En Chile un grupo de estudiantes lleva más de un año invadiendo la sede central de una universidad privada, la Universidad del Mar, oficialmente cerrada y que se ha convertido en el emblema de los vicios de la educación, algo vital para el futuro chileno.
Por la arquitectura, allí bien podrían abrirse tiendas en lugar de aulas. Es un reflejo del modelo educacional chileno desde el 28 de diciembre de 2012, el espectacular acceso.
En este complejo funcionaban el rectorado y varias escuelas. Sin agua ni electricidad, un año después, el puñado de estudiantes que mantiene la toma se siente abandonado, pero firme. En 2012 se reveló el fraude en la Universidad, que llegó a tener más de 18 mil estudiantes.
Esta es la mansión de propiedad del exrector, hoy bajo arresto domiciliario. La comunidad demandaba estatizar la Universidad, pero el Gobierno resolvió cerrarla. Miles quedaron a la deriva.
Hoy la ocupación persigue que 400 estudiuantes puedan terminar sus carreras. El tiempo transcurrido genera desafíos. La toma superó un récord mundial ostentado por estudiantes mexicanos. Un récord que, sin duda alguna, estos estudiantes hubiesen querido no tener que alcanzar.
Alejandro Kirk, Reñaca, Chile.
Foto: El ciudadano
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