Más de un centenar de kurdos han irrumpido esta mañana durante una hora en la sede del Parlamento Europeo en Bruselas para protestar por la pasividad de la Unión Europea ante el asedio y bombardeos del Estado Islámico en la ciudad de Kobani.
Un grupo compuesto por más de un centenar de kurdos ha entrado sobre las 11.00 de la mañana en la sede del Parlamento Europeo en Bruselas para reclamar a la Unión Europea apoyo al pueblo kurdo y que actúe «con urgencia para prevenir lo que se va a conseguir en un genocidio del pueblo kurdo en Kobane», asediada y bombardeada desde hace tres semanas por el Estado Islámico y de donde miles de personas se han visto obligadas a huir ante el avance yihadista.
Los kurdos, que desde hace varios días protestan en una plaza cercana a la Eurocámara, han subido hasta la tercera planta, la parte más transitada de la sede, ya que comunica los diferentes edificios que componen el recinto parlamentario. Las autoridades belgas han desplegado un fuerte dispositivo policial.
Un grupo de eurodiputados, entre ellos los de GUE-NGL, ha ofrecido su apoyo a los manifestantes, mientras el personal del hemiciclo les ha llevado botellas de agua.
En el comunicado que han distribuido a los medios, los kurdos señalan que protestan por la «masacre» que lleva a cabo el Estado Islámico en Kobane. Han explicado que están llevando a cabo huelgas de hambre y que ya son más de 10.000 los kurdos que están «en las calles de Europa para que los países occidentales se den cuenta de lo que ha ocurrido en Kobane».
La portavoz de los manifestantes, Keje Kotluk, ha subrayado que «los gobiernos belga y europeos no pueden quedarse ciegos» ante las atrocidades de los yihadistas del EI, que «están bien equipados y utilizan armas procedentes de Occidente».
Los kurdos reclaman también ayuda militar y humanitaria para los habitantes de Kobane.
Se registran instensos choques en Kobane tras la irrupción del EI por el este y el suroeste
Fuertes choques se han registrado en las últimas horas en el enclave kurdo de Kobane, después de que los combatientes del grupo yihadista Estado Islámico (EI) irrumpieran en el interior de la ciudad por el este y el suroeste.
Durante los enfrentamientos contra las Unidades de Protección el Pueblo kurdo (YPG), los yihadistas se han visto obligados a retroceder por las calles del este, aunque siguen dentro de la población.
Mientras, por la parte suroccidental de la localidad, los miembros del EI han tomado el control de varios edificios del extrarradio en su avance hacia el interior de Kobane
Entretanto, los aviones de la coalición internacional, encabezada por EEUU, han bombardeado posiciones del EI en la parte suroccidental de la ciudad, sin que se sepa si ha habido víctimas.
Por su parte, los yihadistas han hecho estallar un coche bomba dentro de la población, aunque por el momento se desconoce si ha habido muertos o heridos.
El EI consiguió ayer entrar en la ciudad, después de tres semanas de asedio.
La ofensiva de los yihadistas ha originado un éxodo de kurdos hacia la territorio turco y otras regiones sirias.
Protestas contra la pasividad del Gobierno de Turquía ante la caída de Kobane
Varios barrios de Estambul y numerosas ciudades turcas y de Kurdistán Norte han vuelto a ser escenario de manifestaciones ante la inminente toma de la ciudad kurda de Kobane por parte de los yihadistas de Estado Islámico (EI).
Los manifestantes reprochan al Gobierno turco su pasividad ante el asedio de EI a Kobane, y su negativa de permitir que llegue ayuda humanitaria y militar turca a esa ciudad kurda.
Algunas manifestaciones, sucedidas anoche, fueron pacíficas, pero en ciertos distritos de Estambul los manifestantes erigieron barricadas, cortaron el tráfico e incluso incendiaron un autobús municipal.
Cuando la Policía intentó dispersar las concentraciones con gas lacrimógeno y cañones de agua a presión, se registraron enfrentamientos.
Escenas similares tuvieron lugar en las ciudades de Hakkari, Van, Diyarbakir, Batman, Mardin y otros núcleos de Kurdistán Norte.
Turquía realizó ayer numerosos movimientos de tanques en el tramo de la frontera siria frente a Kobane, pero no ha intervenido contra los yihadistas, que ya han alcanzado las calles periféricas de la ciudad, donde combaten contra las milicias kurdas.
El jueves pasado, el primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, aseguró no querer que Kobani cayera en mano de los yihadistas.
«Haremos lo haga falta y esté en nuestros manos para que Kobane no caiga», prometió el mandatario, cuyo Gobierno se considera parte de la coalición internacional contra el EI.
Pero pese a que EI indica sus posiciones mediante su famosa bandera negra, fácilmente visible desde la frontera turca en imágenes difundidas por la emisora NTV, la artillería turca no ha intervenido contra los yihadistas.
Eso sí, grandes destacamentos de la gendarmería turca, con numerosos vehículos antidisturbios, controlan desde hace más de dos semanas la frontera para impedir la llegada de ayuda humanitaria o armas a las milicias kurdas o a los civiles de Kobane.
Aunque permite en ocasiones el paso a los ciudadanos sirios, no consiente la entrada de ciudadanos turcos ni el paso de vehículos y en reiteradas ocasiones ha evacuado la zona fronteriza e impedido también el paso a la prensa.
Casi a diario, las manifestaciones kurdas locales en la zona fronteriza han sido dispersadas con gas lacrimógeno, aun cuando eran totalmente pacíficas.
Anoche, el partido kurdo HDP, el cuarto del Parlamento turco, hizo un llamamiento para «salir a la calle» contra los ataques del EI y «el embargo que las autoridades turcas imponen a Kobane».
Numerosos dirigentes kurdos, entre ellos el propio Abdullah Oçalan, han avisado que la probable caída de Kobane, de la que culpan a Ankara, pondría en peligro las negociaciones entre Turquía y el Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK).