Hace cerca de 2 años, Resumen publicó el drama de una pequeña comerciante adicta a apostar su dinero en las máquinas tragamonedas. Tras su publicación en la web, la noticia tiene numerosas visitas y comentarios. Muchos de ellos, pidiendo desesperadamente ayuda.
Por esta razón, Resumen entrevistó a René Ulloa, estudiante de 4° semestre de la carrera Técnico en Prevención Rehabilitación y adicciones del IPP, participante de un proyecto de acción comunitaria, PREA, quienes instruyen a través de charlas a las comunidades sobre adicciones.
¿De qué se trata esta adicción a las máquinas tragamonedas?¿Cómo se manifiesta en nuestra realidad?
El diagnóstico de la ludopatía está en pañales aún. A veces, se le denomina como un diagnóstico no especificado.
Específicamente, lo que ocurre en Concepción es preocupante. Si tu caminas desde Caupolicán a Rengo, donde antes habían tiendas de manufactura chilena, zapatos, ropa de guagua, etc. paulatinamente el mercado se fue reacomodando y hoy te encuentras, de la noche a la mañana, con estas famosas máquinas tragamonedas.
El negocio no está tipificado como casino, por lo tanto tiene una regulación bastante extraña. Le llaman “máquinas de habilidades y destrezas”. Juega con la fantasía de los números; hace pensar que de la noche a la mañana puedo hacerme rico.
La ludopatía siempre se analiza, en psicología, como acompañando otro trastorno. Es un síntoma de otro problema.
Lo que pasa es que al sistema no le bastó con sacar dinero a través de tarjetas de crédito, a través del retail. Había un sector al cual no había podido llegar, que son las personas con estos trastornos. Este segmento tiene la particularidad de medir la felicidad en torno a un resultado inmediato.
¿Hay una relación entre el perfil del ludópata y su estrato socio-económico?
Hay variables que pueden considerarse desde un trastorno psicológico, que incluye las carencias y también por una necesidad de tener un placer inmediato. Entonces, el segmento puede variar; puedes encontrar gente ABC 1 metida entre las máquinas. No es solo el placer inmediato lo que lleva a las personas a esto, también está el placer de crear lazos. Este problema de la ludopatía es un tema transversal, pero que afecta en su gran mayoría a las dueñas de casa.
Los locales de máquinas se presentan con colores alegres, llamativos, como para dar la sensación de que hay alegría dentro.
¿Puede ser considerada una adicción?
Desde la tipología psicológica es una adicción. Yo trabajo con un grupo de personas de Tomé. Las cosas que confiesan son anecdóticas. Por ejemplo, muchas de ellas se consiguen plata con los hijos o con el marido para hacer trámites. Y efectivamente, van a la municipalidad, a la casa del adulto mayor, etc, pero a buscar papeles inservibles, solo para ocultar su paso por las máquinas tragamonedas.
Estos lugares se pueden prestar para que ocurran cosas lamentables. Sin caer en una generalidad eso si. A una persona con baja escolaridad, por ejemplo, que se le acabaron las monedas para jugar, puede ir creando redes que le permitan satisfacer esta necesidad inmediata. Perfectamente puede ocurrir y de hecho ocurre, que alguien les dice, bueno, yo te paso, pero háceme este favor de venderme esto. Se da el microtráfico para poder conseguir dinero para jugar. Para los que conocemos pacientes, que piden tratamiento por estos casos, sabemos qué ocurre, por sus mismos testimonios. Eso sucede porque en realidad la adicción es incontrolable.
Imagínate que una familia puede comer con 2 mil pesos en el día. Si apuesta los 2 mil, puede que no coma hoy, pero si gana 20 mil puede comer bien toda la semana. Eso puede acontecer si la adicción aún es controlada, pero cuando se descontrola el tema pasa a cuestiones graves- y me gasto los 20 mil, y si los pierdo, voy a la casa a buscar cosas para vender, saco las frazadas, los adornos, cuadros, etc.
En estos casos nos podemos dar cuenta de la perversidad del sistema. No es casual también, que la Cámara de Comercio no haya puesto ojo en esto. ¿Quién trae las máquinas? ¿Cuál es el permiso para funcionar?¿Pagan impuestos? ¿Qué dice el Departamento de Salud Mental?¿Se cumple con las normas sanitarias?
¿Cómo puede diagnosticarse una ludopatía?
La ludopatía tiene manifestaciones que son visibles a largo plazo. Una adicción parte eliminando o cambiando tu estilo de vida. En el caso de una mamá/dueña de casa, por ejemplo- sin ponerse machista eso sí- que va a comprar al negocio de la esquina, pero repentinamente ya no va al negocio y sigue de largo. Ya no llega a la 1 al almuerzo, sino que empieza a llegar a las 2 o 3. Incluso puede que después no llegue y no hay almuerzo.
Se podría decir que la ludopatía le afecta mayoritariamente a las mujeres, pero por la sencilla razón de la represión que se ejerce sobre la mujer que debe quedarse en el hogar. Lo triste que puede ser su vida, los golpes. El costo de salir a la calle a tener estos placeres lo asume ella con lo poco que tiene. Incluso hay casos donde consiguen dinero explotando su cuerpo.
La familia afectada por la ludopatía tiende a transformarse en disfuncional, porque la cara visible en la casa es la mamá o el papá. Pero en el hombre no se da tanto el problema porque los hombres por lo general están trabajando. Si tu te fijas en los horarios de mayor concurrencia y qué tipo de gente está ahí, vas a encontrar muchas mujeres. O personas que hacen su vida en el centro.
¿Qué tipo de tratamiento se le puede dar a los ludópatas?
Hay algunos estamentos de salud que están trabajando esta área, en los COSAM (Centros comunitarios de salud mental), o algunos trabajos que hacen hospitales bases. Y algunas comunidades terapéuticas que se están metiendo a luchar contra este flagelo, pues se han dado cuenta cómo paulatinamente se está metiendo en las poblaciones, al igual como en su momento lo hizo la pasta base. Están las condiciones para que se descontrole, pues hay una ley bastante ambigua regulando su condición.
Lo más importante son las familias de los adictos. Pues cumplen un rol protector, al enterarse de que uno de la familia tiene este problema, y se pregunta cómo lo pueden ayudar. En el fondo el sujeto adicto es un síntoma de lo que ocurre en la familia, y la familia es un síntoma de lo que ocurre en la sociedad, en el mercado.
Cómo señaló Michel Foucault en una oportunidad: no confundir el síntoma con la enfermedad. ¿Cómo se puede abordar este problema como sociedad?
La ludopatía podemos abordarla de dos formas; lo legal y lo legítimo. A las autoridades les importa que esto esté en lo legal, sin importar el daño a la salud mental y física que pueda provocar a la población. Y esta la legítima, de intervenir este tipo de juegos, pensando que desde el punto de vista terapéutico es mucho más rentable la prevención de este tipo de prácticas, pues el trabajo terapéutico de una persona ludópata es bastante complejo. Si tu te fijas, la persona puede tener un trabajo terapéutico, pero después llega a la casa a ver, no se, ¿Quién quiere ser millonario?. Entonces el tema es algo perverso, pues se juega con la mentalidad de las personas: se juega con las emociones diciendo que !la única forma de salir de nuestros problemas es haciéndonos ricos!
De esta forma lo que entra en el debate, a propósito de la coyuntura que vivimos, es la educación. Hay que cuestionar qué es lo que está generando este modelo. Genera desigualdad económica, pero también genera desigualdades en la psiquis de los sujetos. El mercado también creó el concepto de lo vulnerable, escondiendo a los pobres.
Para una persona que tiene una pensión de 80 mil pesos y que tiene la posibilidad de hacerse 20 mil pesos en un rato, no lo va a pensar dos veces. A pesar de la transversalidad de la ludopatía, este fenómeno perjudica más a los pobres.
Si antes el problema era el alcoholismo de nuestros padres, ahora es este tipo de patología que se está introduciendo.
¿Qué tipo de intervenciones se pueden realizar?
Yo creo que esto se tiene que intervenir desde ya. Eso lo tienen que hacer desde ya tanto especialistas en áreas de las patologías mentales y adicciones y terapeutas. Las juntas de vecinos deberían regular desde dentro de su sector este tipo de negocio. Como cuando se pregunta a los vecinos si quieren una botillería en su sector. ¿Por qué entonces no se le consulta a los vecinos si quieren que hayan máquinas tragamonedas en su sector? Ese es un método de autodefensa que se puede realizar.
Hace décadas esto fue lo que ocurrió paulatinamente con la pasta base. No nos dimos cuenta y el negocio ya se diversificó; paga el furgón, la mensualidad del colegio, envía a los chicos a las universidades.
No podemos permitir que esto ocurra con las máquinas.
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