovar la autorización”.
Un video de la ONG “We move Europe”, que se opone a una nueva autorización del glifosato, ha sido visto más de cinco millones de veces en las redes sociales. Señala que el glifosato ha sido clasificado en marzo de 2015 como “probable cancerígeno” para los humanos por el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIRC), un organismo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) encargado de inventariar y clasificar los agentes cancerígenos. Y apunta al papel desempeñado por los lobbies en el informe opuesto posteriormente por EFSA, Oficina Europea para la Seguridad Sanitaria.
El Comisario europeo debería informar a partir del 7 de junio sobre las próximas etapas de este proceso. No existiendo una posición clara por parte de los Estados miembros, resulta probable que un comité de consulta presidido por la Comisión intervendrá desde ahora hasta el 20 de junio. La decisión volverá luego a la Comisión.
Notas:
(1) Leer este artículo de Le Monde.
(2) La propuesta de renovación de la autorización no podría lograrse si una mayoría del 55% de los Estados miembros (16 países) representando al 65% de la población europea no votara a favor.