23 días en huelga de hambre llevan los vecinos de Villa Futuro que no aceptan la expropiación de sus departamentos, a cambio de 9 millones de pesos, pues con esto no les alcanza para adquirir una vivienda.

La solución que el gobierno ofrece es expropiar los departamentos por 9 millones de pesos, para los vecinos esto significa “más pobreza, significa que volvamos a la calle”, afirma Julia Lillo, huelguista. Lo que exigen los vecinos de Villa Futuro es 20 millones de pesos para adquirir una vivienda digna, donde no vivan hacinados y sea de buena calidad.

Este miércoles 9 de marzo se presentaron en la sede vecinal, lugar donde se concentran los huelguistas, la enviada del ministerio de vivienda, Marcela Acuña y el director del Serviu Sebastián Salas. Esta cita concluyó sin ningún acuerdo, pues la enviada del ministerio solo vino a constatar la situación, ante esto los vecinos determinaron iniciar una huelga de hambre seca.

Nosotros no somos damnificados del terremoto, nosotros somos damnificados por el Gobierno, afirman. En Villa Futuro solo el block 453 está decretado como inhabitable, por lo que solo las familias que habitaban este departamento son damnificados del terremoto, los demás no tienen ningún certificado que acredite que son damnificados; hoy estas familias han debido abandonar sus departamentos no porque fuesen dañados por el terremoto, si no porque han sido desmantelados por un grupo que apoya la medida impulsada por la intendenta Van Rysselberghe que el año pasado anunció la demolición de los blocks a cambio de vivir en mediaguas sin ninguna solución habitacional concreta.

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