Cada cierto tiempo la cultura popular se abre paso en medio de la academia, en el caso de la Universidad de Concepción esto ha marcado grandes momentos de su historia, como en la década del 60, cuando la casa de estudios acogió a la gran Violeta Parra o por el trabajo desarrollado por el prestigioso Teatro de Universidad de Concepción (TUC) tan ligado a la cuestión social.
Es por ello, que el lanzamiento del libro: "Cuentos y Personajes de la Agüita de la Perdiz", realizado en la Universidad de Concepción, en el contexto de sus tradicionales escuelas de verano, tiene una significación relevante en medio de la actual universidad neoliberal con una herencia institucional autoritaria, heredada de los años en que fue intervenida por los militares, durante la dictadura de Pinochet. Este pequeño gesto tiene gran significancia, precisamente por ello, pues la Agüita representa precisamente eso, lo popular, lo que quisieron aniquilar, excluir y marginar, y que sin embargo sigue estando ahí a solo pasos de la principal casa de estudios superior del sur de Chile.
Son muchos los agüiteños que se desempeñan cumpliendo labores como trabajadores en la universidad, trabajadores negados por la institucionalidad universitaria clasista y antidemocrática, la gran mayoría de sus pobladores transitan a diario por universidad represiva con guardias que preguntan a los pobres que hacen en el lugar. Es esa institución universitaria la que choca con la agüita; sin embargo, por abajo hay vínculos que son fuertes e indisolubles, son muchos los estudiantes pobres que han encontrado allí, pensiones baratas donde son acogidos con cariño por las humildes familias, cuando el movimiento estudiantil ha sido reprimido la agüita ha sido "el asilo contra la opresión" por ello las fuerzas especiales y la policía civil, aposta personal en sus accesos, en cada manifestación estudiantil. Allí han estado siempre los agüiteños que bajan en la noche hasta las tomas universitarias a acompañar a los estudiantes, siempre golpeando con los pies, porque siempre traen algo para compartir en sus manos, cuando hay que pelear también han estado allí por generaciones.
Esta relación también se dio a la inversa, antiguamente el movimiento estudiantil también desarrollo un importante trabajo en la agüita, sobretodo en los difíciles años de la dictadura militar, en el trabajo cultural, con los niños, en la defensa y organización de la población.
Por eso medio en serio medio en broma el "Titingo" uno de los pobladores de la Agüita que participó de la creación de esta obra, señalaba en su presentación: "muchas veces los pobladores de la Agüita hemos bajado hasta la Universidad de Concepción, hemos estado aquí junto a los estudiantes peleando contra los pacos, tal vez un día bajemos y la tomemos toda". Los agüiteños que bajaron hasta el Auditorio de la Universidad de Concepción, mas de 150 personas, sonreían con complicidad al escuchar estas palabras.
Víctor "Niño Gol" y su hermano el "Guatón" los otros autores de esta obra, son parte de este vinculo de la universidad y la población, pues ambos estudiaron en esta casa de estudios en los agitados años 80. Víctor señaló que la publicación de este texto, es fruto de un trabajo anterior "hace 4 años se conmemoró los 50 años de la Agüita de la Perdiz, y allí nos dimos cuenta que los viejos se nos estaban muriendo y que el relato de nuestra historia se perdería si no lo registrábamos, ese año publicamos un boletín, donde recogimos algunas historias que en parte son el corazón de este trabajo".
Víctor recordó a la audiencia los años difíciles en la historia de la población y como aquello no se puede olvidar, hablo de los agüiteños esparcido por la erradicaciones masivas registradas en dictadura "el 78 y 79 mas de 300 o 400 familias fueron erradicadas, las primeras a Chiguayante Sur, luego a Candelaria y Boca Sur, la mitad de la Agüita fue desterrada"
Sin duda la obra tiene un gran valor, primero porque es autogestionada "escribimos lo que quisimos escribir, por que no le pedimos plata a nadie" y segundo por que con ella se inicia una saga, que apunta a fortalecer la identidad, autoestima, conciencia y organización de estos pobladores que hace mas de 50 años comenzaron a escribir sus destinos con sus propias manos.
Especial relevancia tiene el reconocimiento que Víctor hace a diversos personajes populares ligados a la población, a través de pequeñas notas biográficas, elevando a la categoría de mito, precisamente a quienes la cultura oficial discrimina y margina.
Este libro se puede adquirir llamando al fono 96117466 de Natalia Ferreira o preguntando en la Junta de Vecinos de la Agüita o en el centro Cultural Renacer de la misma población.