La prostitución ha sido tema del feminismo que lo ha tratado desde distintas perspectivas. Una de ellas plantea que la prostitución debe ser abolida, más aún, establece que la prostitución no es una opción laboral sino que es esclavitud. Ve en la mujer nada más que una víctima del sistema y de los hombres, pero cabe preguntarse ¿Qué trabajo es realmente una opción?
Por otra parte, el feminismo pro-sexo que aboga por la descriminalización, legalización y regulación legal del trabajo sexual. Dentro de esta línea se ha afirmado que para que la prostitución desapareciese, serían precisas dos condiciones: que todas las mujeres pudieran acceder a un trabajo de otro tipo, y que las costumbres no opusieran ningún obstáculo a la libertad de tener relaciones de tipo sexual. Pero lejos estamos de esto último en una sociedad que concibe los placeres sexuales como groseros y por otra parte como “placeres elevados”: escuchar música o disfrutar del arte.
Respecto al trabajo sexual, Chile adopta un modelo abolicionista (también Suecia, Italia, México) que no prohíbe esta actividad, ni persigue a quienes la ejercen, ya que entiende a las y los trabajadores sexuales como “víctimas del sistema social” y las políticas públicas están principalmente relacionadas con la salud cuyo único objetivo es evitar la propagación de enfermedades venéreas (artículos 39 y 41del código sanitario). El Estado busca la abolición mediante la disuasión de los clientes, y persecución de proxenetas y facilitadores. Propio de una constitución neoliberal, el énfasis está puesto en la libertad de la actividad económica. Pese a esto, la prostitución no es reconocida como un trabajo. En esta ambigüedad legal es posible que los municipios establezcan sus propias regulaciones para impedir y poner trabas a la prostitución.
En Concepción a mediados del año 2011, bajo la alcaldía de Patricio Kuhn y apelando a la moral y las buenas costumbres, se aprobó la ordenanza municipal que estableció sanciones a clientes, a quienes ofrezcan, o negocien servicios sexuales en espacios públicos, sean estos pagados o no, también a quienes fomenten, promuevan o faciliten, la prestación de servicios sexuales y el exhibicionismo, el entonces Concejal Álvaro Ortiz uno de los impulsores de esta medida que castiga con sanciones de hasta 2 UTM (80.000) a trabajadores sexuales en la calle. Esta ordenanza es pionera en Chile.
De este modo, la concepción que se tiene de la prostitución en nuestro país no la prohíbe, pero tampoco la regula, solo lo obstaculiza, ya que no es asumido como trabajo bajo toda la legalidad;, tratando de hacer invisible una importante actividad económica y dejando sin protección a cientos de trabajadora/es sexuales.
No obstante, resulta ventajoso el trabajo independiente desde la perspectiva que la prostituta tiene una parte del día para sí misma, para su ocio y se apropia del total de la paga. De existir un proxeneta este funciona como socio de quien trabaja con su sexo. Distinto es en un cabaret, donde existe una relación como cualquier otro obrero que debe hacer presión por mejorar sus condiciones de trabajo, lo que es muy difícil sabiendo que no tiene otras opciones. Sobre éste y otros temas conversamos con Pamela, travesti, dirigente de la agrupación de minorías sexuales (AMISEX) encargada del área trans-femenina, se dedica desde aproximadamente 15 años a la prostitución, como ella afirma la construcción de su cuerpo es femenina las 24 horas del día. Trabaja y estudia en un instituto penquista.
Dentro de la presentación nos cuenta que comenzó trabajando en locales nocturnos, los “cabaret”, pero luego de estar alejada, debido a un acuerdo con su antigua pareja, volvió a las calles donde trabaja actualmente.
“En los locales ganó por lo que bebo o por el sexo con los clientes. De todas formas prefiero trabajar independiente en la calle o internet, no necesitas trabajar más de 3 horas….yo no trasnocho. He optado por publicarme en Internet. La persona que puede pagar las lucas yo la atiendo, estudiante, obrero, abogados, etc. No tengo preferencia, pero atiendo hombres o muchas veces parejas, es cumplir la fantasía de la mujer que tiene pene…”
¿Es peligroso trabajar en la calle?
Todo tipo de trabajo es peligroso. El único problema son los neonazis u homofóbicos que a veces golpean, roban y amedrentan a las chicas, pero es por temporada, existen calles más riesgosas, donde se puede tener más clientes pero más riesgo…yo no tomo en la calle, me carga que se tome y se droguen en la calle, ni hacer escándalo y molestar a los vecinos, son reglas para mí, no tranzo eso. En un local es un poco más seguro, pero te cagas el hígado, los riñones, porque tienes que “chupar”, estrujándole al máximo los bolsillos al cliente, de otra forma no ganas nada, al menos que un cliente quiera acostarse contigo.
