Por Valentina Luza Carrión
El director regional del Serviu Tarapacá, Juan Manuel Torres, comunicó a las familias que se encontraban angustiadas ante el inminente desalojo del 15 de febrero, que éste se retrasaría hasta existir soluciones habitacionales efectivas y concretas que regularizaran su situación. Estando entre los ofrecimientos preliminares, opción de traslado para familias, entre otras.
Según Torres, la medida de desalojo no se efectuaría sin “haber agotado todas las instancias posibles de ayuda a quienes corresponda” y es por ello que el retraso se había comunicado el pasado viernes 13, generando alivio en la comunidad.
Hoy a pocos días de dichas declaraciones, la Gobernación indica que se desocuparán los terrenos de todas formas dando paso un desalojo que podría efectuarse durante los próximos días. Del mismo modo, de las 124 familias contabilizadas desde la autoridad, ya existen soluciones para 111 de ellas, según expresan en el comunicado.
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Para la dirigente de la Cooperativa de vecinos de Laguna Verde de Iquique, Mónica González, la noticia la tomó por sorpresa ya que, según sus palabras, no han recibido ni un llamado, ni ha existido una mesa de diálogo de por medio, indicando que las declaraciones demuestran mentiras de parte de la autoridad, y cifras que tampoco corresponde a la realidad, pues existen más de 600 familias en la zona: “no saben ni cuantos vivimos aquí”, expresa González.
En ese sentido, Juan Manuel Torres, aseguró que de los 125 terrenos que se notifican en uso de manera irregular, tendrían una solución. Sin embargo, el gobernador indicó que “estas familias sabían del proyecto e igual se instalaron en el sector”, evidenciando una descoordinación sobre cómo se está abordando la problemática entre las autoridades.
Por su parte, la dirigente expresa que las autoridades, “No han llegado a terreno nunca para conversar con nosotros. Todo lo que ellos están hablando es mentira. No hemos planteado nuestro problema, ni ellos, nada, nada. Ponen cifras y todo, no entendemos.”
En las próximas horas se espera una solución de manera urgente ante el inminente desalojo, que sea concordante al actual escenario de crisis sanitaria y social que se vive en Tarapacá. Cabe recordar que existen dentro de los campamentos pacientes covid positivo y que, en caso de efectuarse el desalojo, quedarían a la deriva.
