La niebla dijo no, y el sol pasó
El árbol dijo no, y el sol pasó
La muerte dijo no, y el sol
¿qué pasó con el sol?
La muerte dijo no, y el sol
¿qué pasó con el sol?
La muerte dijo no y el recién pasado 1 de mayo se llevó la vida de Eduardo Guzmán, fundador y alma artística del grupo folclórico Quelentaro. Se termina así un ciclo de la vida de este grupo porque Quelentaro se ha sostenido, de un modo determinante, durante más de 50 años gracias a la producción musical y creación artística de Eduardo Guzmán. También representaba un valor moral entre los cantores y musicantes del canto folclórico y popular no solo por sus creaciones convertidas en gritos de denuncia, protesta y compromiso, sino también por su actitud militante con el proceso de lucha popular chileno de la década del 60 y comienzos de los 70.
Durante aquellos años de auge la lucha y organización del pueblo chileno, el grupo Quelentaro fue parte activa y gravitante de la cultura popular durante los 3 años del gobierno popular de Salvador Allende. Fue el tiempo del fomento y aumento de las expresiones artísticas y culturales del pueblo, y en ello los Quelentaro compartieron espacios y escenarios con los grandes exponentes del Nuevo Canto Chileno como Víctor Jara, los Inti Illimani, Quilapayún, Patricio Manns y otros. Aunque, a decir verdad, las presentaciones de Quelentaro se desparramaron más por los Sindicatos de Trabajadores, Asentamientos Campesinos y Peñas Populares durante aquellos alegres y difíciles años.
Ello significó, por supuesto, que devenido el fatídico golpe militar, la represión afectó a todas estas manifestaciones artísticas populares, que quedaron expresamente prohibidas y sus cultores en condición de interdictos o directamente perseguidos. Eduardo Guzmán debió salir exiliado; a Argentina primero, pero cuando se produjo el golpe de estado también en ese país, debió seguir huyendo hacia latitudes más lejanas. Canadá fue su próxima parada. Y en condición de exiliado permaneció por más de 20 años.
Durante este oscuro período dictatorial, el canto de Quelentaro, estuvo expresado en la presencia física, voz aguardentosa y entereza de ánimo permanente de Gastón Guzmán quién, tal vez por esta misma razón, resulta ser el más conocido y popular de los hermanos Guzmán. En aquella época negra de nuestra historia, Quelentaro, se convirtió en un instrumento de resistencia cultural durante los años setenta, siendo parte de cantatas clandestinas y de jornadas culturales semi ocultas tras las tablas de parroquias e iglesias de barrio. Luego, durante los ochenta, fue una expresión más de la resistencia activa contra la dictadura; las actuaciones de Quelentaro, ahora ya públicas y abiertas, en poblaciones, galpones y teatros se convirtieron en verdaderos actos políticos de lucha antidictatorial.
De esta época, alimentada desde la distancia por Eduardo y cultivada en el terreno por Gastón, son algunas de las mejores composiciones de Quelentaro; entre éstas mencionemos Buscando Siembra, Lonconao, Reverdeciendo, Qué de Caminos, entre otras.
Quelentaro fue creado allá por 1960 por un grupo de amigos, músicos y cantores de la provincia de Malleco, la mayoría de ellos de la ciudad de Angol. Eduardo Guzmán estuvo entre sus creadores, lo mismo que su hermano Gastón.
Como grupo, cultivaron desde sus orígenes un folclor campesino, descriptivo y vivencial, que rompía con la música costumbrista tradicional, clasista y alienante, del huaso y la china, o el caballo y el campo, o la casa y la negra. Su canto siempre fue de denuncia, de mostrar la realidad de explotación y miseria de los habitantes del mundo rural, de reclamo contra la injusticia, de verdades ocultas.
Se mantuvieron actuando a nivel regional sin lograr mayor trascendencia ni reconocimiento en una época en que el Nuevo Canto Chileno estaba recién abriéndose espacios y rompiendo esquemas.
En aquel tiempo sus actividades artísticas más importantes fue la participación en la Carpa de la Reina, de Violeta Parra, en Santiago, quién los acogió y apoyó, y la edición de su primer disco el año 66, con el título de Coplas al Viento.
Al año siguiente, tras lanzar su segundo disco, Huella Campesina, el grupo original se separa. Desde entonces se ha sostenido como Dúo Quelentaro, a pesar de que en sus presentaciones y grabaciones habitualmente integraron a otros músicos y grupos. Este dúo ha dejado de tener continuidad por la definitiva ausencia de uno de sus pilares.
Foto de Quelentaro extraída de Casa de Cultura de La Pintana
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