[resumen.cl] El 5 de abril pasado la Superintendencia de Medioambiente abrió un proceso sancionatorio contra la empresa Enel, titular de la Hidroeléctrica Ralco, tras detectar que la central lleva más de 20 años funcionando sin ejecutar la reforestación comprometida en su Resolución de Calificación Ambiental.
Se trata de un total de 686,84 hectáreas de bosque nativo que la generadora no ha forestado, pese a las 2 décadas funcionando en Quilaco.
La forestación era una de las medidas mitigatorias más importantes del proyecto, pues cabe recordar que la represa contempló la inundación de 1.895 hectáreas de bosque nativo, incluidas en ellas el cementerio pehuenche Quepuca.
A este cargo se suma no informar a la Superintendencia el Caudal Ecológico restituido por la Central Hidroeléctrica Ralco, durante los años 2017 y 2018.
Las infracciones a la Resolución de Calificación Ambiental de 1997 son calificadas como graves por la Superintendencia y la empresa arriesgaría entre una multa de hasta 5 mil UTA o incluso la clausura del proyecto.
La inundación provocada para el levantamiento de la central implicó la muerte de bosques de Coigüe, Raulí y Roble además de la intervención y devastación del territorio de las comunidades pehuenches de la zona.
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