Tras la proclamación de la Independencia de la República Catalana, por parte del parlamento catalán el día 27 de octubre pasado, el gobierno de Español intervino al de Cataluña a través del Artículo 155 de la Constitución Española, cerrando el parlamento catalán y convocando a elecciones autonómicas para el día 21 de diciembre.
Los catalanes presenciaron con estupor, durante el referéndum independentista del último 1 de octubre, como la comunidad internacional -pero principalmente Europa- guardó silencio o se puso de perfil, mientras la policía española secuestraba urnas, golpeaba y hería a centenares de votantes en una de las bestialidades políticas fuertes vividas en Europa durante la última década.
La declaración de independencia es letra muerta sin el reconocimiento internacional, eso lo tenía claro el gobierno catalán, es por ello que -aplicado el artículo 155-, decidieron ejecutar una estrategia dual y combinada para enfrentar la represión que caería sobre el gobierno y las instituciones catalanas por parte del Estado español. La mitad del gobierno, con el vicepresidente Oriol Junqueras a la cabeza, se quedó a hacer frente a la represión en Cataluña y la otra mitad, con el presidente Carles Pugdemont, se fue a Bruselas, capital de Europa, a buscar refugio y mantener vivo al gobierno catalán en el exilio en caso de triunfar la represión.
Los hechos dieron la razón a la estrategia catalana, un tribunal español citó al gobierno catalán a Madrid, bajo las acusaciones de sedición, rebelión y malversación de fondos públicos que implican condenas de hasta 50 años de cárcel, la mitad del gobierno que permanecía en Cataluña se presentó ante la fiscalía, a pesar de tener tan sólo 24 horas para articular una defensa. Ante el evidente abuso de autoridad y faltas al debido proceso, la jueza Carmen Lamela, a cargo de éste, envió a prisión a los 8 consejeros (ministros) del gobierno catalán, incluido el vicepresidente y emanó una orden internacional de captura para la restante mitad del gobierno catalán refugiado en Bruselas.
Orden de captura llega a Bruselas
España esperaba ver al gobierno catalán en el exilio detenido y esposado por la policía belga, listo para ser deportado, y así terminar de derrotar moralmente al independentismo, la campaña de desprestigio por lo medios contra el “cobarde” y “huido” presidente catalán ha sido tremenda, en los medios públicos y privados en el Estado español.
Para desgracia de España, Puigdemont y los consejeros que están en Bruselas, se presentaron a las autoridades judiciales belgas a prestar declaración y éstas, luego de tomarles declaración, los dejaron en libertad con medidas cuatelares, básicamente no abandonar el país mientras se resuelve el procedimiento judicial, que podría llegar a tardar hasta 2 meses, acabando con la extradición a España.
En paralelo, cuatro altos dirigentes políticos de las principales fuerzas políticas belgas, tanto flamencas como francófonas, dieron declaraciones durísimas contra el gobierno español. El actual Ministro del Interior gobierno belga, Jan Jambon (Flamenco), señaló que “el gobierno español ha ido demasiado lejos”, “¿Qué han hecho mal? Simplemente aplican el mandato que recibieron de sus electores”, dijo no entender que se esté golpeando y encarcelando a gente y que Europa no se haga estas preguntas.
No fue la única declaración del día de ayer, el ex primer ministro belga, el socialista francófono Elio di Rupo, se despachó dos twiteos, que dejan fuera de juego al gobierno español: “Puigdemont ha abusado de su posición, pero Rajoy se ha comportado como un franquista autoritario”, “Combatamos la independencia, pero mantengámonos demócratas”, así, cuestiona abiertamente el carácter democrático del gobierno español.
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Otros políticos belgas se pronunciaron en la misma línea, como Kris Peeters, quien pidió a la comunidad internacional -hace unos días- que velara para que el caso de Puigdemont siguiera un proceso correcto: “Existe la ley española, pero también existe el derecho internacional, la Convención Europea de Derechos Humanos y todas estas cosas, y eso prevalece por encima de la ley de un estado miembro”.
Así el arma judicial que pretendía utilizar el gobierno español para aplacar y someter al independentismo, reabre un frente internacional en torno al conflicto, más aun cuando hay varias cancillerías que siguen guardando silencio y no han sucumbido a las presiones españolas.
Frente Interno en España y Cataluña
Hoy lunes la justicia española debería definir el encarcelamiento o no de la mesa directiva del parlamento catalán, cualquier decisión que adopten les jugará en contra, si encarcelan a los parlamentarios catalanes, como lo hicieron con el ejecutivo, seguirán ahondando la crítica internacional al actuar del estado español y su precariedad democrática, incrementarán la protesta interna, ya no sólo en Cataluña, sino que en todo el Estado español, particularmente por parte de otras identidades nacionales como vascos y gallegos, amenazados desde ya con la aplicación del 155, también una pequeña parte de la izquierda española, que se da cuenta del posible naufragio de las escasas libertades políticas y democráticas de un sistema político negociado con el franquismo (Régimen del 78), ha reaccionado contra las acciones del gobierno de Rajoy.
Por otra parte si no encarcelan a los parlamentarios, darán una muestra de debilidad a la interna; y si encarcelan a los consejeros del gobierno catalán que permanecieron en el país, se verá como una medida injusta, abusiva y arbitraria.
Hoy el gobierno español se juega mucho en las dos apuestas que realizó, la vía judicial se puede volver en su contra, si Bélgica no concede la extradición a España de Puigdemont en la práctica valida la falta de libertades y garantías democráticas en España y con ello genera la antesala a una posible intervención de la Unión Europea en el conflicto, o el reconocimiento de algunos Estados a la República Catalana.
Las elecciones del próximo 21 de diciembre, abren la posibilidad, para que los independentistas, a pesar de la represión, se vuelvan a imponer en las urnas, Cataluña tiene una rica historia de resistencia al autoritarismo en ese sentido y hoy se habla de una lista país, en contra de la intervención española y la aplicación del Artículo 155, la libertad de los presos políticos y la exigencia de un referéndum pactado de independencia a la escocesa, el cual es visto con cada vez mejores ojos en Europa.
La Caverna Española
El conflicto catalán ha hecho resurgir no sólo lo peor de la instituciones españolas, el pasado franquista pesa, sin duda, sobre todas ellas, sino además sobre el conjunto de la sociedad española, ante el discurso de diálogo y la movilización pacífica de millones de catalanes, el Estado español y sus medios de comunicación han dado vía libre a grupos neonazis y fascistas que con banderas de España y de la Falange, al grito de ¡arriba España!, agraden a cualquiera que nos los ratifique o contradiga. Esta misma caverna europea ha salido en apoyo a España. Desde Francia, Jean Mari Le Pen ha dicho por twitter y en perfecto castellano, replicando la famosa consigna franquista de la España única, grande y libre, grupos neonazis ucranianos se han ofrecido para asesinar catalanes, en algo que hasta el momento a los medios de comunicación españoles les parece gracioso.