[resumen.cl] El joven parralino Luciano Darío Villanueva Carrasco fue asesinado por carabineros en su casa el 9 de noviembre de 2014. Se resistió a ser detenido por haber quebrado un vidrio de un vecino en un altercado anterior. Forcejeó y golpeó a carabineros, quienes le dispararon a través de una puerta. Aunque Carabineros alegó legítima defensa en el crimen, el Ministerio Público, el tribunal Oral en Lo Penal de Cauquenes y la Corte de Apelaciones de Talca descartaron esa tesis. En mayo de este año le dieron una condena irrisoria al carabinero autor del crimen: 5 años de libertad vigilada. Hoy los familiares de Luciano buscan que el sargento Juan Marcelo Morales Cortés cumpla su pena en prisión.
Luciano Villanueva era un joven parralino de 20 años, trabajador de la construcción y apasionado por el fútbol, que fue asesinado por Carabineros en su casa de la población Arrau Méndez de Parral el domingo 9 de noviembre de 2014. Todo comenzó cuando Luciano se enfrascó en una discusión con uno de sus vecinos durante esa tarde, increpándolo por una presunta agresión previa a su sobrino pequeño, situación que lo llevó a ingresar a la casa vecina y, como acto de represalia, quebrar un vidrio del hogar. El vecino no tardó en denunciar el ataque y, horas más tarde, fue sorprendido Luciano en su casa por Carabineros, mientras compartía y consumía cerveza con amigos. Al resistirse al arresto recibió un balazo certero a través de una puerta.
[caption id="attachment_40996" align="aligncenter" width="960"] Luciano Darío Villanueva Carrasco[/caption]
[caption id="attachment_40995" align="aligncenter" width="960"] Luciano Darío Villanueva Carrasco[/caption]
En conversación con Resumen, Mauricio Villanueva, hermano de Luciano explicó el contexto en el que se produjo la muerte del joven "Nosotros teníamos un conflicto particular con un vecino de la población Arrau Méndez, era un conflicto vecinal generado principalmente porque esta persona vivía amedrentando a mi sobrinos que tenían 9 y 10 años, les tuvo mala a mis hermanos, aunque conmigo no fue tanto" relata Mauricio. “Todo se generó a través de este conflicto que Luciano mantenía con este tipo, nunca fue un conflicto mayor, siempre fueron alegatos entre vecinos y un par de palabrazos, nunca pensamos que esta situación nos iba a provocar un daño tan grande”.
Mauricio recuerda el altercado específico de ese día "Un día domingo este tipo le echó el auto encima a uno de mis sobrinos, y Luciano fue donde este tipo, lo fue a encarar a la casa, a decirle que se metiera con alguien de su porte, que los niños no tenían nada que ver en el problema y que las cosas se solucionaban entre grandes. Luciano creyendo que este vecino estaba, entró a la casa y le quebró un vidrio. Luciano después se devolvió y estábamos compartiendo unas cervezas en la casa, el no quiso ir a jugar a la pelota ese día sino que se quedó compartiendo con un par de amigos” declara.
Mientras tanto, el vecino había realizado una denuncia a Carabineros. Cuando estos llegaron a la casa de Luciano, se llevaron detenida a su madre. Mauricio explica por qué su madre tomó esa decisión: “ella no quiso que se llevaran a Luciano en estado de ebriedad y evitar un problema mayor con Carabineros, por eso prefirió ir ella a dar una declaración de mala forma a la comisaría Reina Luisa de Parral”
Cerca de las 21:30 hrs. varias patrullas de Carabineros llegaron a la casa. En ella Luciano se encontraba con sus amigos compartiendo y bebiendo cerveza, con la llegada de la policía fue alertado de la detención de su mamá, lo que provocó un de inmediato un altercado entre las partes, Luciano y uno de sus amigos comenzaron a lanzar piedras a uno de los furgones policiales, luego el joven se enfrentó directamente a los uniformados que bajaron a detenerlo: “ahí se agarraron a combos, Luciano se escondió en una pieza para evitar ser reducido y se quedó a sujetar la puerta en el focerjeo con Carabineros mientras mi otro hermano estaba detrás de él, el tema es que el Carabinero [Juan Marcelo Morales Cortés] en un acto de arrebato irracional, él decide sacar su arma de servicio y dispara de una manera frontal y a mediana altura para matar a Luciano que estaba detrás” relata Mauricio.
El certero disparo fatal que recibió Luciano fue recibido en la zona axilar, atravesando la pleura del pulmón derecho, el pericardio, el corazón y la pleura izquierda.
