Tras reunirse con representantes de WikiLeaks, el presidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, exigió la liberación del periodista y preso político, Julian Assange, ante la persecución feroz que vive por parte de Estados Unidos y su eventual extradición desde Reino Unido a aquel país.
Por Alejandro Baeza
“Estuve con Hrafnsson, editor en jefe de WikiLeaks, y el editor Joseph Farrell, quienes me informaron sobre la situación de salud y la lucha por la libertad de Julian Assange”, escribió Lula, quien asumirá como presidente de Brasil el próximo 1 de enero.
Así, Lula será el segundo mandatario del mundo en exigir la liberación de Assange tras Andrés Manuel López Obrador de México, quién durante una rueda de prensa en junio pasado señaló:
«Es un preso de conciencia, es injustamente tratado y Assange es el mejor periodista de nuestro tiempo en el mundo, y recibe un trato peor que delincuente lo cual es una vergüenza», para luego añadir que «Assange compartió y divulgó, explicó, no solamente textos, sino también imágenes que no pudieron ser desmentidas de flagrantes violaciones de los derechos humanos por tropas de Estados Unidos, y ya lleva muchos años preso».
El equipo de WikiLeaks realiza una gira por varios países de Latinoamérica -atraídos por las recientes victorias electorales, según señalaron* para buscar que los denominados "gobiernos progresistas" presionen a las autoridades de Estados Unidos para el cese de la persecución política de la que el periodista es víctima.
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Washington reclama la extradición de Assange desde Reino Unido, donde se encuentra detenido desde 2019, para juzgarlo por 17 presuntos delitos en violación de la Ley de Espionaje de 1917 y uno de intromisión informática tras divulgar críemenes de guerra cometidos pos solados estadounidenses en Irak y Afganistán, así como las brutales violaciones a los derechos humanos cometidas contra prisioneros en la ocupación ilegal de Guantánamo que realiza el país norteamericano en territorio de Cuba.
La decisión del Ministerio del Interior británico
La ministra del Interior del Reino Unido, Priti Patel, firmó el viernes 17 de junio la orden para extraditar al periodista y fundador del trascendental portal WikiLeaks, Julian Assange, a Estados Unidos, que lo solicitó para enfrentar cargos por «espionaje».
«En virtud de la Ley de Extradición de 2003, el ministro del Interior debe firmar una orden de extradición si no encuentra argumentos para prohibir que se emita la orden», indicó un vocero del ministerio en un comunicado. Esto, luego que el pasado 20 de abril emitió un fallo para que esta repartición del Gobierno evaluara la extradición.
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Este fallo aún puede ser apelado, pero solamente si el Tribunal Superior lo autoriza. Además, la defensa del periodista puede recurrir ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, su última opción.
WikiLeaks calificó aquella jornada como un «día oscuro para la libertad de prensa y la democracia británica».
«Cualquiera en este país que se preocupe por la libertad de expresión debería estar profundamente avergonzado de que la ministra del Interior haya aprobado la extradición de Julian Assange a EEUU, el país que planeó su asesinato», indicaron.
«Julian no hizo nada malo. No ha cometido ningún delito y no es un delincuente. Es periodista y editor, y está siendo castigado por hacer su trabajo. Estaba en el poder de Priti Patel hacer lo correcto. En cambio, siempre será recordada como cómplice de Estados Unidos en su plan para convertir el periodismo de investigación en una empresa criminal», agregaron desde WikiLeaks.
Además, apuntan a que «Las leyes extranjeras ahora determinan los límites de la libertad de prensa en este país y el periodismo que ganó los premios más prestigiosos de la industria ha sido considerado un delito extraditable y digno de cadena perpetua» para luego agregar que «El camino hacia la libertad de Julian es largo y tortuoso. Hoy no es el final de la lucha. Es solo el comienzo de una nueva batalla legal. Vamos a apelar a través del sistema legal, la próxima apelación será ante el Tribunal Superior. Lucharemos más fuerte y gritaremos más fuerte en las calles, nos organizaremos y haremos que la historia de Julian sea conocida por todos».
«Su venganza es tratar de hacerlo desaparecer en los rincones más oscuros de su sistema penitenciario por el resto de su vida», indican, para luego añadir que «la libertad de Julian va unida a todas nuestras libertades. Lucharemos para devolver a Julian a su familia y recuperar la libertad de expresión para todos nosotros».
Agnès Callamard, secretaria general de Amnistía Internacional indicó que «Permitir que Julian Assange sea extraditado a Estados Unidos lo colocaría ante un gran riesgo y envía un mensaje escalofriante a los periodistas de todo el mundo».
«Pedimos al Reino Unido que se abstenga de extraditar a Julian Assange, que Estados Unidos abandone los cargos, y que Assange sea liberado», agregó.
Assange, de 50 años, es acusado por Estados Unidos por la publicación de cientos de miles de páginas de documentos militares secretos y de cables diplomáticos confidenciales sobre las actividades en las guerras de Irak y en Afganistán por lo que podrían significar condenas de cadena perpetua o pena de muerte.
A pesar de las gestiones de la defensa y las denuncias de organismos de derechos humanos, el fundador de WikiLeaks continúa recluido en la prisión de alta seguridad de Londres desde el 11 de abril de 2019, día en que fue detenido dentro de la embajada de Ecuador en el Reino Unido luego de que el expresidente Lenín Moreno retirara el asilo concedido por su predecesor, Rafael Correa.
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