Huelga en Blocks and Cutstock: ejemplo de dignidad para los trabajadores

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Beneficiado por la crisis económica de la cuenca del carbón, Miguel Ángel Fuentes instaló hace 16 años su empresa de exportación de maderas elaboradas Blocks and Cutstock (ByC), en la Ruta 160 a la altura de Lomas Coloradas, en la comuna de San Pedro. La situación social que vivían las ex comunas mineras de Lota y Coronel, le permitió contratar trabajadores con sueldos mínimos, para desempeñar labores en una empresa altamente rentable, cuyos productos en casi su totalidad son destinados a la exportación a Estados Unidos. Las precarias condiciones en que mantiene a sus trabajadores le permitió en estos años pasar de tener una empresa iniciada con 45 millones de pesos, a una que hoy posee tan solo activos por 1.900 millones y una valor total de sobre 4 mil millones de pesos.

Tras el terremoto del 27 de febrero pasado, Miguel Ángel Fuentes intentó cerrar la empresa aludiendo situación de catástrofe. Sin embargo, los trabajadores de B y C, los mismos que reciben salarios de hambre, a los pocos días ordenaron y repararon los daños que sufrió la empresa.
La intención de cierre por parte del empresario, llevó a los trabajadores a concurrir a las instalaciones de la inspección del trabajo para recibir información y más tarde organizar un sindicato.

El día 5 de Octubre los trabajadores con su naciente sindicato, iniciaron una huelga legal denunciando su precaria situación en cuanto a lo laboral, las normas higiénicas, de seguridad, abusos y malos tratos, y levantaron un pliego de peticiones que incluía un reajuste del 5%, además de un bono de 10 mil pesos para aquellos que ganan el sueldo mínimo, lo que constituye la inmensa mayoría de los trabajadores de la empresa.

El costo económico del petitorio significa en términos reales un gasto de 1.429.000 pesos mensuales para Miguel Ángel Fuentes, quien tiene ventas mensuales por un valor que supera los 500 mil dólares mensuales, eso es 245.000.000 pesos. En resumen, sacarle un pelo a un gato.

El mismo día de iniciada la huelga, el dueño y gerente de la empresa Miguel Ángel Fuentes, se fue de vacaciones a Estados Unidos, y declaró el Cierre Temporal de la empresa o lock-out, lo que afectaba no solo a los 76 sindicalizados, sino además al resto de trabajadores, que hasta ese momento se mantenían leales a él o habían cedido a sus presiones para no sindicalizarse.

La huelga pasaba desapercibida incluso para aquellos que diariamente circulan por la Ruta 160, hasta que el miércoles 13 de octubre, los trabajadores levantaron barricadas y cortaron la vía que une las provincias de Concepción y Arauco.

A partir de ese momento recibieron cobertura de los medios de comunicación y algunas muestras de solidaridad, además obtuvieron la asesoría del abogado Nelson González, cuestión básica en una negociación colectiva pero de la cual ellos carecían.

Resumen estuvo con los trabajadores de B y C, constató su realidad y conversó con ellos. Allí nos enteramos de algunos otros desagradables detalles de su situación, como que debían pagar la mitad de su mísera colación a la cual llamaban el “uno más uno” por lo diminuto de su tamaño. Además, que gran parte de sus 120 mil o 130 mil pesos líquidos mensuales lo gastaban en la locomoción de Lota o Coronel hasta Lomas. “Por menos de 500 no nos traen” decían, y la empresa nunca ha tenido la intención seria de contratar un servicio de transporte. Los trabajadores denuncian también que los pocos y malos servicios higiénicos son mantenidos y reparados por ellos, lo que debela la actitud miserable del empleador.

Juan Rivas, presidente del sindicato, nos resumió así sus condiciones: “Nuestros salarios son de hambre y aún así debemos costearnos el transporte y la mitad de la colación. Las condiciones de trabajo son indignas e insalubres”. Las trabajadoras agregaron denuncias del maltrato en la empresa, tratos ofensivos y discriminatorios, los que habían sido denunciados por el sindicato.

El miércoles 3 de noviembre, el dueño de la empresa reabrió la planta. La necesidad de cumplir con sus pedidos de Estados Unidos lo obligó a ello. Debido a la situación extrema que han vivido los trabajadores de B y C durante este mes sin salario, la sola oferta de un préstamo de 200 mil pesos hizo volver a los no sindicalizados, y también a un grupo de 6 sindicalizados, lo que constituye una práctica antisindical.

Los 30 de huelga se han cumplido y permiten al patrón contratar nuevo personal, la mayor parte de los huelguistas mantienen firme su movilización. Como dice el presidente del sindicato Juan Rivas, lo trabajadores están conscientes “que las leyes y el sistema están hechos para beneficio de los explotadores”, a lo que otro trabajador agrega: “la inspección del trabajo ha obrado igual o peor que los abogados de la empresa, el sistema es para ellos”. A pesar de todo, los trabajadores de B y C han dado una muestra de organización y dignidad enorme. Durante todo el mes se han mantenido con su campamento, día y noche, a las afueras de la empresa. Pase lo que pase no se sienten derrotados, nos comenta el tesorero del sindicato Marcelo Muñoz: “ hoy si nos despiden por lo menos nos iremos con una indemnización por años de servicio, pues antes ni siquiera eso nos pagaban, utilizaban una serie de pillerías, para engañarnos” y con muy orgulloso nos agrega: “nunca habíamos podido constituir un sindicato, ya que el patrón o compraba o despedía a los dirigentes. El hecho de estar organizados, ya es un avance para nosotros, aunque las leyes laborales sean injustas y favorezcan a los patrones, especialmente en esto de la negociación colectiva. Hoy hemos dado un paso adelante, más adelante tal vez podamos arrancar algunas mejoras en nuestra condición de trabajo, pero los abusos y la explotación, tal como era antes ya no será”.

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