Con marchas, foros, encuentros, y una serie de protestas los vecinos de Penco han mostrado su tenaz resistencia a la instalación de dos termoeléctricas en sus costas. Esto porque es sabido que una termoeléctrica arroja al aire pequeñas partículas, cenizas de carbón, además de gases dañinos para la salud de las personas (óxidos metálicos y alcalino) y otros desechos. También es sabido que una termoeléctrica ocupa mucha agua para su funcionamiento la que luego, contaminada y caliente, se descarga al mar afectando alterando la vida marina del sector, dejando de paso a centenares de pescadores artesanales cesantes. Se estima que en playa Negra, Cerro Verde y Gente de Mar hay 1200 personas que viven y trabajan gracias al mar.
En septiembre de este año parecía que el proyecto era imparable a pesar de la oposición de los vecinos, ya que La Villa San Ramón ubicada en el sector Playas Negras había sido completamente erradicada a petición de Muelles Penco y con intervención de la municipalidad. En el lapso de un año, esta villa había sido desocupada alrededor de tres veces, pero vecinos volvían a ocuparla, ante esto los nuevos dueños decidieron plantar árboles El municipio ofreció casas con subsidios y parte de la gente que habitaba este sector le fueron reubicados en Cosmito.
En este contexto el 13 de octubre comienza la recolección de firmas, con el objetivo de obligar a la municipalidad a realizar un plebiscito para que los mismos habitantes de Penco determinen el destino de la comuna. La meta era conseguir 2730 firmas (10% de las personas inscritas en el registro electoral pencon). En solo 4 días ya habían conseguido 935 firmas y en solo tres semanas se juntaron 3000 firmas, las que serán presentadas en los próximos días al registro electoral. La pregunta del plebiscito de Marzo o Abril del 2010, será: ¿quiere usted que penco sea una zona de valor natural?. En esta misma fecha se estima, que la Southern Cross presente el estudio del impacto ambiental a la CONAMA
Este jueves 12 de noviembre se esperaba un consejo municipal polémico en Penco, pero debido al paro de los funcionarios municipal, no se hizo. En esta oportunidad el alcalde Guillermo Cáceres dio un sorprendente vuelco a su discurso pro-termoeléctrica, ahora mostrándose en contra de su construcción, expresando que su deber era seguir el clamor popular. Declaro que pretendía proponer al consejo cambiar el uso de suelo, con fin de evitar la construcción de la industria, lo que seria, según él, mucho mas efectivo que realizar el mencionado plebiscito. Cáceres no ha tenido recelo en mostrar su oposición al plebiscito, indicando que costaría 90 millones de pesos al municipio, cuando la versión del propio registro electoral es un costo de 17 millones. Quien entiende a estos señores?