La caída de Afrín y la próxima fase de la guerra siria

[resumen.cl] El siguiente artículo describe la delicada situación en que se encuentran las fuerzas kurdas del YPG/YPJ una vez que Turquía y sus aliados del denominado Ejército Libre Sirio (FSA, por sus siglas en inglés) capturaron la ciudad de Afrín el pasado 18 de marzo. Estados Unidos, siguiendo sus intereses de mantener fuerzas aliadas en territorio sirio, permitió que en 2017 las fuerzas kurdas como parte de las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF, por sus siglas en inglés) mantuvieran control territorial en gran parte del norte de Siria. Sin embargo, ahora permitió la arremetida turca en Afrín y probablemente también una próxima arremetida en Manbij.  

Los kurdos confiaron en que el régimen de EEUU cumpliría su palabra y los defendería, pero ahora ven que no es así Por: Patrick Cockburn / Counterpunch Traducción: Anna Maria Garriga Tarré para Sinpermiso. Revisada por La Haine   La caída de la ciudad de Afrin ante el ejército turco y las fuerzas terroristas aliadas era inevitable, pero la situación sigue estando llena de peligros. Una cuestión clave ahora es si la toma de control de este enclave kurdo llevará a la limpieza étnica de su mayoría kurda. El primer acto de los terroristas del [autodenominado] Ejército Libre Sirio (FSA), una fuerza abrumadoramente árabe, fue arrasar la estatua de un héroe mitológico kurdo en el centro de Afrin. Los videos tomados por terroristas del FSA sugieren que muchos son ex matones de Isis o Al Qaeda que ven a los kurdos y las minorías no musulmanas como enemigos que deben ser expulsados o erradicados. Unos 200.000 kurdos han huido de Afrin en los últimos días, muchos de ellos pensando que nunca se les permitirá regresar. Si tienen razón, se unirán a los seis millones de sirios desplazados desde 2011 y un número similar que se han convertido en refugiados fuera del país [que ahora están comenzando a volver]. Puesto que la población siria en ese año era de aproximadamente 23 millones de personas, más de la mitad han perdido sus hogares en siete años de violencia terrorista. Afrin fue una elección fácil para Turquía: está en la frontera con Turquía y está separada del territorio principal del territorio kurdo al este del Eufrates. La única ruta de suministro al sur de Alepo estaba controlada por el ejército sirio, que permitía el paso de civiles, pero no de armas y municiones. Los comandantes del YPG decían que tenían 10.000 hombres en el enclave, pero nunca hubo demasiadas señales de su presencia. El FSA dice que pudo entrar en la ciudad sin resistencia desde tres direcciones el domingo por la mañana, aunque otro informe afirma que todavía hay enfrentamientos. Los comandantes de las Unidades de Protección del Pueblo Kurdo (YPG) estaban evidentemente convencidos de que Afrin era indefendible y se retiraron porque no tenían otra alternativa. Si este era el caso, fue razonable no luchar hasta el final, en una batalla que no podía ganarse, con una gran pérdida de vidas. El resultado de la batalla por Afrin era evidente desde el momento en que comenzó la invasión turca el 20 de enero. La ocasión la proporcionó una provocativa declaración del entonces Secretario de Estado de los EEUU Rex Tillerson de que las fuerzas estadounidenses permanecerían en Siria, garantizando así la seguridad del estado kurdo de facto creado por la alianza militar YPG-EEUU contra Isis. Cuando Isis fue derrotada al caer Alepo y luego Raqqa en octubre pasado, los kurdos habían tomado el control de aproximadamente una cuarta parte del territorio sirio. Tillerson declaró que EEUU no solo se quedarían en Siria -algo que había prometido a Turquía que no sucedería una vez que se ganara la batalla contra Isis- sino que también buscaría la salida del presidente Bashar al-Asad del poder y el retroceso de la influencia iraní. Eran objetivos ambiciosos y poco realistas, pero fueron suficientes para que Turquía y Rusia se aliaran. El presidente Putin retiró el paraguas aéreo ruso que protegía a Afrin, permitiendo que la fuerza aérea turca bombardease a voluntad. Esto fue decisivo: los YPG son soldados decididos y experimentados, pero no tienen defensa aérea ni armas pesadas y sabían que no podían ganar. Según parece, Rusia quiere aprisionar a los turcos en un conflicto permanente con EEUU como aliados de los kurdos. También hará que Turquía dependa un tanto de Rusia, ya que sus fuerzas llevarán a cabo operaciones militares en un área en la que Rusia es la principal potencia. ¿Qué sucederá después de la caída de Afrin? Lo primero que hay que ver es si a continuación viene la limpieza étnica y la "arabización" del enclave. La eliminación de las comunidades étnicas o sectarias opuestas se ha convertido en una característica frecuente de la guerra civil siria en las zonas dominadas por los terroristas. Para los turcos esto puede haber sido una victoria fácil, pero aún así es una victoria. Los convertirá en un jugador más importante en la crisis siria, pero podrían exagerar. El presidente Recep Tayyip Erdogan ha salido triunfante, tal vez demasiado triunfante. Dijo el domingo que "en el centro de Afrin ondean símbolos de confianza y estabilidad en lugar de harapos de terroristas". La destrucción de símbolos kurdos en la ciudad no es una buena señal para el futuro. Algunos líderes kurdos de Siria temen que Erdogan planee crear un bloque árabe sunita bajo control turco en el norte de Siria. Una pregunta crucial es hacia dónde va Erdogan a partir de aquí. Puede haber conseguido Afrin, pero la principal zona kurda siria que va desde la ciudad árabe de Manbij, justo al oeste del Eufrates hasta la frontera iraní, está todavía donde estaba. Aquí, a diferencia de Afrin, las fuerzas kurdas y sus aliadas están bajo protección de EEUU. Comandos muy visibles de vehículos armados estadounidenses patrullan el frente alrededor de Manbij. También será más fácil para el YPG luchar cerca de sus principales bases territoriales. Los kurdos temen que EEUU pueda abandonarlos, pero simplemente desde el punto de vista de los intereses estadounidenses, EEUU necesita una fuerza aliada sobre el terreno en Siria si quiere seguir teniendo poder allí y los únicos candidatos son los kurdos. “Si EEUU abandona a los kurdos tendrá que retirarse de Siria”, dijo un líder kurdo. El compromiso estadounidense puede fallar, pero todavía no ha ocurrido. Si Erdogan quiere actuar contra el principal enclave kurdo en Siria, esta vez tendrá que correr riesgos.     Fotografía principal: slobodnyvysielac.sk
Estas leyendo

La caída de Afrín y la próxima fase de la guerra siria