Hay otro modelo para el campo

Por: Darío Aranda.

Durante esta semana, en la ciudad argentina de La Plata, se realiza el V Congreso Latinoamericano de Agroecología. En la actividad se realizan conferencias de especialistas con medio centenar de mesas redondas, debates y 500 trabajos científicos. El objetivo es demostrar que se puede producir a gran escala sin agroquímicos.

Producen alimentos sanos, sin agroquímicos. No dependen de insumos de multinacionales, generan trabajo genuino y promueven el desarrollo local. Se trata de un modelo basado en la agroecología, que cuenta con numerosas experiencias concretas en articulación entre productores, organizaciones sociales y académicos. Es parte de lo que se puede conocer desde hoy y hasta el viernes en La Plata, en el V Congreso Latinoamericano de Agroecología, donde se insistirá en la necesidad de un modelo agropecuario sin extractivismo, con campesinos, indígenas y pequeños productores como actores centrales.

“La agroecología es tanto una ciencia como un conjunto de prácticas. La agroecología es ir más allá de las prácticas agrícolas alternativas y desarrollar agroecosistemas con una mínima dependencia de agroquímicos e insumos de energía”, señala el documento de la Sociedad Científica Latinoamericana de Agroecología (Socla), impulsora del V Congreso. El encuentro se desarrollará hasta el viernes en la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP). Habrá una decena de conferencias, medio centenar de mesas redondas y debates, 500 trabajos científicos y más de 2000 inscriptos.

Una de las críticas recurrentes a la agroecología, provenientes desde el sector empresario, es que no se puede producir a gran escala sin químicos ni transgénicos. Uno de los paneles mostrará que existen innumerables experiencias y, como prueba concreta, estarán Juan Kier (productor bonaerense de Benito Juárez, del establecimiento “La Aurora”), Remo Vénica (Granja Naturaleza Viva, de la localidad santafecina de Guadalupe Norte) y Bruno Vasquetto (productor ganadero con pasturas agroecológicas, en Córdoba).

“Las prácticas y experiencias de diversos sistemas llevan a replantear que otra agricultura es posible. El cómo, dónde y cuándo es la clave y cada caso es único e irrepetible, no hay recetas”, explican los productores. Durante los tres días se trabajarán sobre casi veinte ejes temáticos. Un panel que derribará mitos de la agricultura industrial será el titulado “¿Necesitamos cultivos transgénicos?”, a cargo de Pablo Galeano (Universidad de la República, Uruguay), Walter Pengue (Universidad de General Sarmiento) y Silvia Ribeiro (Grupo ETC, México). Problematizarán sobre los impactos socioambientales de los transgénicos y se contrastará con las propuestas agroecológicas. También analizarán el rol de los organismos públicos de ciencia y técnica, y de los organismos que debieran controlar la difusión de los Organismos Genéticamente Modificados (OGM).

“América latina y sobre todo el Cono Sur (Argentina, Brasil, Paraguay, Bolivia, Uruguay) continúan en una fuerte tendencia de aumento en el uso de cultivos transgénicos. Al conocido desarrollo biotecnológico por parte de corporaciones multinacionales se suman iniciativas conformadas por consorcios público-privados”, alertan los disertantes.

Otro eje será “Semillas: derechos de los agricultores y sistema agroalimentario”, en el que se hará un recorrido por las experiencias de conservación y difusión de semillas criollas. Y se trabajará sobre los “graves procesos de erosión genética” impulsados por el agronegocio. Se analizarán los intentos de las grandes empresas de avanzar con nuevas leyes de semillas en todos los países de la región.

Otro de los espacios de debate será Areas Periurbanas y agroquímicos. ¿Agroecología o Mar de soja?, que busca problematizar sobre la necesidad de zonas libres de fumigaciones y que protejan la salud de la población. El Movimiento Agroecológico de América Latina y el Caribe (Maela) abordará las experiencias regionales en la construcción de territorios agroecológicos y propondrá acciones para definir acciones para fortalecer al campesinado, los pueblos indígenas y “enfrentar al agronegocio y al modelo extractivista”.

Durante las jornadas se presentarán trabajos científicos que confirman la gran incidencia que tiene el agronegocio en el cambio climático y, por contraposición, la agricultura campesina contribuye a “enfriar el planeta” y combatir el calentamiento global.

Y no podría estar ausente un tema central: el acceso y tenencia de la tierra, imprescindible para la agroecología y la soberanía alimentaria. Participarán la Unión Trabajadores de la Tierra (Frente Popular Darío Santillán), la Asociación Nacional de Productores Agropecuarios (Paraguay) y el Consejo de Economía Comunal de Alto Tuy (Venezuela). En paralelo al Congreso se desarrollará una feria de productores agroecológicos provenientes de diferentes regiones de Argentina. También habrá espacio para intercambiar semillas criollas e indígenas. También se analizará la expansión de monocultivos y su consecuente incremento en el uso de agrotóxicos. Se hará hincapié en la salud socioambiental y en cómo la agroecología brinda opciones productivas para disminuir (o eliminar) el uso de plaguicidas. “La agroecología, a partir de sus prácticas que propician el enriquecimiento de los suelos y la biodiversidad, determinan el restablecimiento de los agroecosistemas y con ello la reducción paulatina, hasta su eliminación, de los plaguicidas”, afirma la convocatoria.

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