[resumen.cl] Durante la tarde de ayer domingo, se realizó en Linares la Marcha familiar #AchibuenoResiste, en rechazo a los proyectos hidroeléctricos El Castillo 30 (MW) y Centinela (105 MW), que pretenden intervenir el valle alto del río Achibueno.
Cerca de 350 personas marcharon ayer en el centro de la ciudad de Linares, recorriendo las calles: Independencia, Brasil, Maipú y Manuel Rodriguez. Los manifestantes señalaron que buscan llamar la atención y hacer presión para que no se ejecute este permiso y no se construya el proyecto.
[caption id="attachment_37228" align="aligncenter" width="760"] Manifestantes marchan por el centro de Linares[/caption]Según señalaron los convocantes, durante este verano, la empresa titular del proyecto Centinela S.A., presentó el requerimiento para realizar un “Informe favorable de construcción”. Este trámite administrativo se realiza en el Servicio Agrícola Ganadero (SAG) y su aprobación permitiría a la empresa iniciar la construcción de ambas centrales hidroeléctricas.
Desde el movimiento de Defensa del Achibueno señalan que este informe estaría siendo elaborado por funcionarios locales y la toma de decisión le corresponde al director regional del SAG, Cristian Lara Gutiérrez.
El proyecto hidroeléctrico Achibueno.
El “Proyecto hidroeléctrico Achibueno” incluye dos centrales hidroeléctricas en serie: Centinela (105 MW) y El Castillo (30 MW), que amenazan con intervenir el valle alto del río Achibueno, construyendo barreras en el cauce, generando zonas de acumulación de agua y disminuyendo el caudal del río entre el estero Potrero Grande y el sector de Pejerrey. El proyecto de Centinela S.A. fue desarrollado por la empresa Electroaustral Generación Limitada, propiedad del empresario Isidoro Quiroga Moreno, quien además maneja millonarias inversiones con derechos de agua, sector energético, minero, agroindustrial y salmonicultura.
[caption id="attachment_37230" align="aligncenter" width="760"] Río Achibueno desde el sector las Ánimas[/caption]Tanto los proyectos de las centrales, como las líneas de trasmisión, se encuentran aprobadas ante el Servicio de Evaluación Ambiental, sin embargo, los manifestantes se niegan a aceptar la construcción de las centrales acusando un ataque a la biodiversidad local en función de la expansión del negocio energético en la región del Maule.