Conflicto en el Humedal Los Batros: COREMA vota por más rellenos mientras comunidad lucha por calidad de vida.
El pasado 31 de marzo la Comisión Regional del Medio Ambiente aprobó por unanimidad la Evaluación de Impacto Ambiental del proyecto San Pedro del Valle. Es decir, las autoridades regionales (Intendenta, Gobernadores, Seremis, Consejeros regionales, director de CONAMA) -NINGUNO DE ELLOS ELEGIDO POR VOTO POPULAR- votaron para que la empresa AITUÉ rellene 7 hectáreas más del Humedal Los Batros para condominios privados (se suman a las 60 hectáreas ya intervenidas). No se consideraron compensaciones para los inundados de Candelaria, ni los problemas del tránsito que han generado estos condominios, ni que el cauce del estero no está definido, ni mucho menos si los habitantes de San Pedro y la intercomuna queremos ese crecimiento avasallador de la ciudad. Lo que presensiamos fue a un show, un “reality” donde unos hacían que gobernaban, y otros hacían que les creían.
Hace 3 años que vecinos de San Pedro nos hemos venido organizando y movilizando contra los rellenos de la inmobiliaria Aitué: estudiando, fiscalizando, haciendo denuncias, protestas, educando, e intentando participar en los procesos de tomas de decisiones sobre el territorio que habitamos. Hasta formamos una agrupación vecinal, “Defendiendo San Pedro”, para canalizar nuestro trabajo. Fue a partir de todo eso, y sobretodo de la participación y apoyo de miles de vecinos, que se logró que la inmobiliaria tuviera que hacer una Evaluación de Impacto Ambiental de la última parte del proyecto, que el tema se pusiera en el debate público, y que en el proyecto final se dejen 15 hectáreas sin rellenar. La importancia del Humedal Los Batros no es solo ecológica, ya que en nuestra comuna que crece a pasos agigantados es una reserva de vida y espacio público para todos los habitantes de la comuna, y además su intervención causará mayores problemas en primer lugar a Candelaria, Boca Sur y Lomas Coloradas.
Hemos avanzado, pero no estamos satisfechos: hemos visto con nuestros propios ojos como las autoridades, más allá de sus discursos, gobiernan para los intereses de las grandes empresas o para sus intereses personales. Nuestra comuna tiene grandes oportunidades de mejorar la vida de todos sus habitantes, especialmente de los sectores con menos oportunidades, pero eso solo lo puede asegurar una comunidad organizada, que no sólo protesta, sino que construye y propone. Por nuestra parte, creemos que no hay que regalarles ningún espacio a quienes hoy tienen el poder. Al final, para nosotros quedó claro que detrás de todo esto hay una lucha por definir quién manda en el territorio los políticos y las empresas o la mayoría ciudadana. Aprendimos que las autoridades son choras frente a la gente pero sumisas frente a las grandes empresas, como AITUÉ y la Cámara Chilena de la Construcción. Que la CONAMA hace como que es imparcial, pero tiene un mandato político claro de asegurar las inversiones. Pero también aprendimos que ninguno de nosotros debe dejar de luchar por una vida mejor y una comuna más justa, y que si ponemos por delante un objetivo común, y no los prejuicios o las diferencias, es posible trabajar en conjunto para lograr avances.
Quedan muchos desafíos por delante como defender lo que queda del humedal Los Batros y el Parque Laguna Grande, asegurar que el cuarto puente no perjudique a los sectores mas humildes ni a los agricultores, cambiar el plan regulador mirando el bien común y no el bolsillo de las inmobiliarias, mejorar la vida en las poblaciones y las oportunidades para los hijos de la comuna, asegurar un sistema de salud digno para todos los habitantes, resolver los problemas del tránsito, y lograr un gobierno más transparente y participativo.