Carabineros oculta la brutalidad del procedimiento disfrazándolo de “legítima defensa”
Mauricio denuncia el desproporcionado uso de la fuerza de muerte por parte de Juan Marcelo Morales, sargento segundo de Carabineros, de 41 años. “El carabinero actuó irracionalmente, ilógicamente, sin respetar ningún protocolo ni procedimiento, habían dos carabineros al lado de él que tampoco hicieron nada por evitar que él disparara”.
Mauricio nos cuenta que Carabineros de forma inmediata armó la tesis de que el asesinato de Luciano a manos del sargento Morales fue en legítima defensa de los funcionarios: “Carabineros desde un principio comenzó a enlodar el nombre de Luciano, también a reclamaron e inventaron que Luciano había sacado un arma blanca y que había atacado al Carabinero, lo enlodaron y los medios más masivos de comunicación siempre les dieron más tribuna a ellos que a nosotros, que estábamos pasando por una crisis terrible y tampoco podíamos defendernos tanto”.
De la defensa del Sargento Morales se hizo cargo la Defensora Penal Privada Blanca Rebolledo Gajardo. Por su parte, los oficiales mayores a cargo de la patrulla compuesta por Juan Marcelo Morales Cortés y los otros dos carabineros salieron a defender al funcionario homicida, declarando que había estado en peligro la vida de el y de los colegas, y que Morales disparó su arma en legítima defensa. Sin embargo, el Ministerio Público al día 13 de noviembre, con la investigación que hizo la PDI de Linares y de Talca descartaron esa tesis desde un principio.
Según quedó consignado en el relato policial, los carabineros Gutiérrez Yañez, Anabalón Fierro y Morales Cortés, entraron al patio de la casa, y el carabinero Gutiérrez había sido repelido por Luciano, quien señalan, portaba un machete de unos 80 centímetros. Fue entonces cuando los jóvenes se refugiaron de la arremetida policial hacia el interior de una de las habitaciones del hogar. Allí, habrían forcejeado en la puerta de la pieza y Morales relata haber disparado porque Luciano lo estaba amenazando con un machete a través de la puerta. Sin embargo, según concluyó el fallo judicial del Tribunal Oral en Lo Penal de Cauquenes, emitido el 17 de mayo de este año: “Frente a esta apertura de la puerta y con el objeto de mantenerla cerrada, Luciano Villanueva procede a cerrarla o intentar cerrarla, cuando el acusado Morales Cortés efectúa el disparo que finalmente dio muerte a la víctima”. Acto seguido, el fallo concluye que de esta forma queda desacreditada la legítima defensa que alegó Carabineros: “Que tal afirmación descarta toda posibilidad que el acusado haya intentado agredir a los carabineros con el arma blanca, en ese momento, tal como lo propone el acusado y en cierta medida lo ratifica el testigo Gutiérrez Yáñez” Para ello el fallo se funda en “la prueba rendida que la víctima acusado se mantuvo al interior de la habitación, sin traspasar el umbral de la puerta, ya que su objetivo era repeler a las fuerzas de orden y seguridad para no ser detenido”.
Para sustentar esta afirmación, el perito balístico pudo establecer ciertas premisas fundamentales para descartar la legítima defensa, señalando que “En efecto, disparó con un arma de fuego, contra una puerta que se encontraba cerrada o al menos con una pequeña abertura, a una altura de 1,22 metros, en conocimiento que tras ésta había personas que la estaban sujetando para impedir la entrada de los funcionarios”, el fallo continúa: “con la prueba rendida especialmente el peritaje balístico puede concluirse que en ningún caso concurre la legítima defensa que se alega; por el contrario se ha probado más allá de toda duda razonable que el acusado disparo el revolver Taurus calibre .38 con el cual dio muerte a Villanueva Carrasco, en forma perpendicular a la puerta, cuando ésta se encontraba cerrada, teniendo presente que el proyectil viaja a 250 metros por segundo, lo cual hace imposible que se acredite la dinámica propuesta por la defensa.”
Por otra parte, el fallo hace énfasis que en el carabinero se encontraba en una posición aventajada, pudiendo incluso presumir que Luciano se encontraba bajo los efectos del alcohol, lo que la daría una ventaja en la pelea: “para Morales Cortes, atendido su calidad de agente del estado, dotado de medios y capacitado para hacer frente a situaciones conflictivas, el cual en ese momento, ha había sido capaz de repeler varios ataques, que se encontraba en una posición aventajada tanto en cantidad de personas, colegas, como de armas, que incluso la actitud que presentaba Luciano Villanueva más que agresor, era un ciudadano que intentaba sustraer de la acción de la justicia, mediante el uso de una puerta la cual cerraba con su cuerpo. Que si bien el funcionario no podía saber el estado alcohólico del sujeto si se podía presumir de las botellas y envases que se encontraban en el patio, lo que además otorgaba superioridad”.
