Esta tarde en Copiapó se logró establecer contacto con los mineros atrapados durante 17 días en la sobrexplotada mina San José. En este contexto uno de los dueños de la mina, el empresario Alejandro Bohn, afirmó a TVN que “no es momento de asumir culpas ni perdones, hay un proceso de investigación en este momento, hay que estar tranquilo que nuestros trabajadores hicieron lo que tenían que hacer y contaron con los elementos dentro de la mina para poder hacerlo”
Por su lado, el Gobierno en la voz de su mismísimo Presidente de la República afirmó estar muy contento y manifestó su angustia de todos estos días diciendo que ni siquiera podía dormir en la noches. En relación a establecer responsabilidades; ni una palabra.
El fiscal encargado del caso dijo que mientras no se tengan antecedentes certeros y concretos, se sigue la investigación como presunta desgracia, igualmente afirmó que los dueños de la mina están "dispuestos a colaborar".
La responsabilización de sucesivas desgracias ha sido eludida con espectáculo y frivolidad. Nada se dice de la ida del sindicato de la Minera San Esteban al Ministerio de Minería, el 5 de junio, donde fueron recibidos por la secretaria de la jefa de Gabinete y donde, esterilmente denunciaron las peligrosas condiciones de la Mina San José.
No se dice que el 2003 los trabajadores presentaron un Recurso de Protección para detener los trabajos en la mina San José, sin que fuera admitido.
Se olvida que el 2003 murió Pedro González, el 2005 Fernando Contreras y el 2010 Manuel Villagrán. Todos obreros muertos en faenas de la Compañía Minera San Esteban. Pedro G. y Manuel V. de la mina San José.
Dios, esperanza, confianza, compromiso, son algunos de los conceptos que imperan en la boca de los verdaderos responsables. Quizás si fuese la justicia, el valor que imperara las acciones del Estado, no abría tal vómito de palabras huecas.