El desarrollo urbano de una ciudad, según los últimos esfuerzos realizados por académicos en el mundo, debe responder al igual que con el medioambiente, a un desarrollo sostenible. Los aspectos territoriales deben responder a un desarrollo sostenible, lo que significa también, la distribución equitativa del ingreso, el desarrollo de las áreas verdes, el transporte público, entre otras cosas. Según nos señala la profesora Carolina Rojas, geógrafa y doctora en Cartografía, Sistemas de Información Geográfica y Teledetección, en entrevista con Resumen, lo que se está tratando de hacer “es territorializar el desarrollo sostenible”.
La catástrofe natural del 27 de Febrero develó las condiciones de desarrollo urbano del Concepción metropolitano. Según nos señala la geógrafa, el sismo dejó en evidencia que “hay un desarrollo muy poco sostenible.” Nos indica que sería interesante comparar los mapas de adecuación del territorio con las áreas de destrucción del terremoto tsunami. “Gran parte del territorio está asentado sobre áreas de riesgo.”
La población Santa Clara, es un claro ejemplo de un desarrollo urbano ilógico, pues las vías de una posible salida del mar eran los canales cercanos a la población, canales que fueron parcial o completamente rellenados. Ello fue una de las razones que permitió que el agua inundara la población en su totalidad. Incluso, esta irracionalidad territorial fue aún más peligrosa, debido a que las herramientas de pesca industrial, minas antisubmarinas, entre otras cosas, siguieron con la fuerza del tsunami, el cause de la población.
La profesora nos señala que “ahí también hay otros factores. Nosotros como investigadores tratamos situaciones en el espacio geográfico y nuestro principal objetivo es difundirla. Hay medios como revistas científicas y diarios que las publican, también enviamos copias al gobierno. Pero obviamente nosotros no tomamos las decisiones de lo que se hace por ejemplo, con las variaciones inmobiliarias.”
La intervención de expertos en la planificación de la ciudad llega hasta el punto de la competencia académica, y al igual que el resto de la población, tampoco deciden que se hace con el territorio. “Uno puede dar su opinión, por ejemplo, a través de charlas – nos indica el afiche de sostenibilidad territorial- dónde mostramos que el crecimiento de la mancha urbana es poco sostenible, como se va acercando a áreas de inundación a áreas de relleno. Ahí también hay responsabilidad de nosotros porque no acercamos nuestros estudios a las personas y también de la comunidad en general que se interese por conocer su territorio, que se interese por ser más ciudadana. No solamente comprar una casa por un estatus social o porque la casa es bonita, sino también conocer factores geográficos. A pesar de todos los riesgos que hay en Chile, debido a la geografía, al paisaje, los chilenos somos poco conocedores de nuestro espacio. Eso es transversal a la condición socio-económica. Es fundamental la educación”
Reconstruir lo mismo o refundar lo que queremos
En los últimos meses, paulatinamente, se ha instalado en la opinión pública el concepto de reconstrucción. Como si reconstruir en esencia, fuera algo bueno. La catástrofe dejó en evidencia que había cosas que venían mal hace bastante tiempo: las descubrió y toda la población lo observó y lo sufrió. ¿Por qué entonce reconstruir si podemos Refundar?
Cuando preguntamos a la profesora qué no volvería a reconstruir nos comentó que “es complicado porque el terremoto-tsunami fue un evento en esas condiciones específicas. Entonces puedes tener varias formas de abordar el problema. Puedes reconstruir en el mismo lugar y no va a pasar nada en 100 años y luego cuando venga otro evento va a provocar efectos en otras zonas. Otro escenario es que se vuelva a reconstruir en el mismo lugar, de la misma forma y esto vuelva a pasar una y otra vez como un ciclo vicioso.” Lo más importante en la reconstrucción “es el estudio temporal. El futuro se puede modelar de distintas formas.”
La reparación de los espacios tiene que ir fundamentada en estudios bastante estrictos, donde se analicen los fenómenos en un rango temporal bastante amplio. Cuando comentamos el efecto de los rellenos, por ejemplo en la población Santa Clara, la profesora nos señaló que:
“El caso del relleno de los canales es un efecto de la urbanización, de la intervención humana. Yo creo que reconstruir a tontas y a locas, rápido y donde estaba, creo es una irresponsabilidad. Esa reconstrucción tiene que estar extremadamente bien fundamentada con un estudio temporal de al menos 100 años que describa como se ha ido comportando la evolución urbana, la evolución natural y todas las intervenciones que han ido ocurriendo.”