¿Por qué entraste a la prostitución?
Por un lado es porque el acceso al dinero es más fácil y también existe la discriminación que cierra las puertas, en ningún trabajo van a aceptar a la chica que es travesti, no es por hacerse la víctima, pero existe una estigmatización de la chica travesti prostituta, que roba, que toma, los medios de comunicación venden eso, es lo que vende el travesti que hace escándalo etc…la que tiene una peluquería, algo propio, no vende no se muestra en los medios.
La opción es uno tener una peluquería, o si se tienen las condiciones una pega como nana, pero eso depende de las opciones que se le den a cada una, yo estudié peluquería pero se me cerraron las puertas porque la mayoría de las peluquerías son de chicos gay y una travesti es competencia, en lo sexual, hay una atracción del cliente por la travesti antes que un gay que se le este insinuando.
Ahora estudio para ver la posibilidad de hacer un pequeño negocio.
Acá trabajan mujeres también …las chicas que llegan es por la plata, hay una chica que salió de la cárcel, hace costuras en su casa durante el día y viene acá un rato a “mover la cartera”, en esta pega si tu vives el día a día y mañana te pasa algo o falleces por VIH, nadie se hace cargo.
¿Consideras el trabajo sexual como igual a otro o es diferente?
Socialmente es diferente y mal catalogado, pero es como cualquiera; la diferencia es que acceden a tu cuerpo personas que no conoces, tienes relaciones sin lazos afectivos pero tu estas consciente de eso y lo haces por el dinero.
¿Te costo al principio este tipo de relación?
Primero no es fácil decir: voy a ser travesti, porque tienes que enfrentarte a la sociedad en el sentido que te respeten como persona, lo que logras si eres una persona seria y no trasgredes sus espacios…Yo tengo mi casa y contacto con la familia, otras en cambio no tienen arraigo, no tienen a nadie, llegaron al travestismo y perdieron a su familia, ellas no pueden llegar donde su mamá, por eso deben prostituirse. A mí me gusta el sexo, pero las personas no solo buscan sexo, buscan afecto, hay compañeras que son frías y los clientes no vuelven, la persona también tiene una cercanía, los tipos están tan estresados que uno se transforma en una especie de terapeuta, cosas que ellos no conversan con sus amigos, por ejemplo, que siente excitación por ver penes, penes de una travesti. Se establece un vínculo cuando el cliente es reiterativo, viene dos veces al mes o una y te llaman, se crean lazos.
¿Cómo percibes tú que la gente o la sociedad y la iglesia evangélica o catolicismo ve que seas travesti o tu trabajo?
Frente a una sociedad religiosa me da lo mismo, dentro las comunidades no todos te rechazan y otras jamás te van aceptar, eso hay que comprenderlo no ir en contra de. Desde un tiempo a esta parte las cosas han cambiado, continúan existiendo personas que se burlan, en la calle una está expuesta a que te digan de todo menos a que te digan que eres linda; pero ahora es mucho más fácil asumir, nosotras vivimos la persecución, algunas las golpeaban, nosotras todas las noches estábamos detenidas y toda la noche, o investigaciones te tomaban te pasaban a juzgado. Las nuevas generaciones de travestis vienen con todo un aprendizaje, llegaron mujeres al tiro.
No sé si hay una sociedad más abierta, si más ignorante, yo me presenté a mis compañeros de clases como travesti y muchos no sabían qué era eso, después preguntaban ¿qué es eso? te comparan con transformistas, y somos de distinta línea, las personas que han salido en televisión son transformistas, nosotros somos travestis: todo el tiempo mujeres.
¿Crees que en algún momento pueda dejar de existir la prostitución?
Es difícil que no exista la prostitución, siempre va estar la necesidad de tener algo fuera del matrimonio, debe ser una sociedad demasiado diferente, todo sea igualitario ni siquiera existir el matrimonio.
¿No se asume esta pega como cualquier otro, se esconde?
La prostitución siempre ha existido, en todas las etapas de la historia, no es visto como un trabajo tan común, porque la sociedad dice que el comerciar con el cuerpo denigra a la persona, pero eso depende de cómo uno se sienta, yo también puedo decir no te voy a atender. Por mi parte, yo pongo las reglas, si quiero no atiendo a un cliente y pongo los valores. Sí tenemos poder de decisión, está 50% en dinero y 50% en ti. Cuando hay necesidad de plata hay compañeras que no negocian el sentirse bien, necesitan el dinero y dejan que el weon les pase por encima, es que en la cama todo se transa, si el tipo quiere ser pasivo o hacer otra cosa, pero cuando no tienes plata tienes que ceder…Por eso dedicarse a esto es algo tan personal que tiene que decidirlo uno considerando la necesidad y opción.
FOTOS: Camila Lasalle