[resumen.cl] Con frases como #CulturaEnAgonía o #EstosNoSonFondosDeEmergencia, trabajadoras y trabajadores de las artes han expresado su rechazo a las medidas anunciadas por el Gobierno ante la crítica situación que les afecta. En total son más de trece mil millones de pesos ($13.533.900.970 exactamente) que se han redestinado, desde planes suspendidos por la emergencia sanitaria y el confinamiento social, para financiar lo que el Ministerio de las Culturas denomina “medidas de apoyo”, sin entregar ningún recurso adicional.
Estas supuestas “medidas de apoyo” no están destinadas para la totalidad de las personas que profesionalmente se dedican a distintos rubros artísticos y culturales, al contrario, estos recursos han sido distribuidos en cuatro áreas dentro de las cuales los y las trabajadoras deberán concursar para, eventualmente, adjudicarse algún monto del total de estos.
En un burdo intento por justificar esta política, en una publicación del Ministerio se puede leer: “Esta reorientación de recursos del presupuesto vigente se apoya en la labor de secretarios/as ejecutivos/as, encargados/as de área y seremis, quienes sostuvieron numerosas reuniones con distintas asociaciones y agentes culturales, con el fin de acercar el objetivo de estas medidas a las urgencias sectoriales.”
Estas reuniones, si existieron, en realidad no constituyeron ningún aporte en la superación de las precarias condiciones laborales que caracteriza a este segmento y que por estos días toca fondo, pues quizá la exigencia más preponderante del gremio es el término del financiamiento cultural a través de sucesivos fondos concursables y su sustitución por un financiamiento permanente que asegure estabilidad laboral y el desarrollo satisfactorio de proyectos artísticos.
En el marco de esta emergencia sanitaria, muchas son las iniciativas de subsistencia que han organizado las agrupaciones artísticas o de gestión cultural en la absoluta ausencia de una política pública coherente con sus requerimientos.