Los peligros que acechan a la península de Hualpén: el único Santuario de la Naturaleza del Biobío

 Vicente Lagos Isla / resumen.cl Quienes nacimos y crecimos en las comunas que conforman el Gran Concepción, conocemos cómo la península de Hualpén se ha transformado en un paseo extraordinario para las comunidades que habitamos estos territorios, y también para los visitantes de nuestra región. Los viajes a la desembocadura del río Biobío, las visitas al Museo Pedro del Río Zañartu, los paseos por la caleta Chome y su ballenera abandonada, así como los días en las playas de Ramuntcho, Las Mulas o Las Escaleras, son panoramas clásicos de esparcimiento y contacto con la naturaleza para quienes vivimos en la zona metropolitana de Concepción, sin tener que gastar grandes sumas de dinero. Así, el Santuario de la Naturaleza ubicado en la península de Hualpén, se ha convertido en un lugar muy significativo para la comunidad. Y es que, frente a la urbanización, industrialización y contaminación de diversos territorios, cada vez se aprecian más aquellos espacios que nos permitan un acercamiento a la naturaleza. Este santuario ubicado en la comuna de Hualpén se encuentra actualmente amenazado por diversos proyectos empresariales que van desde lo turístico e inmobiliario, hasta la producción energética y el negocio salmonero.     ¿Qué es el Santuario de la Naturaleza Península de Hualpén?   Pocos lugares son tan bellos como las penínsulas, extensiones de tierra que están completamente rodeadas por agua, a excepción de una porción de tierra que las une con el continente. Son lugares que se extienden por sobre el mar para conformar verdaderas “semi-islas” conectadas con el continente. Lugares en donde se suelen encontrar gran cantidad de playas y espacios en donde convergen la tierra y la mar. Es por eso que algunas penínsulas se han transformado en importantes balnearios, como es el caso de Quintero, el cual antes de ser conocido por la contaminación, era conocido por ser un destino altamente concurrido por quienes querían visitar hermosas playas y paseos. Esta misma historia es la que parece querer ser repetida en la península de Hualpén, la cual, siendo famosa por sus playas y bellezas naturales, ahora se quiere poner al servicio de diversos negocios que ponen en entredicho su cuidado, preservación y acceso de la comunidad.   [caption id="attachment_58032" align="aligncenter" width="720"] Fotografía satelital de la península, al costado Hualpén, y abajo el Río Biobío y su desembocadura. Fuente: Google Earth[/caption]   La belleza de este santuario quedó ampliamente reflejada en el video del grupo musical “Newen Afrobeat”, quienes mezclan la cultura musical occidental, mapuche y africana. El video “Chaltumay Mapuche” grabado íntegramente en el santuario muestra lo impresionante de este paisaje y territorio que aún mantiene algunas porciones con poca intervención humana. La Península de Hualpén es un territorio de gran valor para la conservación de la biodiversidad de la Región del Biobío y constituye, según el Consejo de Monumentos Nacionales de Chile, el único santuario de la naturaleza en la región. Ubicado a muy corta distancia del Gran Concepción, es un área que otorga la posibilidad de reconectarnos y repensar nuestra relación con los espacios naturales de nuestro territorio. La península está ubicada justo en la desembocadura de uno de los ríos más grandes del país, el Biobío. Diversos conchales y asentamientos humanos ancestrales constituyen lugares de importancia arqueológica. Mientras en las caletas Chome y Perone habitan cientos de personas que conservan la cultura de pescadores artesanales, algueras y recolectores de orilla. Por lo tanto, la península se constituye como un espacio altamente importante para la región en el ámbito cultural y ecológico. El Santuario es un área protegida creada el año 1976 y comprende una superficie de 2.662 hectáreas, abarcando toda la península. Al interior del Santuario, colindante con la desembocadura del río Biobío, se encuentra el Parque y Museo Pedro del Río Zañartu, con una superficie de 552 hectáreas, que fue transferido a la ciudad de Concepción a principios del siglo XX. La única propiedad fiscal es la administrada por la Armada de Chile en el sector del Faro Hualpén. El resto del territorio corresponde a propiedades privadas cuyo origen tuvo lugar a partir de la conformación de grandes fundos tales como Hualpén, Santa Eloísa, Las Escaleras, Chome, Perone, Ramuntcho y Lenga. Los propietarios de estos fundos son algunas de las tradicionales familias acaudaladas del gran Concepción, como los Price, los Macaya, los Echeverri y los Perone, entre otros, así como nuevos propietarios como los Navarrete Rolando y los Yaconi. [caption id="attachment_58033" align="aligncenter" width="750"] Playa Las Escaleras, uno de los lugares de la Península que pretende ser intervenido con proyectos inmobiliarios y turísticos[/caption]   Debido a su condición mayormente privada el Santuario se encuentra desprotegido ante los intereses de diversas empresas que podrían fácilmente instalar sus negocios en la península. Su condición de Santuario de la Naturaleza tampoco otorga las garantías jurídicas necesarias para su total resguardo, mucho más laxas que la de los Parques Nacionales o Reservas por ejemplo. El Santuario está a cargo del Consejo de Monumentos Nacionales. Asimismo, el Ministerio de Medio Ambiente ejerce la supervigilancia del Sistema Nacional de Áreas Protegidas, incluida esta categoría. Estas instituciones tampoco aseguran detener los proyectos que actualmente se están ejecutando en la península. Es por esto que hoy la propia comunidad ha tenido un papel central en tomar acciones para salvaguardar este territorio. Se han conformado así una serie de organizaciones sociales que vienen hace años exigiendo que la península sea debidamente resguardada y que los negocios que pretenden ser instalados allí se detengan.   [caption id="attachment_58103" align="aligncenter" width="640"] Cormoran Lile en la Península. Foto: Andrés Toro[/caption]   Debido al clima particular de la provincia de Concepción, con abundantes lluvias invernales y veranos relativamente secos, así como su ubicación en la transición entre el centro y sur del país, aquí se produce un entrecruzamiento entre los ecosistemas de vegetación esclerófila de la zona centro, y la vegetación higrófila del sur lluvioso. Esta situación permite encontrar en este territorio, una alta diversidad de plantas y animales que caracterizan los ecosistemas del centro y sur del país, generando una transición ecosistémica. Dominan los bosques de la península especies como el Olivillo, Peumo, Boldo y Litre, así como abundantes plantas trepadoras y epífitas, es decir, que crecen sobre otras plantas, principalmente en las quebradas donde mejor se conservan los bosques. También es posible encontrar especies en peligro de extinción como el Pitao o el Queule. Dentro de las especies animales encontramos a aves marinas como los piqueros, pingüinos y cormorán lile; mamíferos de los roqueríos costeros como chungungos y lobos marinos; aves de humedales como cisnes y gaviotines elegantes; además de cetáceos como la ballena azul y ballena boba que pueden avistarse desde sus costas. [caption id="attachment_58035" align="aligncenter" width="692"] Península de Hualpén y Humedal Lenga Fuente: Codeff[/caption] Hay presencia de matorrales con especies como el chagual y madroño; los humedales y estuarios con alta importancia para aves migratorias de diferentes partes del mundo como el humedal Lenga y el humedal Laguna Verde. Un gran trabajo de registro audiovisual de diversas especies en la península lo ha realizado el canal de youtube “Rukapiden Hualpen” en donde se pueden apreciar diversos vídeos de la fauna que habita el sector. Algunas amenazas para la Península Uno de los espacios más simbólicos en la península son sus caletas. Degustando unas empanadas de carapacho conversamos con algunas de sus habitantes, las cuales nos manifestaron su recelo frente a los proyectos que se pretenden construir en la zona. A lo largo del Santuario son varios los negocios que están intentando asentarse en la zona. Una amenaza que se encuentra en estado de latencia son la instalación de centros de cultivo de salmones en diversos puntos de la península. Esto supondría una transformación drástica del uso costero, y un impacto incierto para los ecosistemas marinos y las comunidades humanas que viven de la recolección y pesca en el sector. Estudios y múltiples denuncias han reportado impactos negativos de este negocio en el ambiente, además de trastornos a la cultura local. Debido a una larga lista de irregularidades en su funcionamiento, escapes masivos de salmones, contaminación marina, múltiples abusos laborales, una alta concentración económica en grupos empresariales y una expansión acelerada en los mares de sur, entre otros efectos, esta megaindustria ha generado un rechazo en la población en distintas regiones. En la zona buscaban instalarse los proyectos “Centro de Engorda de Salmonídeos Norte de Punta Gualpén” “Centro de Engorda de Salmonídeos sur de Punta Cullinto” y “Centro de Engorda de Salmonídeos Norte de Punta La Tortuga” Cabe mencionar que estos proyectos fueron puestos a término anticipado por el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) que decidió no calificarlos por considerar que carecían de información esencial para determinar si su impacto es significativo, según había informado Biobiochile.cl en septiembre pasado [caption id="attachment_58112" align="aligncenter" width="778"] Caleta Chome cuenta con más de 150 habitantes[/caption] Otro negocio que se busca instalar en el santuario son los proyectos a base de energía eólica. La familia Macaya, propietaria del fundo Chome estaría interesada en generar este tipo de proyectos. Aunque es una de las formas de generación de energía eléctrica con menos impactos ambientales que se han diseñado, y es necesaria para una transición global para abandonar los combustibles fósiles durante el siglo XXI, esto supondría intervenir precisamente una zona cuya prioridad es la conservación biológica. Torres gigantes podrían instalarse en torno a la costa y con sus aspas podrían llegar a interferir las rutas transcontinentales de aves migratorias hacia sus lugares de nidificación en la zona. Además, las aerogeneradoras necesitan para su ejecución de carreteras, subestaciones y tendidos eléctricos, con la constante posibilidad de que aumente el número de torres que podría ocupar gran parte del Santuario. Mientras tanto, el proyecto Parque Eólico Altos de Hualpén, ingresado a evaluación ambiental en 2006 se encuentra caducado. Aunque hasta 2015 la empresa española Enhol declaraba la posibilidad de realizar nuevos estudios y tramitaciones Por suerte el negocio de las salmoneras y la producción de electricidad aún no comienzan en la península, y son mirados con desconfianza por los pescadores, comerciantes y algueras de las caletas Chome y Perone, según constatamos en terreno al hablar con algunas de ellas. [caption id="attachment_58036" align="aligncenter" width="700"] Estos son algunos de los complejos inmobiliarios y turísticos que está instalando la Familia Yaconi en la Península[/caption] Sin embargo, los negocios que ya han comenzado a concretarse son los inmobiliarios. En julio pasado, la empresa Agrícola Agrinama S.A. presentó el proyecto Loteo Mirador del Alto, que pretende convertir parte del Santuario de la Naturaleza en una zona residencial. En específico, el lugar donde se ubica el Fundo Ramuntcho. De acuerdo a los documentos entregados por el representante legal de la compañía, Vicente Navarrete, serían cerca de cinco mil las personas que llegarían a habitar el lugar. Mientras que son cerca de 57 millones de dólares (unos 38 mil millones de pesos chilenos) de inversión del proyecto, además de ser cerca de 167 hectáreas del fundo Ramuntcho las intervenidas para convertirlas en lotes habitacionales, áreas verdes y calles para tránsito de automóviles. Un proyecto inmobiliario exclusivo y elitista, para los más ricos del Gran Concepción. Según informó Biobiochile esta iniciativa es propiedad de los empresarios y hermanos Vicente y Javier Navarrete Rolando, los cuales están involucrados en otro negocio inmobiliario que busca intervenir un bosque en Panul, en la comuna de La Florida, Santiago. Además manejan la empresa industrial química Oxiquim, fundada por su padre Vicente Navarrete Marinot. Oxiquim ha sido una de las principales sospechosas en los casos de intoxicación en Quintero y Puchuncaví durante este 2018. Se le acusa, entre otras cosas, de vender una sustancia prohibida llamada metilcloroformo, la cual además de ser tóxica es un contaminante atmosférico nocivo para la capa de ozono. Además, tanto en Oxiquim como en el proyecto inmobiliario de la península, según Biobiochile, están asociados con el abogado Fernando Barros Tocornal, íntimo amigo y defensor jurídico de Pinochet y Piñera en diversos casos. Además aquí se generaría un eventual conflicto de intereses, ya que Barros Tocornal fue socio durante muchos años del actual marido de la ministra de Medio Ambiente Carolina Schimdt. [caption id="attachment_58113" align="alignnone" width="960"] Santuario de la Naturaleza. Foto: Alejandro Olate[/caption] Otro proyecto empresarial que se encuentra en proceso de expansión es el negocio turístico e inmobiliario promovido por la familia Yaconi, los cuales actualmente están presionando por anexar el Fundo Las Escaleras a su propiedad, en donde ya cuentan con instalaciones turísticas de élite. En los terrenos que se pretenden usurpar se encuentran varias familias que durante décadas viven ahí y que aseguran irregularidades en el proceder de obtención de la propiedad por parte de los empresarios Yaconi. Además, en 2016 se destapó un caso de corrupción y estafa contra el político penquista Rafael Garay, en dicho proceso estuvo también involucrado Felipe Yaconi. Por su parte, las familias de Las Escaleras aseguran que tienen un legado cultural mapuche y están siendo apoyadas en estos momentos por diversas organizaciones mapuche y no mapuche, que se encuentran acampando y apoyando en el territorio para evitar un posible desalojo de las familias y la destrucción del ecosistema. Hualpén: una comuna marcada por la degradación ambiental y la salud de la población [caption id="attachment_58038" align="aligncenter" width="650"] Comunidad de Hualpén rodeada por el cordón industrial de las empresas petroquimicas del sector. Fuente: Wikipedia[/caption] A menos de 50 metros de un complejo industrial gigantesco, en la población Nueva El Triangulo de Hualpén, vive María Mendoza, destacada dirigenta de su población. Dentro de su casa nos comenta el drama de vivir hace casi 3 décadas como vecina del complejo petroquimico de Hualpén. Los ruidos constantes, las enfermedades y las mentiras de la Empresa Nacional del Petroleo que hace años viene prometiendo nuevas viviendas para los vecinos y vecinas. Una alternativa habitacional lejos de la contaminación que ENAP aún no concreta, pese a sus anuncios al respecto. La comuna de Hualpén, donde se encuentra asentado el santuario tiene una historia marcada por la destrucción de ecosistemas y contaminación de diversas comunidades. El caso más emblemático es el daño generado por la empresa estatal ENAP y todo el complejo siderúrgico y petroquímico en las comunas de Talcahuano y Hualpén. ENAP junto con empresas como Petropower, Petroquim y Petrox constituyen un complejo industrial que tiene su origen en los años 50. Poblaciones emblemáticas como El Triángulo, Nueva El Triángulo o La Emergencia han convivido durante décadas con este complejo industrial que ha provocado diversas enfermedades en la población. Una investigación de 1999 reportó indicios de daño genético en pobladoras del Triangulo de Hualpén que podrían estar relacionadas a las emisiones contaminantes del complejo ENAP. Según el médico Lautaro López que trabaja en la fundación Educación Popular en Salud de Hualpén, en la zona se encuentran recurrentes “síntomas y enfermedades cardíacas, respiratorias, cáncer, muertes prematuras, irritación de la piel y ojos”. Además, aseguró que intervenir el santuario de la naturaleza impactaría en la salud de la población ya que “la vida humana tiene que ver cada vez más con la vida de las otras especies, estamos integrados ecológicamente”. En ese sentido apunta a preservar el santuario así como transformarlo en un espacio educativo para la comunidad. [caption id="attachment_58111" align="alignnone" width="700"] Vista aérea de ENAP en Hualpén[/caption] El profesional de la salud además cuestionó las actuales leyes ambientales que permiten la contaminación de diversas comunas en el país, así como las reales capacidades de medición y fiscalización de contaminación por parte del Estado. Además, hay que recordar que en Hualpén existen 3 estaciones de monitoreo del sistema de información nacional de calidad del aire (SINCA), todas de propiedad de ENAP, la misma empresa cuestionada por episodios de enfermedad e intoxicación en la población.   La defensa y el futuro del Santuario de la Naturaleza Península de Hualpén. [caption id="attachment_56466" align="aligncenter" width="426"] Barricadas frente a tentativa de desalojo de Fundo Las Escaleras durante el mes de Noviembre[/caption] Por suerte las iniciativas empresariales en el Santuario no han contado con apoyo dentro de la comunidad de la intercomuna de Concepción, la cual en general ve con malos ojos la intervención en el territorio. En la comuna de Hualpén, además, han surgido organizaciones comunitarias que se han opuesto directamente a estos proyectos. Una que destacó durante el pasado año 2018 por sus actividades en contra del negocio inmobiliario en la península, es la denominada Coordinadora Territorial Wallpen, que ha realizado diferentes actividades tales como procesos de información a la comunidad y trabajando mancomunadamente con juntas de vecinos; presentando observaciones al proyecto inmobiliario Loteo “Mirador del Alto”. También, en conjunto con la ONG Defensa Ambiental, solicitando a través de la plataforma legal del SEA, un proceso de participación ciudadana acompañadas de los sindicatos de Caleta Chome. También generando espacios de interacción social, información y consulta sobre el anteproyecto del plan regulador de Hualpén, que se encuentra en periodo de tramitación. De la misma forma se han realizado actividades al aire libre; pasacalles en Lenga y  jornadas culturales en el Cerro Amarillo de Hualpén en el mes de agosto, cacerolazos, y caminatas en defensa del santuario en la Península de Hualpén en noviembre. Además, para este domingo 13 de enero está convocado un pasacalle cultural por los sectores más marginados y contaminados de la comuna. Esta organización ha generado algunas propuestas para el futuro de la península, entre las que se cuentan un desarrollo sostenible en el Santuario de la Naturaleza. Básicamente la propuesta es un trabajo asociativo entre las comunidades y caletas que allí habitan a fin de generar un desarrollo local donde la propia comunidad sea la principal beneficiaria de la actividades económicas, en conjunto con el cuidado del santuario. El ecoturismo con bajo impacto ambiental, la permacultura, talleres de educación ambiental, reciclaje entre otras iniciativas son parte de la propuesta que se pretende realizar en el lugar. También estas actividades se extenderían al Hualpén urbano, entendiendo que las problemáticas no solo abarcan la zona perteneciente al Santuario de la Naturaleza, ya que muchos sectores de la comuna actualmente se encuentran marginados y con diversas problemáticas tales como falta de vivienda, acceso a la salud, áreas verdes, narcotráfico, delincuencia, entre otras. Debido al trabajo en conjunto de la coordinadora con Juntas de Vecinos tales como población Nueva El Triángulo, Crispulo Gándara, Floresta, Parque Central entre otras, se llevará a cabo una Escuela Popular de Verano en Hualpén, especialmente enfocada para los niños y niñas de las poblaciones, donde las temáticas abordadas irán desde interpretación al aire libre, actividades deportivas, educación no sexista, pintura, circo, entre otras. Otro grupo conformado en la comuna es el que actualmente se encuentra apoyando a las familias mapuche que se encuentran resistiendo un eventual desalojo en el fundo Las Escaleras. Ahí diversas organizaciones están pernoctando en la zona para evitar posibles desalojos. En tanto pobladores y pobladoras de las caletas Chome y Peroné, en conversaciones con Resumen manifestaron su total repudio a los proyectos salmoneros en la península, así como su desaprobación para las otras iniciativas inmobiliarios y energéticos en el Santuario, por constituir negocios para enriquecer a los ricos, sin traer beneficios a los pobladores y pobladoras históricas de la Península. Así es como se encuentra en pleno proceso un conflicto socioambiental en Hualpén, una de las comunas del Gran Concepción mayormente afectadas por la marginación y contaminación. Los nuevos proyectos empresariales que se buscan instalar en el santuario de la naturaleza, no solo dañarían aún más el ecosistema, sino que afectarían la forma de vida histórica de diversas comunidades asentadas en las caletas y la península. Además se intervendría un sector emblemático en donde la población del Gran Concepción puede revincularse con espacios naturales. El carácter de esparcimiento público de este espacio, ahora será privatizado para las capas más ricas del Gran Concepción. El negocio inmobiliario solo permite que únicamente los más privilegiados puedan reconectarse con el ambiente, mientras deja a poblaciones pobres durante décadas expuestas y atrapadas en la contaminación. Por su parte el negocio energético y salmonero también quieren apropiarse de la zona costera del santuario, negocios en donde se beneficiaran los mismos de siempre. En este conflicto socioambiental también vemos que parte importante de la población no solo no está informada al respecto, sino que incluso tienen actitudes irresponsables en el Santuario como dejar basura o provocar incendios. Pero también vemos fuerzas en una tensión constante. Por un lado, una parte de la comunidad que busca su conservación y transformación en un espacio comunitario de educación ambiental y recreación consciente de la comunidad, así como un sustento económico a escala local para la población histórica de la Península. Y por el otro lado un empresariado ávido de generar negocios con una de las pocas zonas del Gran Concepción que aún conservan su naturaleza original, a través de negocios que buscan lucrar aún más con un territorio que es vital proteger y salvaguardar para nosotros y nosotras, además de para las generaciones que vendrán en un futuro cada vez más incierto respecto a la conservación de nuestra tierra, aguas y territorios.      
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