Según la geógrafa, refundar sería lo mismo que reconstruir “si en el refundar algo que no está intervenido no se contemplan las transformaciones que se darán en 20 años, por ejemplo. Cuando Penco se inundó y se refundó Concepción, no estaban las intervenciones que se han realizado ahora. Quienes realizaron eso no tomaron una mala decisión”. Los problemas tendrían que ver con las intervenciones que se van haciendo a lo largo del tiempo “la dinámica espacial es compleja, porque eso tiene que ver con el crecimiento de la ciudad, el aumento de la población, los patrones socioeconómicos, los modelos de ciudad. Por eso son tan importantes los planes territoriales, porque son los únicos que generan un modelo de ciudad. La ciudad que queremos en 20 años más. La gente que está encargada de la reconstrucción no está solucionando los problemas de ahora, sino que está construyendo un modelo de ciudad a futuro. Lo bueno es que se esté monitoreando siempre, que haya un control del crecimiento, de la dinámica espacial, de las intervenciones”
Otro Modelo de ciudad
Construir un nuevo territorio es el desafío de una ciudad golpeada por una catástrofe y por un crecimiento no-sostenible. Carolina nos señala que “lo mejor sería que Concepción, como área metropolitana, cree una especie de red que integrara más a los municipios. Donde se distribuyera mejor el crecimiento y que no se concentrara en los ya aglomerados, Talcahuano, San Pedro, Chiguayante y Concepción, para de esa forma desconcentrarse. Y que las funciones se distribuyan mejor en el territorio para romper esta dependencia de las zonas urbanizadas. El crecimiento en altura (edificios) es viable pero con edificios inteligentes, con nuevas tecnologías, con vías de transporte.”
El problema de las comunas dormitorio es fundamental – San Pedro, Chiguayante, Hualpén, por nombrar algunas-. Estas comunas nacen “por el auge de los polos industriales Concepción- Talcahuano, que como estaban ya poblados permitieron que la población se asentara en la periferia. Tras eso vienen los desbordamientos de población y el factor socioeconómico. Si una ciudad está creciendo va a generar este tipo de aglomeramiento, lo importante hubiese sido que cuando viene esta explosión, hubiese existido una planificación de ciudad, con redes de transporte, una planificación de los barrios que hayan compensado lo que ahora se produce. Porque lo que hay ahora es segregación urbana, inaccesibilidad, concentración de funciones debido a que no hay una planificación urbana coherente y que esté pensando en el futuro.”
Una de las posibles soluciones para estas comunas dormitorios es que en vez de depender del centro metropolitano pudiesen generar sus propios puestos de empleo. Frente a ello la profesora nos comenta que “eso tiene más sentido, porque es insostenible que los puestos de trabajo estén concentrados”. Asimismo ocurre con la ex -zona del carbón, que tras la reconversión económica, se vio obligada a trasladarse a los centros productivos concentrando aún más este desarrollo insostenible. “Lota es una de las comunas más pobres de Chile. Ahí tienen que generar iniciativas territoriales que permitan generar un impacto positivo en el territorio. Un buen ejemplo de ello es el Centro Educativo (Parque Educativo Jorge Alessandri) que han puesto en Coronel, eso está bien porque reactiva la ciudad. Eso genera puestos de trabajo.”
Mucha importancia tienen los municipios en esta reconversión “los municipios son clave. Pero hay que reestructurarlos. Por ejemplo sus unidades de planificación, las Secplan son claves. Pero lo que es fundamental es estar mirando la ciudad a futuro, no resolviendo en el momento.
Pero el municipio no tiene tantos recursos, no tiene tantos profesionales y tiene millones de problemas”
En Chile tan solo el 13% del gasto fiscal se realiza vía los municipios, muy por debajo del promedio sudamericano (18%) y ni hablar del europeo (43%). En países como Suecia el 60% se canaliza por vía municipal.
Según la profesora “ningún candidato en las elecciones habló de la ciudad. Nadie hablaba de los barrios, de la integración, del espacio territorial. No era importante”
De hecho quienes han puesto en el tapete lo territorial han sido los vecinos de Penco y Coronel, con el rechazo a las termoeléctricas, o los vecinos que reclaman contra la instalación de antenas de celulares en sus barrios. “Son demandas territoriales bastante válidas y legítimas, pero como en Chile se está en otra, los tratan de revolucionarios. Esos son los canales que no deben morir, debe celebrarse que los propios ciudadanos se preocupen de su ciudad, de sus puestos de trabajo, de cómo van a trasladarse”.
Porque preguntarse por el territorio es preguntarse por el futuro, por la vida.
La participación.
¿Es necesaria la participación de la comunidad en las decisiones territoriales? La profesora nos señala “que la participación es vital, porque son los vecinos los que interactúan con el territorio. Lo que un funcionario de gobierno o un planificador no puede hacer es tratar las cosas por separado. Los municipios no sólo tienen que preocuparse por la salud o el trabajo, tienen que preocuparse por esos problemas pero en función del territorio donde viven. La única forma de saber esos problemas es con la participación de la comunidad que vive ahí. Las personas son las que plasman en el territorio sus aspiraciones, sus problemas, sus dudas, sus sueños”.
La forma de superar el centralismo sería “a través de la estrategia regional de desarrollo. Si es que se reformula, tiene que pensar en un desarrollo menos concentrado y menos aglomerado. Dependiente en algunas funciones como por ejemplo la Universidad, e independiente en otras como la actividad económica. Generar una relación dependencia/independencia en una relación de poli centralidad.”
No solo los intereses empresariales deben configurar el territorio. A lo largo de la historia de Chile, este sesgo ha producido un modelo, no solo de región, sino también de país, de crecimiento hacia-afuera. El desarrollo territorial hacia adentro acorde con los intereses y las necesidades de los habitantes es un tema pendiente y que no puede esperar más. Democratizar nuestro territorio es una demanda inaplazable.