La coca es un elemento importante en la simbología socio política que comparten los pueblos originarios, independientemente de las actuales fronteras coloniales.
Mauricio Mamani Pocoata
La coca es un elemento importante en la simbología socio política que comparten los pueblos originarios, independientemente de las actuales fronteras coloniales...
La coca es un elemento importante en la simbología socio política que comparten los pueblos originarios, independientemente de las actuales fronteras coloniales.
Mauricio Mamani Pocoata
La coca es un elemento importante en la simbología socio política que comparten los pueblos originarios, independientemente de las actuales fronteras coloniales.
La reciente demanda de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes de la ONU, de prohibir la masticación de la hoja de coca, ha reavivado el debate sobre el uso y valor de esta hoja.
Reproducimos un artículo publicado en 1982 por el vocero del Concejo Indio de Sudamérica Pueblo Indio, bajo el título «La realidad de la coca», como un homenaje a quienes desde hace décadas están en la defensa de este valor indígena y que no han esperado la oportuna actualidad política para asumir valiente y acertadamente su defensa.
Por otro lado, este artículo nos muestra que los argumentos y contrargumentos no parecen haber variado con el tiempo. Es momento quizás de que los pueblos indígenas y sus organizaciones dejen la actitud defensiva y encomiástica (propia de los primeros momentos de lucha) para iniciar una aproximación calificativa y discrecional, más adecuada de períodos en los que la posibilidad de autogobierno indígena es apropiada y apremiante.
Los pocos que conservan su «pureza racial», los no contaminados con el virus de la coca continúan preocupándose por la erradicación del cultivo de la coca en nuestro país. Escriben artículos fantasiosos sin conocimiento científico de nuestra realidad. Así, sobre la base de afirmaciones de Alcides Arguedas a las cuales dan carácter de realidad probada y científica, agregan que la masticación de la hoja de coca es la causa de la «enfermedad» del pueblo boliviano, no siendo así otra cosa que «diagnóstico psico-sociales», puramente ideológicos, que de ninguna manera pueden proporcionar elementos para conocer nuestra realidad y la del hombre boliviano. La obra de Arguedas PUEBLO ENFERMO así como los trabajos que se inspiran en ella forman parte de un anacrónico positivismo cuyo único valor es el de ejemplificar la ideología de una época y de una clase. Como tal, forma parte de la historia de las ideologías de nuestro país; pero de ninguna manera de la historia del conocimiento científico de la ciencia boliviana. No debe llamarnos la atención, entonces que el libro de Arguedas sea utilizado no solamente por bolivianos que denigran al boliviano, sino también que sea utilizado en los centros de enseñanza chilenos para juzgar con este lente a nuestro pueblo.
Creemos entonces que es hora de buscar un conocimiento verdadero y científico de nuestra realidad, dejando así de lado prejuicios, visiones parciales y puramente ideológicas, entre tanto descubrir las verdaderas realidades del hombre andino, de nuestra sociedad y de su historia.
Muchos científicos ya han empezado a hacerlo y la coca es también objeto de sus preocupaciones. Sin pretender aquí una lista completa veamos algunas de estas conclusiones:
Para establecer el valor nutritivo de la hoja se ha enviado muestras de coca para su análisis bromatológico a los laboratorios de RALTECH en Madison Wisconsin, EE.UU. Los resultados comparativos fueron sorprendentes, como se puede constatar en el estudio Coca en Bolivia, 1980.
Por lo que podemos apreciar, la hoja de coca tiene un alto valor nutritivo. El impedir su consumo sería atentar directamente sobre la actual estructura alimenticia y nutricional de un enorme sector de nuestra población, con efectos muy negativos sobre ellas. Y en cuanto a la medicina, los que conocemos nuestras áreas rurales, sabemos que en los pequeños centros de salud no existe ni una aspirina, aquí la coca es muy importante: Se usa en mate, en emplasto y en combinación con otras hierbas medicinales, lográndose así suplir en parte las necesidades campesinas.
No soy el único que planteó la no extinción del cultivo de la coca. Los verdaderos interesados han dado su voz de alarma en diferentes eventos internacionales, exponiendo sus razones de la siguiente manera:
Evidentemente los verdaderos interesados tienen razón. El negar los derechos que tienen los descendientes de los primeros habitantes del mundo andino a mantener sus tradiciones culturales, es atentar contra los Derechos Humanos de todo un pueblo.
Al dedicarnos al problema de la coca en un periodo de cuatro años, hemos recorrido en la primera fase siete departamentos cordilleranos y en la segunda el departamento de Santa Cruz. Entrevistamos a tres mil quinientos jefes de familia, entre campesinos y mineros. Llegamos a analizar cómo el uso de la coca está íntimamente ligado a un complejo conjunto de factores sociales y culturales en Bolivia. Además, no sólo es consumida por campesinos y mineros como siempre se pensaba, también se consume en los centros urbanos, aunque su uso es un poco distinto: el apetecido mate de coca siempre está presente. El sugerir la erradicación de la hoja de coca en el país, es una idea irresponsable, porque la coca es una fuente energética del trabajador del agro y de las minas: con la erradicación del cultivo se podría provocar indesequilibrio nutricional, económico y productivo en el país.
Debate sobre las virtudes de la hoja de coca
En el vecino Perú, la reciente demanda de la ONU de prohibir la masticación de la hoja de coca, ha desatado una polémica sobre las virtudes de esta hoja. Remitimos a nuestros lectores a los siguientes sitios web para un conocimiento más detallado del estado de esta polémica:
http://peru.indymedia.org/news/2006/03/26588.php
http://www.cedro.org.pe/falacias/index.htm