Durante las horas en que Israel se sentía victorioso y feliz por haber masacrado a sangre fría a 1.300 palestinos, en represalia, las mujeres palestinas daban a luz a 3.570 bebés. La mujer palestina se considera una bomba demográfica, una criatura tan fértil como la tierra de Palestina. Cuantos más palestinos envía Israel al útero de la tierra en un viaje sin retorno, más úteros de mujeres palestinas demuestran su generosidad dando a luz a más héroes.

En un momento en que el promedio de fertilidad en Israel es de 2,6 hijos por mujer, Gaza está considerada una de las zonas más fértiles de todo el mundo con un promedio de 6 hijos por mujer. Israel tiene un alto porcentaje de personas de la tercera edad, mientras que Gaza tiene una abundancia de jóvenes y de acuerdo con un informe de UNICEF del 3 de marzo de 2009, el número total de niños en Gaza es aproximadamente de 793.520, es decir, el 56% de la población (PCBS). Esta fue una de las principales razones que obligaron a Israel a detener sus incursiones militares, ya que en Gaza hay 4.170 personas por kilómetro cuadrado, y para imaginar cuán densamente poblada está Gaza, uno debe saber que Líbano es 29 veces el área de Gaza.

Esto nos lleva de nuevo a los retorcidos métodos de Israel, que intenta matar a las mujeres -a las que considera fábricas de hombres- sin que se les culpe directamente por ello, por medio de sus políticas de bloqueos y puestos de control donde mujeres enfermas o a punto de dar a luz sufren por no ser capaces de llegar a los hospitales, negándoles el derecho a viajar o importar alimentos y medicinas, bombardeando su infraestructura, dejándoles sin agua para beber o para la higiene, privándolas de combustible, lo que provoca el colapso de la red de alcantarillado de las refinerías, fumigándolas desde lo alto con productos químicos, quemándolas con fósforo blanco y matándolas indirectamente por la pena y la profunda tristeza después de haber perdido a los miembros de su familia, especialmente los más jóvenes, pero, como dijo una vez Yasser Arafat, nosotros los palestinos, somos una nación invencible, somos Shaab Aljabbareen (un pueblo de gigantes).

Traducido por Nadia Hasan y revisado por Caty R.