Finalmente, el fallo consigna que las versiones entregadas por Carabineros relativas a que el disparo fue efectuado para evitar un golpe de machete inminente propinado por Luciano, no son creíbles, y no podrían corresponder al contexto en el que fue efectuado el disparo mortal que acabó con la vida del joven: “la puerta se encontraba cerrada o al menos abierta unos 20 centímetros, sumado al ángulo perpendicular de disparo, como la entrada de bala en el cuerpo de Villanueva Carrasco, es imposible que éste haya estado blandiendo el arma blanca como lo presenta Morales Cortés que se sintió atacado para actuar de la forma que lo hizo, es decir, dejando a un lado su bastón retráctil, sumado a la linterna que portaba, tomando su arma de fuego y disparando”.
La discriminación por ser pobladores y una dura carga para la familia en la búsqueda de justicia.
Mauricio relata lo difícil que ha sido para la familia afrontar esta situación, y sobreponerse al trauma para buscar justicia. “Te sientes morir en ese momento... y es complicado porque cuando tienes pocos recursos, porque esos recursos los ocupas para sobrevivir.... nos costó como 8 meses un abogado que hiciera algo”.
[caption id="attachment_40994" align="aligncenter" width="526"] Madre de Luciano Villanueva exigiendo justicia[/caption]
Junto a esto, Mauricio relata la discriminación que sufrió posteriormente su familia, incluso por parte de la propia población parralina. “Como sabemos que Luciano era un poblador, y ya por ser un poblador, mucha gente vive con el estigma de que los pobladores son delincuentes, entonces decían que lo que nos pasó fue como por culpa de nosotros, no por la culpa de este Carabinero, ellos casi decían que nosotros teníamos la culpa de lo que nos había pasado”. Mauricio señala además que una gran dificultad que han encontrado en su lucha es la propia indolencia del resto de la población. “La gente está tan poco involucrada en este tipo de casos, anestesiada con el dolor ajeno, a nadie le importa lo que le pase al otro... todos en su metro cuadrado, tuvimos aprender a luchar contra el prejuicio, contra la discriminación, ya que muy poca gente nos creía” relata.
El caso de Luciano Villanueva es uno de los primeros donde se formaliza a un carabinero por homicidio mediante la justicia ordinaria, en el contexto de la modificación del Código de Justicia Militar en noviembre de 2016. Juan Marcelo Morales, sargento segundo de Carabineros, cumplió 11 días de privación efectiva de libertad entre el 10 y el 21 de noviembre de 2014, y 375 días de arresto domiciliario parcial, ente el 22 de noviembre de 2014 y el 23 de diciembre de 2015 . En mayo de 2017 fue condenado a cinco años de presidio menor en su grado máximo, con el beneficio de libertad vigilada especial. Este caso había sido tramitado en el Tribunal Oral de Cauquenes y había sido llevado a juicio por el fiscal en jefe de San Javier, Óscar Salgado. En julio de este año, la Corte de Apelaciones de Talca confirmó la condena. Mientras tanto, los familiares de Luciano buscan que la Corte revoque la libertad vigilada del sargento Morales.
“Y eso estamos peleando con la Corte de Apelaciones de Talca, que revoque ese beneficio, porque no corresponde... esperamos que la Corte, le revoque el beneficio de la libertad vigilada al Sargento Morales y que cumpla su condena en prisión... “Nosotros como familia nos conformamos con que el Carabinero pague su condena en la cárcel.”
Mientras sectores políticos conservadores y empresariales abogan públicamente por entregar mayores facultades a Carabineros para usar más violencia, incluso letal en sus procedimientos, el asesinato policial de Luciano Villanueva nos recuerda lo necesario de oponerse a políticas que fomenten el “gatillo fácil” para Carabineros. Por su parte, Mauricio concluye: “El procedimiento donde murió mi hermano fue brutal, desproporcionado, ilógico, irracional, en que cabeza cabe que una persona por tirar una piedra, a un furgón, por golpear a un carabinero, por pegarle una piedra a un furgón, o por quebrar un vidrio recibe un balazo, y un balazo tan certero... el único error o pecado por el que perdió la vida el haberse enfrentado a carabineros a mano limpia. Luciano murió por no querer ser reducido, ese fue el mayor pecado que le costó la vida, negarse a ser detenido por haber quebrado un vidrio”