El 19 de noviembre recién pasado, las AFPs anunciaron a la opinión pública su idea de aumentar las cotizaciones de los trabajadores del 10% al 13% y la edad de jubilacion de 65 a 67 años. La propuesta ha generado revuelo entre muchos que se oponen no solo a esta posible medida de reforma parcial, anunciada en medio de un proceso de elecciones presidenciales, sino que también se oponen al mismo sistema de AFP.
A la cotización del 10% que se va directo al sistema de AFPs, se debe agregar una comisión para las AFP que va entre el 0,77% y el 2,36%. Esta comisión está siendo profundamente cuestionada por los trabajadores, quienes han señalado que con el sistema los únicos que pierden son los cotizantes y cuando hay ganancias, las AFP. Ello se justificaría por un displicente diseño. Según un informe de Felices y Forrados presentado una semana antes del anuncio de las AFP de su intención de subir las cotizaciones, se señalaba que las ganancias de las AFP llegan al 30%, mientras que las rentabilidades de los fondos que tienen los usuarios lo hicieron en 4%. Es decir, los que ponen el dinero, reciben una séptima parte de lo que ganan quienes administran. El mundo al revés.
Las AFPs no juegan con su comisión en el casino del sistema financiero, para eso está el 10% de las cotizaciones de los trabajadores. La rentabilidad de su negocio se extrae de un fondo que no se invierte en el sistema especulativo -sus comisiones- y que les ha generado enormes utilidades a través de la inversión en los bancos, directamente beneficiados con el nefasto sistema de pensiones.
Esas realidades son tan solo un par dentro de los enormes perjuicios causados por el sistema de capitalización individual a los trabajadores, que día a día reclaman por pensiones dignas que este sistema de AFPs, no entregan.
El gobierno respondió de inmediato al llamado y ha propuesto la idea de enviar un proyecto de ley que propone aumentar la jubilación de 65 a 67 años y además, contega la idea de subir las cotizaciones al 13%. Lo que es severamente cuestionable, no solo por los antecedentes del sistema de AFPs -que ha implicado la creación de la pensión básica solidaria para cubrir los nefastos montos entregados por el sistema- sino también porque como señala a La Nación, Felices y Forrados “La idea de subir la edad para pensionarse, es un error pues condena al desempleo por 7 años a nuestros adultos mayores y por ende, los obliga a endeudarse. 7 de cada 10 adultos mayores de 60 años está desempleado según encuesta de la U. de Chile". Y por otra parte, el alza en las cotizaciones no interviene el funcionamiento de las AFP, regido por el DL 3500 que es quien permite especular con las pensiones de los trabajadores, lo que finalmente a generado pérdidas para los cotizantes y ganancias para los grandes grupos económicos..
Más que una transformación del modelo de pensiones, es un fomento al lucro con la seguridad social.
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