Diversos han sido los avisos de vecinos que han acudido a los supermercados a comprar jurel en conserva y se han encontrado con que no hay.
A pesar de que los medios de comunicación ponen paños frios y explican que esta situación es por la destrucción de las plantas conserveras el 27 de febrero, la realidad es mucho más cruda y tajante; el jurel se está extingiendo a causa de la sobreexplotación y mientras tanto, todavía los empresarios piensan en seguir convirtiéndolo en harina de pescado para fabricar alimento de otros animales, que se venden a "mejor precio".
La extinción del jurel se ha anunciado desde hace bastante tiempo, incluso hace años. Con motivo de esta situación, casi "apocalíptica", reeditamos un artículo publicado hace algunos meses.
El Jurel: Defenderlo es deber de todos.
El jurel, junto a la caballa, el monito, la sardina , la anchoveta y otros, forman parte del grupo de los pescados azules, llamados así por su contenido de grasa mayor que el de los pescados blancos como la merluza. La grasa que tienen los azules es rica en Omega 3, un ácido al que se le atribuye una serie de propiedades benéficas; disminuye el colesterol, ayuda a impedir la formación de coagulos en las arterias, previniendo la trombosis, derrames cerebrales e infartos cardiacos. También se le atribuye la prevención de cáncer de colon, de prostata y de mama.
El contenido proteico de los pescados en general y en especial de los azules, los hace imprescindibles en la alimentación de quienes desarrollan masa muscular; como niños y adolescentes. Pero esta riqueza nutricional de los azules y la abundante población que hasta hace algunos años los caracterizó, es la que ha gatillado que hoy estén desapareciendo de nuestra dieta y de nuestro mar.
Entre Coronel y Talcahuano se concentran las mayores tasas de desembarque de jurel del país, es así como el presidente de la Federación de Trabajadores de la Indusria Pesquera (FESIP), Robinson Cárcamo afirma que el jurel representa el 80% de la actividad pesquera de la Region.
En 1995 se llegó a pescar 4.4 millones de toneladas de jurel, en una pesca indiscriminada que comenzó en los años 80. Hoy la pesca se rige por la "Ley Corta", vigente desde el 2001, que asignó cuotas de captura por armador (dueños de embarcaciones), lo que en la práctica significó que las alrededor de 12 grandes pesqueras terminaran por concentrar el 95% de la pesca del jurel y los pescadores artesanales el 5% restante.
El jurel puede alcanzar unos 70 centímetros de largo en 16 años de vida, sin embargo en 1981 se impuso que el jurel podía ser capturado con 26 cms. de longitud, esto es cuando llega a su primera madurez sexual. Según diversos informes, el tamaño del jurel ha ido disminuyendo; en 1993 la talla mínima era de 34 cms. y en 1995 era de 33 cms. En 1999, en Talcahuano, se registró que el 58.7% del jurel capturado estaba bajo los 26 cms.
La importancia del tamaño del jurel capturado radica en que si éste es muy pequeño no alcanza a reproducirse. Sin embargo, esto no les interesa a quienes lo han sobreexplotado.
Para el 2008, se estableció que podían pescarse de 1.6 millones de toneladas. Para este 2010, el límite se fijó en 1.3 millones de toneladas, pero todavía no pueden capturar ni el 30% y se calcula que sólo podrán pescar entre 500 mil y 600 mil toneladas, osea ni la mitad de las toneladas que se les ha asignado.
La situación se agrava, en tanto barcos factoría pescan fuera de la zona económica exclusiva, sin respetar las medidas de conservación, como por ejemplo; la talla mínima y su tiempo de desobe. Estos han aumentado la captura de 100.000 tns a 500.000 tns de jurel, según Robinson Cárcamo de la FESIP.
Según el reciente censo pesquero del INE, en nuestra región hay 13.513 pescadores artesanales, de los cuales 5.797 se dedican sólo a la extracción de peces (principalmente anchoveta, sardina, merluza, jurel). Estos más de 5 mil pescadores sobreviven empleándose en otros rubros mientras están inactivos y con subsidios que constantemente deben arrancárselos a un Estado que entregó su fuente laboral a unos cuantos.
Los trabajadores de la industria pesquera también están sometidos a la precariedad laboral de las empresas. Gatillados por el terremoto y maremoto y por la ausencia de jurel, ya se han realizado 400 despidos en Coronel y 1200 despidos en Talcahuano.
El Orgullo de ser el Segundo productor de Harina de Pescado después de Perú.
En nuestra región, la harina de pescado ha dejado, paulatinamente, de ser uno de los productos más exportados. Esto no es porque no se produzca, sino porque la harina se queda en el país.
Hasta hace unos años, casi el total de la producción de harina era comprada por China, pero hoy son las salmoneras las que la compran como materia prima para fabricar el alimento de los salmones en engorda.
Para la industria del salmón, hoy es de vital importancia que se siga pescando con la misma irracionalidad. Sus gerentes dicen que es un gran beneficio sacar toneladas de jurel -pescado abundante y barato- y convertirlo en alimento para un pescado caro y exclusivo como el salmón. Un detalle es que para hacer crecer 1 kilo de salmón son necesarios entre 7 y 10 kilos de jurel, según Cosme Caracciolo de la Confederación Nacional de Pescadores Artesanales de Chile (Conapach).
Ante lo cual, los empresarios del salmón dicen que para un 1 kilo de salmón sólo son necesarios 1.7 kilos de jurel.
De todas formas, hasta el 2009, más del 70% de los desembarques del jurel se convertía directamente en harina y el restante se dejaba para consumo humano nacional y de exportación. De esta manera, el porcentaje de jurel que terminaba en nuestra mesa era mínimo.
Hoy la situación es más dramática, pues ante la escasez del jurel, el Estado, por su voluntad, no va a priorizar la seguridad de nuestra alimentación, sino que dejará que las empresas sigan haciendo lo mismo, explotar y vender lo que es de todos al que le pague más por ello.
El sistema de cuotas de captura por armador ha sido destructiva pues ha fijado estos límites según las ambiciones empresariales. Pero también, la extracción masiva de sólo algunas especies también ha contribuido a este desastre, pues desestabiliza el ecosistema marino, interrupiendo cadenas tróficas y reproductivas.
La superación de este modelo depredador no pasa por “voluntades políticas” de las autoridades, sino que pasa por la lucha de los pescadores artesanales y los industriales que ven como un recurso que es de todos, sólo ha enriquecido a unos cuantos, y también del conjunto de la comunidad que ve como se les extermina una fuente alimenticia.
PS: Un personaje: El demócrata cristiano Felipe Sandoval fue Subsecretaría de Pesca en el gobierno de Lagos, cuando se aprobó la Ley Corta de pesca que entregó la biomasa marina a las empresas. Durante la presidencia de Bachelet participó en la "mesa del salmón" donde fue premiado, pues hoy es un alto funcionario de la salmonera AquaChile.
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