Hoy se cumplen diez años del cobarde asesinato del joven mapuche Matías Catrileo

[resumen.cl] Hoy 3 de enero se cumplen 10 años del cobarde asesinato por la espalda del estudiante mapuche Matías Catrileo. Su muerte ha sido una muestra más de la brutalidad policial contra las comunidades mapuche en resistencia y también de la impunidad de la que gozan los represores. “¿con qué elementos estarían atacando? – con piedras, con piedras y están quemando unos fardos que tenían atrás, pero por la parte posterior, por la parte posterior…” se escucha en la comunicación que sostuvo la patrulla del GOPE de Carabineros que custodiaba el fundo Las Margaritas con la Central de Comunicaciones de Carabineros. La misma conversación registra un “mándale un balazo” por parte del Carabinero Walter Ramírez. Matías Catrileo fue víctima de tres de esos balazos, que le quitaron la vida por la espalda, perforándole los pulmones, mientras participaba en la recuperación de un fundo en manos del latifundista Jorge Luchsinger. Son 10 años que han pasado desde aquel 3 de enero del año 2008. Catrileo se transformó en otro weichafe más asesinado por Carabineros y en una figura epónima de la resistencia mapuche de nuestros tiempos. Fue asesinado mientras recuperaba el Fundo Las Margaritas junto a la comunidad Yeupeco Vilcún, en la comuna de Vilcún, Región de la Araucanía. El fundo es parte de lo que el Estado chileno y el latifundio les arrebató a las comunidades mapuche de la zona. La conversación mantenida por la patrulla GOPE que disparó contra el grupo de Matías y la Central de Comunicaciones, fue recogida por la PDI y se utilizó como prueba de la desproporción del uso de fuerza de Carabineros armados contra weichafes que solo utilizaron piedras. El cabo segundo de Carabineros Walter Ramírez Inostroza disparó en tres oportunidades una subametralladora UZI contra Catrileo, demostró la investigación que lo condenó. Pero su condena fue la ratificación de la impunidad, pues fue sentenciado a cumplir una pena de 3 años y un día en “libertad vigilada”. Ramírez siguió trabajando en Carabineros hasta el año 2013, cuando la presión por tener activo a un sujeto de esta calaña hizo que finalmente Bezmalinovic, ex general de la Novena Zona lo sacara de las filas, tras haber intentado defenderlo al señalar que “el funcionario está capacitado para permanecer en Carabineros porque fue beneficiado con libertad vigilada y tal como lo dice la Contraloría no tendría impedimentos para seguir activo”. Su asesinato fue -como en muchas ocasiones ha ocurrido-, tratado de disfrazar de enfrentamiento. Tal como la CNI en plena dictadura configuraba verdaderos montajes para falsos enfrentamientos para disfrazar sus ejecuciones, Carabineros en plena “democracia” no ha trepidado en hacer lo mismo. La falsa figura del enfrentamiento se cayó en el juicio cuando el peritaje de la PDI no encontró pólvora en las manos de Catrileo. Tras quedar sin aire en sus pulmones, Matías cayó en una zanja, donde fue llevado por sus compañeros. Los weichafe se llevaron su cuerpo y llamaron a la prensa, para que todo el país supiera que el peñi había sido asesinado por Carabineros y evitar así la manipulación del cadáver con la intención de ocultar el crimen. La fecha de su asesinato ha marcado y sigue marcando momentos de intensas movilizaciones en el Wallmapu.
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