¿Solución o buen negocio?

altParece que tendremos que acostumbrarnos al estilo patán de los nuevos gobernantes. Durante la pasada campaña electoral, y desde mucho tiempo antes, en realidad, la derecha estuvo amenazando con el cambio que ellos iban a protagonizar cuando llegaron al gobierno. Y ciertamente se ha notado.

Los famosos equipos de excelencia que prometían iban a sorprender al país realizando gestiones de maravilla no se han visto por ninguna parte. Lo que hemos visto es la designación de unos cuantos gerentes, de gente abc1 con apellidos lustrosos, de tipos con un historial que de excelencia no tiene nada, y así por el estilo. De ahí no hemos pasado. El gerente Piñera a un mes de haber asumido, y a tres meses de haber sido elegido, todavía no completa sus equipos de gobierno. En las regiones afectadas por la catástrofe esto es aun más notorio y muestra una pésima dirección desde la Moneda. En conclusión, no había los mentados equipos de excelencia dispuestos a sacrificarse en el servicio público, todo era un cuento de campaña electoral. Cada vez con más frecuencia empiezan a aparecer en puestos claves individuos sacados del sarcófago de la dictadura para completar las funciones que, al parecer, no tienen con quien llenar. Cada vez son más notorios también los llamados “conflictos de intereses” entre estos nuevos funcionarios de gobierno y el aparato del estado. El eufemismo “conflicto de intereses” no es otra cosa que corrupción con las puertas y las ventanas abiertas, a la vista de todos, pero en donde los medios de comunicación masiva y una sarta de políticos inmorales se encargan de embolarnos con la cantinela de que todo eso “es legal”, “es legítimo”.

Estábamos habituados a escuchar cada tanto que personajes ligados a los anteriores gobiernos de la Concertación eran sorprendidos en malabares, triquiñuelas y corruptelas para arreglárselas malversando fondos públicos; es decir, se fueron convirtiendo en ladrones y sinvergüenzas. Ahora, en cambio, los ladrones y sinvergüenzas llegan directamente a posiciones de gobierno; sino es cosa de revisar el currículo de ciertos ministros, gobernadores e intendentes designados por Piñera. Y la corruptela no habrá que esperar a que se produzca pues ya está instalada. Los funcionarios corruptos se corrompen para venderse o beneficiar a entidades y empresarios privados; pero ahora están los empleados de ese mundo empresarial instalados en posiciones de privilegio y estratégicas en el aparato del estado desde donde podrán hacer sin ninguna cortapisa la santa voluntad de sus mandantes.

Una muestra grosera de estos juegos de negocios fue la imposición como los “proveedores oficiales de la Reconstrucción” a las 3 cadenas del rubro construcción más grandes del país: Sodimac, Construmarc e  Easy, beneficiando directamente a 3 poderosos grupos económicos. Bonito arreglo logrado entre gallos y medianoche. Los mismos patanes que durante años hicieron gárgaras hablando del cambio que introducirían para favorecer a la pequeña y mediana empresa, y al pequeño y mediano comercio, al momento de la repartija del dinero no dudan en privilegiar a sus pares y jefes del mundo empresarial mandando a joderse a los pequeñas y medianas ferreterías, barracas y aserraderos del país. A la hora de la verdad demuestran cual era su verdadero interés y su verdadero afán por ser gobierno.

Otro ejemplo grosero lo ha dado la Intendente de la Región, Jacqueline Van Rysselberghe, quien rasgaba vestiduras y se tiraba las mechas alegando contra la inoperancia del Techo para Chile y el Hogar de Cristo y su programa de construcción, distribución e instalación de mediaguas. Ella exigía que en SU región esa tarea fuera asumida por empresas particulares para asegurar rapidez y eficiencia. ¿Cuál era su verdadero afán? Evidentemente lo único que anima a la Intendenta es favorecer a sus amigos empresarios de la zona, así todo queda en familia. Por supuesto, que su reclamo fue escuchado y asumido por el Gobierno de Piñera y el Techo para Chile fue desligado de esa función en la Octava Región. En los hechos, las únicas mediaguas que se han entregado en la Región después del terremoto son las que alcanzó a distribuir el Techo para Chile. No solo eso. El gobierno encontró genial la idea de la Intendente y privatizó todo lo que pudo privatizar en la construcción de mediaguas y comprometió millonarios premios por cantidad de mediaguas construidas. Claro que lo importante era cerrar el negocio y asegurar bonos extras de ganancia porque en los hechos hasta el día de hoy la Van Rysselberghe y sus socios no han entregado ni una sola mediagua a los afectados de la Región; ni una sola, cero. La única mediagua que han mostrado es una que instalaron como “casa piloto” en la plaza de Dichato. Hasta en ese detalle se les nota que este asunto para ellos es solo un negocio. Negocio redondo.

Mientras, los pobladores y campesinos afectados por el terremoto y el maremoto, desde Cobquecura hasta Tirua, deben seguir esperando mediaguas y soluciones.

Pero no es solo ineficacia y desidia en el problema de las mediaguas. Lo mismo ocurre con la ayuda a los pescadores artesanales para recuperar sus botes, rehacerlos o remolcarlos a la mar. Parece que los pescadores no son buen negocio para las autoridades porque poco o nada se ha hecho por ayudarles a recuperar su fuente de trabajo y de sustento familiar.

Tampoco ha habido soluciones para los pobladores de Santa Clara, Lota, Arauco, por nombrar algunos, en donde a mes y medio del terremoto todavía no se repone el servicio de agua potable y otros servicios básicos. Al desastre natural mismo, se suman los efectos desastrosos para los habitantes como la falta de trabajo, problemas de salud, carencia de medios de transporte, aislamiento o abandono por una infraestructura caminera destruida y sin visos de rehabilitar; en suma, condiciones de vida que solo pueden calificarse de desamparo. Por donde uno mire, recorriendo la región, saltan a la vista las necesidades y problemas no resueltos desde la catástrofe. Por donde uno camine, surgen los reclamos y protestas ante la indiferencia e indolencia de las autoridades.

Entre tanto, Piñera, el gerente general de los negociados de la Reconstrucción, anda festinando su éxito político por Argentina, Brasil y Estados Unidos en su primera gira internacional. Al parecer por ahí van los buenos negocios.

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