Hay que destacar que mientras Carabineros reprimían a las y los manifestantes, la jefatura del Servicio Nacional del Patrimonio Cultural ordenó aplicar el protocolo de seguridad, que terminó desalojando a las personas que fueron acorraladas hasta el museo por FFEE. La decisión fue repudiada por la Asociación Nacional de Trabajadores del Patrimonio, quienes expresaron mediante un comunicado. En éste, señalan que “este actuar evidencia el desconocimiento que tiene la institución de las comunidades y su vinculación con el museo, único en su naturaleza en nuestro Servicio”. Como resultado del actuar represivo están aún detenidas 14 personas en la comisaria de Cañete, entre ellas gran parte de la vocería de los presos políticos mapuche de Lebu, Auka Castro y Patricia Tromelao. Hasta el cierre de esta nota todavía se mantienen manifestantes a las afueras de esta comisaría, quienes han denunciado abuso de poder por parte de Carabineros. Este hecho trae a colación el incendio del Centro de Arte Alameda del año pasado, provocado también por bombas lacrimógenas contra un patrimonio cultural de carácter nacional. El episodio ocurrió en noviembre de 2019, durante el Estallido Social, cuando la indiscriminada utilización de lacrimógenas durante una manifestación en los alrededores de la Plaza de la Dignidad, alcanzaron la techumbre del centro artístico capitalino consumiéndolo casi en su totalidad. El resultado en Cañete pudo ser el mismo de no haber sido por la intervención de las y los manifestantes, que lograron apagar el amago de incendio. Los golpes recibidos por manifestantes en su detención dejaron evidentes lesiones: