Once personas fueron privadas de su libertad por un grupo de entre 20 y 30 sujetos que portaba armas largas, en el tramo carretero que va de la cabecera municipal de Cocula al poblado de Nuevo Balsas, en la zona norte de Guerrero.
Familiares de las víctimas confirmaron, vía telefónica, el secuestro: “Sabemos que cuando viajaban en un vehículo del transporte público, desde Cocula al poblado Nuevo Balsas, sujetos armados levantaron a 11 personas la noche del viernes”.
Señalaron que entre los pasajeros había personal de la Comisión Federal de Electricidad, de la empresa minera Media Luna y policías comunitarios. Dos son del poblado de Nuevo Balsas, entre ellos Arlet Inés Ríos; tres o cuatro son de La Fundición y el resto de otras comunidades.
Juan Zúñiga, representante de la minera Media Luna, dijo que de tres años a la fecha, más de 100 familias han abandonado esa región, pero desde la desaparición de los 43 estudiantes (de la Normal de Ayotzinapa), la situación parecía que había vuelto a la normalidad, aseguró.
En conferencia de prensa efectuada en esta capital, Zúñiga manifestó que la madrugada del sábado recibió una llamada de Marcos Valentín Ramírez, representante de la policía comunitaria en el poblado de Nuevo Balsas, quien le dijo que habían levantado a varios de sus compañeros y a empleados de la minera, entre 10 y 15 personas”.
Lamentó que pese a que se han desplazado tropas federales a la región han sido infructuosos los avances (en materia de seguridad), y este asalto afectó a los pueblos de Real de Limón y La Fundición.
Insistió en que no se habían presentado conflictos de este tipo entre civiles solo los había entre los grupos criminales.
Explicó que desde junio del año pasado existe una policía comunitaria en esa zona y es reconocida por la autoridad del municipio de Ayutla: Pese a que trabajan de manera coordinada con la Gendarmería, están aislados y desgraciadamente no ha habido el refuerzo permanente para erradicar la delincuencia.
El rapto ocurrió en el tramo Cocula-Nuevo Balsas, no tenemos la cifra exacta de los afectados y si están pidiendo rescate o cobro de piso; desconocemos la situación, por eso estamos divulgando el hecho y esperamos no sea el inicio de algo más fuerte.
Fernando Jesús Meléndez Cortés, del Consejo Coordinador Empresarial Guerrerense, manifestó la preocupación del sector privado: Tenemos problemas de inseguridad en la zona centro, en Acapulco, en poblados como El Ocotito y Petaquillas, municipio de Chilpancingo, y en el ayuntamiento de Cocula.
Indicó que la minera impulsará en la zona un fuerte desarrollo económico y social; se van a generar miles de empleos directos e indirectos. Dejará una derrama económica muy importante para la entidad y ayudará a la paz social en los alrededores, por eso queremos que el gobierno tome cartas en el asunto, para que la inversión no se vaya de Guerrero por falta de disposición política.
En Cocula, antes del 26 de septiembre, cuando fueron desaparecidos 43 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa, habían ocurrido levantones en grupos hasta de 17 personas sin que hasta la fecha se hayan aclarado esos casos