Sin servicios básicos, con un solo baño para las 41 familias de la toma y esperando una respuesta de parte de las autoridades, en medio de procesos dilatados, las vecinas y vecinos del comité Habitacional Villa del Sol abren una vez más sus puertas a RESUMEN para compartir las condiciones en las que se encuentran luchando  por una vivienda digna. 

Por Braulio Corado y Nicolás Silva

“Aquí es más fácil encontrar a la gente los fines de semana, porque en la semana todos trabajan”, comenta Yoya García, presidenta del comité habitacional Villa del Sol, indicando además que “ellos no quieren nada gratis”, dejando en claro que, a diferencia de lo que puede pensar mucha gente sobre los campamentos, en este lugar habitan personas trabajadoras, que tienen sus ahorros para vivienda y que actualmente se encuentran negociando un subsidio habitacional colectivo. 

Actualmente el Comité Villa del Sol se encuentra en una mesa de trabajo presidida por el jefe de gabinete de la Municipalidad de Talcahuano, Fernando González Sánchez, en la que se está trabajando la nómina de personas que pueden acceder al subsidio con el Serviu, a la vez que se tramita el Decreto de Préstamo de Uso de Suelo con dicha entidad y con la Municipalidad. 

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Sin embargo, el proceso se ha visto estancado en más de una ocasión debido a las instancias burocráticas por las que ha pasado el trámite. De igual modo, la presidenta del comité acusa una preocupante falta de formalidad de las autoridades porteñas al momento de agendar reuniones, asegurando que muchas veces éstas corren los días y horarios de reunión y que incluso, les suelen avisar durante la misma jornada que deben asistir a la Municipalidad. 

El Decreto de Préstamo de Uso de Suelo opera con renovaciones anuales y es el mismo que se otorga a las iglesias. En el caso de la Villa del Sol, las autoridades municipales han sido enfáticas en señalar que el terreno en que se emplaza la toma lo utilizarán para otros proyectos, por lo que no están dispuestas a prestarlo por más de dos años. Una vez cumplido el plazo, debería ser la misma Municipalidad de Talcahuano la que compre un terreno para trasladar a las familias.

Resulta llamativo que iniciada la toma en enero de este año y en medio de las dificultades de estas familias para acceder a arriendos o subsidios habitacionales, las autoridades pusieron sus ojos en el terreno ocupado tras años de abandono, en los que el espacio se convirtió en un microbasural que los mismos vecinos y vecinas de Villa del Sol limpiaron y han estado adaptando para habitar. 

Las familias de este campamento han tenido que volver a pararse en más de una ocasión dada la respuesta violenta de las autoridades.

Es preciso recordar que la comunidad de Villa del Sol ya ha sido desalojada anteriormente por orden de la Delegación Presidencial, a cargo de Patricio Kuhn (UDI), la última de ellas en julio pasado (en plena pandemia), en medio de una violenta acción de Carabineros que destruyó y requisó el material de construcción de las familias.  

El día a día en Villa del Sol

“No tenemos servicios básicos, aquí solamente nos convidan luz y agua y nosotros se lo pagamos a un vecino, y el único baño que tenemos es ese (indica), que es un pozo, hecho por nosotros”, explica Yoya, sobre cómo se han adaptado para atender sus necesidades básicas.

Gran parte del día transcurre en torno al centro comunitario construido por ellos mismos, donde desayunan, realizan ollas comunes y pernoctan las familias. Los fines de semana es cuando más personas se pueden encontrar en el campamento, ya que son los días en los que más pobladores descansan de sus trabajos para seguir avanzando en la construcción de sus viviendas.

Asimismo, declaran haberse sentido rechazados en más de una ocasión por vecinos y vecinas cercanas del sector. “Hoy empezaron a alegar porque teníamos música, y a quién no le gusta trabajar con música, más encima a plena luz del día” explicó la dirigenta, ante los tratos que han tenido que soportar de parte de algunas personas de los pasajes aledaños. 

“Nos sacan fotos y nos graban de lejos, han llamado a Carabineros por el ruido, pero nosotros acá en la noche dormimos y nos hemos tenido que aguantar el bailoteo y los gritos cuando hacen fiestas” agregó. Aún con todo eso, las y los pobladores de Villa del Sol hacen oído sordo a las denuncias, manteniendo el foco en continuar su lucha por una vivienda digna.

Subsidio para la comunidad

Un punto muy importante para las vecinas y vecinos del sector es que el subsidio que exigen es colectivo, y es la mayor pugna que tienen en este momento con las autoridades, que de momento ofrecen soluciones individuales. 

“Nos propusieron subsidio individual, lo que no queremos, queremos subsidio colectivo y eso ya está conversado. Ellos ya están claros en las reglas que nosotros queremos, colectivo o si no ninguno y seguiríamos peleando esto.” 

La dirigenta comentó las motivaciones de exigirle al municipio de Talcahuano un subsidio colectivo, precisando que, “es más fácil que toda la gente quede unida porque nosotros somos todos del mismo sector, somos conocidos, no tenemos gente que venga de un lado para otro, somos toda gente del mismo sector de Las Salinas. Individual, nos van a mandar no sé para dónde”.

Sobre la negativa de segmentar la comunidad que han levantado en este tiempo, Yoya García puntualizó que, “hoy en día podría ser a Santa Juana y quién se va a querer ir a Santa Juana si todos los trabajos están acá en Talcahuano”.

Alejandra Herrera, vecina integrante del comité Villa del Sol agregó que, “los niños están aquí en el colegio, tenemos consultorio y toda la vida hemos estado aquí, o sea nos hemos criado aquí, nuestros hijos se han criado aquí, entonces irnos para otro lado es todo nuevo, por eso queremos colectivo”.

De momento las familias de Villa del Sol seguirán trabajando para ver una vez más su población en pie, aún contra toda la violencia policial y gubernamental, y la falta de empatía que han tenido que enfrentar por perseguir el derecho a una vivienda digna. 

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